INTERNACIONAL
Violencia juvenil

En Inglaterra las armas ya son un "accesorio"

En Londres se consigue un revólver por menos de 100 dólares, lo mismo que cuesta un par de zapatillas. Mientras aumenta el número de asesinatos entre jóvenes, la sociedad intenta comprender el fenómeno.

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Muchos nios ingleses ya incorporaron las armas de verdad a su "vestuario". | Cedoc

La policía habla de una ejecución. Billy Cox, de 15 años, fue tiroteado en su habitación en el pecho, desde una distancia cercana. Murió en los brazos de su hermana menor, que lo encontró por la tarde al regeresar de la escuela.

El trasfondo de los hechos es probablemente una historia de drogas. Los vecinos declararon que Billy se convirtió, de un día para el otro, de un adolescente amante del fútbol en un narcotraficante. En diciembre tuvo que presentarse ante un tribunal por robo y hace seis semanas fue expulsado de la escuela.

Se trata del tercer joven que es asesinado en Londres en 11 días y sus muertes han dejado en estado de conmoción a sus padres y vecinos.

"Las armas y cuchillos son para muchos jóvenes una especie de accesorio de moda", afirma una trabajadora social. Es posible comprar armas de fuego en la calle por 50 libras (unos 97 dólares/75 euros), "menos que unas zapatillas de diseño para chicos".

En los enormes barrios periféricos de viviendas sociales de Londres, las bandas juveniles suelen aterrorizar a la población y la policía se encuentra impotente. Se recluta a niños de nueve años para robos y otros delitos y a medida que van creciendo suben en la jerarquía de las bandas, explica la trabajadora social.

Este cuadro encaja muy bien con el resultado del más reciente informe sobre el bienestar de los niños del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que otorga a Gran Bretaña el último lugar entre los países desarrollados (el primer lugar se lo llevó Holanda).

Nuestra sociedad se encuentra "en graves dificultades", afirmó hoy avergonzado el político conservador David Cameron. "Tenemos que cambiar algo".

En los últimos tres años se duplicó hasta 76 la cifra de jóvenes de menos de 20 años que cometió un asesinato con un arma de fuego. Por posesión ilegal de armas la pena mínima es de tres años entre los 17 y los 21 años de edad, pero a menudo quedan libres después de 18 meses. La policía quiere por eso una sanción mínima de cinco años para los mayores de 17.

Gran Bretaña ya cuenta con una de las legislaciones más estrictas sobre posesión de armas en todo el mundo. Tras la masacre escolar en la localidad escocesa de Dunblane hace casi 11 años, el gobierno quiso reducir de forma radical la posesión de armas.

Pero las leyes no pueden competir con el desarrollo social, dicen los sociólogos. Tanto el derrumbe de las estructuras familiares como la ausencia de una figura paterna son factores a tener en cuenta, señala el periódico The Times.

Sin modelos en casa o en el colegio, los adolescentes encuentran a menudo reconocimiento en las bandas y así queda sentenciado su camino hacia la criminalidad.