En poco más de 24 horas se filtraron videos y fotos íntimas de candidatos en las redes sociales. La simultaneidad con la que se dieron a conocer las imágenes dieron cuenta de una acción planificada para desatar una verdadera campaña sucia, que nadie sabe cuando terminará, teniendo en cuenta el largo camino que queda por recorrer hasta el 22 de octubre.
El video de Fernando Espinoza, hoy candidato en el tercer lugar por Unidad Ciudadana en Buenos Aires culminó con una presentación judicial del exintendente de La Mantanza. El objetivo: ir tras los rastros del primer tuitero que filtró la información, que no pertenece a un usuario con historia, sino que fue creado exclusivamente para ese hecho.
En Entre Ríos, el PJ de esa provincia negó que sea Mayda Cresto, candidata a diputada, quien participa de una escena sexual en otra filmación filtrada en los últimos días.
También en Twitter, distintos usuarios que solo hablan de temas políticos y son lo más parecido a cuentas creadas para ensuciar candidatos, comenzaron a postear una imagen íntima de la diputada Lucila De Ponti, de Santa Fe. Las miradas ahora se centran en partidos políticos pero también en los servicios de inteligencia, acostumbrados en la Argentina a espiar dirigentes más que a defender a la Nación.
