Con la llegada de febrero, el fin de semana largo de Carnaval se acerca. Tendrá una duración de cuatro días que van desde el sábado 18 hasta el martes 21 inclusive. Es por eso que, para todas aquellas personas que decidan pasarlo en Buenos Aires, es una oportunidad para aprovechar los feriados nutriéndose de la cultura porteña.
Desde enormes casonas antiguas con jardines pintorescos hasta casas con valor patrimonial y colecciones neocoloniales, estas son cinco opciones para visitar en CABA el próximo fin de semana largo.
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Museo Larreta
Fue la residencia del escritor argentino Enrique Larreta y, tras su muerte en 1961, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires compró la propiedad para destinarla a un Museo de Arte Español. Finalmente, abrió sus puertas el 12 de octubre de 1962.
Construida en 1886, la casona contaba con un frente inspirado en el modelo del “renacimiento italiano”, mientras que el interior, con patios abiertos, respondía al de una casa quinta mediterránea. Hacia 1916 Larreta implementó una serie de cambios, como muros blancos y ventanas enrejadas, para que recreara el espíritu del “renacimiento español”.
En 2017, el Museo puso en valor su patrimonio artístico y arquitectónico a través del programa de revalorización llevado a cabo por la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, permitiendo la restauración de distintos puntos de la casa.
Uno de los mayores atractivos del lugar es el jardín andaluz de 5000 m2 que se encuentra en el exterior. Un espacio verde laberíntico creado por Larreta, que desde hace más de veinte años se convirtió en un espacio para el arte contemporáneo con un ciclo de exposiciones de esculturas en el jardín.
La residencia se encuentra ubicada en el centro del barrio de Belgrano (Avenida Juramento 2291) y está abierta al público los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11hs a 19hs y los sábados, domingos y feriados, como carnaval, de 11hs a 20hs. La entrada cuesta $100 y $500 para extranjeros no residentes. Dos datos a destacar es que los martes no abre y los miércoles tiene entrada gratuita.
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Palacio Noel
El Palacio Noel y sus colecciones son consideradas de estilo neocolonial hispanoamericano. Fue construido por el arquitecto Martín Noel, quién diseñó la casa para él y para su hermano, y desde 1947 es la sede del Museo Isaac Fernández Blanco.
Ubicado en la zona de Retiro, en Suipacha 1422, el palacio cuenta con tres niveles donde la composición deriva de la arquitectura francesa del siglo XVIII. El aspecto neocolonial del edificio se lo otorgan las decoraciones aplicadas en los muros e inspiradas en el repertorio hispanoamericando de los siglos XVII y XVIII.
Reservorio dedicado a la historia y arte del período, el museo cuenta con 15 salas de colecciones virreinales permanentes donde se puede encontrar objetos como platería; pintura de las escuelas cuzqueña, potosina, mexicana y del territorio argentino; imágenes religiosas; mobiliario barroco, indumentaria civil y religiosa, cerámica española, alhajas, entre otras.
El Palacio Noel fue comprado por la Municipalidad porteña en 1936, junto con gran parte de su colección de arte, para fundar el Museo Colonial, luego llamado Fernández Blanco. Al igual que la vivienda Larreta, cuenta con un pintoresco jardín andaluz, que fue restaurado y abierto al público en 2019.
El espacio abre los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11hs a 19hs y los sábados, domingos y feriados de 11hs a 20hs. La entrada cuesta $100 y $500 para extranjeros no residentes. Además, personas jubiladas, estudiantes universitarios presentando acreditación, personas con discapacidad más un acompañante, menores de 12 años y grupos de estudiantes de colegios públicos, entran sin cargo.
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Museo Brigadier Cornelio de Saavedra
El Museo Histórico Cornelio de Saavedra se fundó el 6 de octubre de 1921 y su sede actual es la casa de la chacra que perteneció a Luis María Saavedra, sobrino de Cornelio, construida entre 1870 y 1880. Esta posee una planta en forma de “U”, techos de azotea y en su fachada un pórtico de líneas corbatas.
En 1941, el intendente de la Ciudad de Buenos Aires le encargó el acondicionamiento del edificio al arquitecto Manuel Augusto Domínguez, un especialista en arquitectura colonial, quién decidió adaptarlo al estilo de las quintas aledañas a Buenos Aires en la primera mitad del siglo XIX.
Estas refacciones incluyeron la mutilación de parte de la casona de la chacra, en tanto la decoración y los arreglos interiores los realizó la esposa del intendente y bisnieta del general Cornelio Saavedra, Silvia Saavedra Lamas de Pueyrredón. Finalmente, reabrió sus puertas el 25 de mayo de 1942.
Actualmente, el espacio cuenta con diez salas que recorren diferentes periodos históricos de la Ciudad de Buenos Aires desde su fundación hasta llegar a 1912, momento en que Ricardo Zemborain dona por voluntad testamentaria sus colecciones para dar origen al primer museo histórico de la Ciudad. Además, cuenta con más de 23.000 objetos que permiten un abordaje integral de la historia argentina.
Ubicada en la Avenida Crisólogo Larralde 6309, la casona cuenta con jardines donde se exponen varios cañones. También se encuentra rodeada por el Parque Saavedra, que anteriormente perteneció a la chacra, contando con árboles históricos y notables.
Al igual que los anteriores dos museos, el edificio abre de lunes a viernes de 11hs a 19hs, exceptuando los martes, y los sábados, domingos y feriados de 11hs a 20hs. La entrada cuesta $100 y los días miércoles es gratuita.
Museo Casa Carlos Gardel
Inaugurado el 4 de marzo de 2003 en la calle Jean Jaurès 735, el museo muestra lo que fue la casa en la que Carlos Gardel vivió junto a su madre, Doña Berta Gardès, desde 1927. En aquel entonces el artista se la compró a su anterior propietario y, gracias a la conservación de los planos originales, se sabe que la construcción era muy diferente a la actual.
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Luego de pasar por varios dueños, en 1996 la empresa Proden S.A compró la propiedad con la intención de donarla a la Ciudad de Buenos Aires. Así se hizo en el año 2000, para abrir sus puertas tres años después. El criterio que se adoptó entonces para la obra fue el de una recreación escenográfica que sugiriera la vida del cantante en una casa sencilla de aquellos años.
No se trató de una reconstrucción fiel, lo que habría demandado un recurso económico mucho mayor, sino de una ambientación libre y poética, recurriendo para la misma a materiales de demolición para pisos y carpinterías, a mobiliario y objetos de época, y conservando el espacio original de la cocina.
La casa expone cuatro salas permanentes y una dedicada a exposiciones temporales, que dan cuenta de la vida del hombre que inventó el tango-canción. La copia de su partida de nacimiento, el retrato de sus padres, la posibilidad de escuchar su obra completa y de ver sus últimas imágenes en vida son algunos de los atractivos que pueden apreciarse en la casa.
Como muchos de los museos de la Ciudad, la casa de Gardel abre sus puertas los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11hs a 19hs y los sábados, domingos y feriados de 11hs a 20hs. La entrada cuesta $100 y $500 para extranjeros no residentes.
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Casa Cavia
Esta casa es distinta a todas las demás ya que en vez de ser un museo, se trata de uno de los rincones más pintorescos de la Ciudad para disfrutar de una rica comida. Construida en 1927 por el arquitecto y artista noruego Alejandro Christophersen, la Casa Cavia está ubicada en el barrio de Palermo Chico, en la calle Cavia al 2900.
La historia de la casa data de los años 20, cuando un señor de familia de clase alta encargó al prestigioso artista noruego la residencia como un regalo para su esposa. El arquitecto proyectó en la casona una imagen despojada y austera, representativa del estilo historicista ecléctico.
Un siglo después, luego de que su dueña falleciera en 2011, el Gobierno de la Ciudad decidió proteger la casa, otorgandole gran valor patrimonial por la calidad en el estilo, la composición, los materiales y la coherencia tipológica.
Actualmente, junto con la casona se puede encontrar un jardín con una fuente y una galería alrededor, una amplia barra y florería, tres medianos espacios comedor y un ventanal a la calle y a la plaza. El lugar fue convertido en un espacio de relax junto con un restaurante que ofrece diversa variedad de platos, postres y cafés.
