POLITICA
EL FUTURO DEL MINISTRO DE LA CORTE

El Gobierno tienta a Zaffaroni con un destino en el extranjero

El kirchnerismo le hizo la propuesta, pero el ministro del máximo tribunal evalúa quedarse en el cargo hasta diciembre de 2014.

Retiro. El magistrado preferiría retomar la actividad académica.
| AG

Eugenio Zaffaroni, el ministro de la Corte Suprema más cercano al oficialismo, analiza una propuesta del Gobierno para asumir como representante diplomático en el extranjero.

El Gobierno quiere que el ministro de la Corte sea embajador, pero para ello debería jubilarse anticipadamente. Zaffaroni no querría perder el beneficio de una jubilación plena y en lugar de aceptar la oferta del Gobierno dejará su cargo en el máximo tribunal recién en diciembre de 2014, cuando alcance la edad jubilatoria.

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Tal como lo adelantó en varias oportunidades, no opondrá resistencia y al cumplir 75 años el 6 de enero de 2015, tope establecido en la Constitución Nacional, se retirará con el beneficio jubilatorio, cansado ya de los vaivenes políticos que repercuten en el Palacio de Tribunales.

Tener a Zaffaroni como embajador ante estrados internacionales sería de gran provecho en la generación de vínculos culturales que faciliten acuerdos comerciales por el reconocimiento del que goza, explican fuentes gubernamentales.

Sin embargo, si bien el jurista ha sido fiel al kirchnerismo en momentos de extrema sensibilidad, se inclinaría más por retomar la actividad académica a nivel internacional en las diversas universidades donde es requerido, explican sus allegados, quienes avalan el retorno del juez a la academia.

Pese a ello, el Gobierno insiste e incluso lo habría tentado con destinos en Europa para que pueda estar cerca de Alemania, cuna del derecho penal. Allí, no sólo dicta clases sino que forma parte del cuerpo de investigadores penales de diferentes universidades europeas.

De hecho, en plena puja por la Ley de Medios, abandonó las audiencias públicas del 28 y 29 de agosto, y se instaló en el Instituto Max Planck de la ciudad alemana de Friburgo de Bisgovia, para realizar trabajos de investigación.

Si bien Zaffaroni aún se concentra en la Corte Suprema, donde persisten causas sensibles al Gobierno, la carrera diplomática habría sido un deseo de juventud con foco en las ciudades de Viena o Budapest, según fuentes judiciales que destacan los idiomas que habla el ministro.

El Gobierno tampoco descartaría proponerle formar parte de la Corte Penal que se impulsa entre los países integrantes en la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) para el combate de delitos transnacionales como narcotráfico, trata de personas, terrorismo y lavado de activos en Latinoamérica, temas en los que Zaffaroni ya trabaja.

Es sin dudas, uno de los jueces más polémicos y ha cuestionado el funcionamiento de la propia Corte; deslizó la posibilidad de ampliar los miembros del tribunal en consonancia con las ideas que bregaba el Gobierno hasta junio de este año e incluso avaló por un tribunal de control constitucional ante las falencias actuales del máximo tribunal.