POLITICA
BANCO MUNDIAL

Financiamiento "abandonado" demoró las obras

Son créditos internacionales para educación, infraestructura y reformas que no se usaron hasta ahora.

NECESIDAD. Hay proyectos para mejorar las escuelas con fondos del BM que están frenados.
| Cedoc.

Con el financiamiento internacional limitado, la Argentina llegó a acumular 13 proyectos “abandonados” en el Banco Mundial por un total de US$ 1.300 millones, aunque algunos se volvieron a presentar en otros formatos y hoy están en ejecución.

Entre 1998 y 2008, se dejaron atrás líneas aprobadas para manejo de infraestructura de desagües, manejos de recursos hídricos y proyectos vinculados a los recursos naturales como el manejo forestal y la decontaminación minera, postergando obras con fondos ya otorgados.

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“Cuando se acuerda una Estrategia de país con el Gobierno, se establece un listado preliminar de proyectos que podrían financiarse durante los siguientes años. Este listado es un primer diseño que no necesariamente debe cumplirse sino que es una primera orientación”, aseguraron voceros del Banco Mundial a PERFIL.

Sobre por qué los proyectos figuran como “abandonados”, la respuesta del BM sostiene que el abandono puede responder a que finalmente el Gobierno no prioriza el proyecto, a retrasos de implementación –que hacen que pase a otro período de financiamiento– o a que el Gobierno nacional no termine otorgando la garantía necesaria para que se apruebe el financiamiento para una provincia.

Los recursos no se pierden, es importante tener en claro que el monto total de la Estrategia no se altera por ello de que se cambie algún proyecto, es sólo que el Gobierno y el Banco terminan acordando un listado de proyectos que no es el mismo que se acordó originalmente”, puntualizaron desde el organismo.

Entre los proyectos que tras la demora fueron retomados figuran la “restauración ambiental minera” por US$ 30 millones, antes “proyecto de descontaminación minera” y un proyecto de “manejo sustentable de recursos naturales” por US$ 60 millones que absorbió a otro de “desarrollo sustentable forestal” de US$ 25 millones.

Las líneas se acumularon “en abandono” mientras la Argentina cambió su política de financiamiento hacia fuentes de crédito que no tienen como exigencia la revisión del artículo IV del Fondo Monetario Internacional y no admiten presiones como la de los países desarrollados por los pagos de fallos en el Ciadi y la deuda con el Club de París, como sí es el Banco Mundial. El gran aliado pasó a ser la Corporación Andina de Fomento, ahora autodenominado “Banco de Desarrollo de América Latina”, que preside Enrique García.

“La Argentina no demostró interés en financiarse con el Banco Mundial porque entiende que hay condicionamientos, por eso en los últimos años hay menos proyectos y por montos menores”, explicó el ex representante en el FMI, Claudio Loser, que reconoció que el BM se coordina con el FMI.

Los últimos proyectos propuestos para ser financiados por el BM no llegan a los US$ 1.000 millones y abarcan inclusión en áreas rurales, desarrollo industrial, corredores rurales y biodiversidad, resistencia del suelo al clima para el sur de la provincia de Buenos Aires y educación, entre otros.

En tanto, en la última asamblea general del BID en Panamá, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, anunció créditos por US$ 1.609 millones, que fueron firmados por Luis Alberto Moreno y Cristina Fernández en Buenos Aires con bombos y platillos. Pero según indicaron fuentes del banco, los recursos corresponden a lo otorgado en 2012 y para el 2013, hasta el momento sólo se aprobaron US$ 50 millones de los US$ 1.484 millones presentados para ser autorizados.

El establishment financiero advierte sobre los votos en contra de Estados Unidos, Europa y Japón para algunos grandes desembolsos de la Argentina en el Banco Mundial, aunque Washington también trasladó sus objeciones al BID.

Sin embargo, el miércoles Cristina acordó con el BID un crédito de “respuesta inmediata” a la inundación por un máximo de US$ 20 millones más la donación por US$ 200.000 como donación para ayuda humanitaria.