El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, llegó a la capital provincial alrededor de la 1 de la mañana proveniente de Panamá y protagonizó un verdadero raid en medios locales y nacionales mientras se multiplicaban los saqueos y hechos de violencia durante un paro de policías.
El mandamás cordobés dejó en claro que "no hay ninguna posibilidad de aumento salarial para los policías”.
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"La fuerza policial ha recibido todas las garantías para no dejar de cumplir con su función y no lo está respetando", argumentó el gobernador, intentando explicar la situación de anarquía total que vivió la capital provincial.
Respecto a los saqueos, De la Sota consideró que se trata de "bandas de delincuentes" y anunció que a partir de esta mañana a las 11 hs. iniciará reuniones para solucionar el conflicto. "Aquí no hay un problema de explosión social por una situación incontenible sino que son bandas de delincuentes", expresó. De la Sota también se refirió al pedido de ayuda que solicitó la Provincia a Gendarmería y sostuvo: “Es incomprensible que no hayamos recibido ni una sola respuesta. A lo mejor los teléfonos no andan bien” ironizó el Gobernador. “Esperamos mañana tener respuestas y que intervenga alguna fuerza federal”.
De la Sota le pidió a los efectivos que “vuelvan ya al trabajo”. “Hay algunos que son policías y otros que trabajan de policías. Los primeros no dejan de cumplir su obligación cuando hay un reclamo salarial” exclamó. "Vamos a tratar de persuadir a los policías que vuelvan ya a desempeñar su función policial, así no le hacen ningún mérito al uniforme. Un grupo de policías no puede poner en riesgo la vida de los cordobeses", agregó.
El gobernador finalizó diciendo que unos 90 móviles policiales se encuentran patrullando la ciudad, principalmente integrados por personal jerárquico de la fuerza que decidieron salir a poner orden en una Córdoba totalmente convulsionada.
