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el martes anunciarian si hay o no acuerdo

Las negociaciones por el programa nuclear de Irán: el Muro de Berlín del siglo XXI

Dialogo. El canciller iraní, Mohamad Zarif, expresó su optimismo tras reunirse con John Kerry.
| Cedoc Perfil

Tras dos años de febriles negociaciones, las potencias nucleares e Irán buscaban ayer en Suiza sellar un acuerdo sobre el programa que desarrolla Teherán y tiene en vilo a la comunidad internacional. Como si se tratase del Muro de Berlín del siglo XXI, el plan nuclear persa dividió en dos el mundo. De un lado, quedaron las potencias nucleares –Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China– y Alemania, que apoyan las negociaciones, y del otro, Israel, Arabia Saudita y las monarquías sunitas del Golfo Pérsico, que se oponen a que la Revolución Islámica continúe con su programa nuclear.
Según la hoja de ruta de los diplomáticos, las conversaciones tendrían que arribar a un marco de entendimiento general antes de fin de mes, es decir, para el próximo martes. Si hay “fumata blanca”, tendrán un plazo de tres meses –hasta el 30 de junio– para especificar los detalles técnicos y definitivos del pacto. El optimismo reinante no logró opacar, sin embargo, los profundos desacuerdos de aliados de la Casa Blanca.
Rafael Grossi, embajador argentino ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dice que las discusiones son sensibles porque si Irán accede al armamento nuclear se alteraría el equilibrio estratégico en Medio Oriente. “Para algunos, si estas negociaciones tienen éxito, se preservará la posibilidad de Teherán de alcanzar un desarrollo bélico en el futuro. Por eso, la gran tensión y la gran expectativa”, explicó a PERFIL. Sin embargo, el ex director general adjunto de la OIEA espera que haya un acuerdo inminente.
Irma Argüello, presidenta de la Fundación NPSGlobal, especialista en seguridad global y terrorismo internacional, explicó a este diario cuáles son los motivos que dividen a la comunidad internacional: “Las diferencias de enfoques consisten en que los más drásticos pretenden que Irán renuncie al enriquecimiento de uranio y al reprocesamiento de combustibles nucleares –las dos vías para lograr el material para la bomba–, mientras que las potencias están negociando reducir las centrifugadoras y ampliar el control internacional, sin que Irán renuncie a esas tecnologías”.

Diplomacia. El canciller iraní, Mohamad Zarif, expresó ayer su optimismo en alcanzar un acuerdo y diplomáticos rusos revelaron que había “más de 50% de posibilidades” de un entendimiento. La cadena CNN fue menos optimista y sostuvo que Teherán se mantenía firme en continuar con su plan si no se levantaban las sanciones en su contra.
El gobierno de Barack Obama tiene el respaldo unánime de los otros cuatro integrantes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para hallar un acuerdo. Sin embargo, cuenta con la oposición de Israel –amenazada de ser borrada del mapa por el ex presidente Mahmoud Ahmadinejad– y de Arabia Saudita, principal rival regional de la Revolución Islámica chiita.
A 72 horas del final del plazo, el resultado de las negociaciones –que podrían redefinir el mapa de Medio Oriente– aún es incierto.