POLITICA
Entrevista de Perfil.com

Cómo fue el "alegato ideal" para el fallo por los desmanejos en Madres

El autor de El negocio de los derechos humanos habló sobre su declaración ante el juez Norberto Oyarbide, quien detuvo a los Schoklender y citará a Hebe. Video.

El autor del libro El negocio de los derechos humanos debió declarar en la causa que salpica a los Schoklender el mes pasado.
| Cedoc

El periodista Luis Gasulla, autor del libro El negocio de los derechos humanos, editado en noviembre de 2012 por Sudamericana declaró durante tres horas ante el juez federal Norberto Oyarbide, a cargo de la investigación por el presunto desvío de fondos públicos en la Fundación Madres de Plaza de Mayo.

Fue el 29 de enero último, pero su testimonio cobra actualidad en la investigación que derivó anoche en una nueva detención de los hermanos Sergio y Pablo Schocklender y del contador Alejandro Gotkin.

En su libro, Gasulla revela la "bicicleta financiera" que los hermanos Schoklender llevaron adelante sin control alguno. "Sueños Compartidos fue el programa de viviendas e inclusión social de mayor envergadura de los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner que llegó a controlar más de mil millones de pesos", asegura.

Consultado por Perfil.com, el periodista contó que su declaración testimonial en el juzgado número 5 que preside Oyarbide fue por término de tres horas. El encargado de tomar declaración fue el secretario del magistrado, Carlos Leiva, que según Gasulla le confió que su investigación "era el alegato ideal para condenar a mucha gente": "Fue bastante extenso. Me pidieron precisar, profundizar sobre algunos temas".

- Perfil.com: ¿Cómo era la relación entre Hebe y Sergio Schoklender?

- Gasulla: Era una relación muy cercana como se conoce. Hebe de Bonafini lo adoptó como a un hijo, se acercó a Sergio y no al revés porque Schoklender estaba preso en aquel momento. Schoklender hace posible que la Asociación Madres de Plaza de Mayo se convierta en una Fundación todo terreno y fundamentalmente en los últimos años con el kirchnerismo y por algunos problemas internos dentro de la Fundación, empiezan a distanciarse. Schoklender se quería ir varios meses o un año antes de que estalle el escándalo, y Hebe no quería de ninguna manera porque era el que manejaba la Fundación por dentro, el que hacía posible el sueño de construir viviendas que Bonafini había soñado junto con el Gobierno.

- ¿Por qué decís en tu libro que hay un negocio con los derechos humanos?

- Hay un negocio que no es sólo económico, que no es sólo plata, sino simbólico: el negocio lo realiza el gobierno que cooptó a los dos símbolos más importantes de los derechos humanos como son Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto; hay otros organismos que se han alineado acríticamente al Gobierno y hay muchos otros que en estos momentos escandaloso, como el asado del ministro de Justicia en la ESMA, se animan a hablar pero durante mucho tiempo callaron. Es un negocio en el sentido se cooptó a estos organismos como un escudo ético por el que se permitieron muchas contradicciones de las políticas de los Kirchner, incluso a la criminalización de la protesta que en estos tiempos está empezando a verse cada vez más con la ley antiterrorismo.

- ¿Cuál es el lugar de Pablo Schoklender en esta historia?

- Es una figura mucho más misteriosa. Toda la gente que trabajó con Pablo dicen que era mucho más seductor, más entrador, le iba muy bien con las mujeres, era un tipo simpático, carismático pero que también era un chanta. Si el que trabajaba era Sergio, Pablo despilfarraba la plata. El que llevaba el nivel de vida más ostentoso, el que iba a los boliches, a los cabarets más conocidos de Recoleta, y le gustaba vivir realmente la vida. Entre ellos había pelea feroz y creo que es un tema tabú entre los hermanos, y ellos tienen la real respuesta de qué fue lo que sucedió entre los dos porque eso es lo posibilita que el escándalo llegue a los medios porque Sergio Schoklender estaba afuera de la Fundación quince días antes de que se conociera en los grandes medios.

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