El presidente Alberto Fernández prometió extraer las consecuencias después de que su coalición sufriera la mayor derrota política de su mandato en un indicador clave del sentimiento nacional antes de las elecciones de mitad de período.
Con casi la totalidad de los votos escrutados tras las elecciones primarias del domingo, la coalición opositora Juntos por el Cambio obtuvo la mayoría de los distritos del país, incluyendo una inesperada victoria en la provincia de Buenos Aires, que representa más de un tercio del total del electorado.
Los inversores se aprestaban a un repunte de los bonos argentinos en la apertura de Nueva York después de que el bloque gobernante perdiera las batallas parlamentarias en distritos típicamente favorables al Gobierno, como La Pampa, Chubut, Chaco, Tierra del Fuego, e incluso Santa Cruz, la provincia natal de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Si bien el objetivo de las primarias era elegir candidatos para las elecciones legislativas del 14 de noviembre, el resultado refleja un creciente descontento por la estrategia de Fernández para enfrentar la pandemia, el aumento de la pobreza y la inflación anual que se ha disparado al 50%. Dado que el voto es obligatorio para la mayoría de los adultos, la votación del domingo muestra lo mucho que el Gobierno necesita recuperar antes de las elecciones legislativas, en las que están en juego la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Metaverso, por Jorge Fontevecchia
“El resultado es una señal muy fuerte de las preferencias de los votantes, no solo para las elecciones de mitad de período de noviembre, sino también para las próximas elecciones generales en 2023”, dijo Graham Stock, estratega de Bluebay Asset Management en Londres. “Esto es bueno para los bonos porque el actual Gobierno peronista es reacio a recortar el déficit presupuestario”, y especialmente los subsidios a la energía, “mientras que la oposición tiene un enfoque más ortodoxo de la política económica”.
En un discurso el domingo por la noche, Fernández reconoció la derrota y prometió trabajar para revertir los resultados.
“Evidentemente algo no habremos hecho bien para que la gente no nos acompañe como esperábamos”, dijo Fernández en la sede de la campaña oficialista en Buenos Aires. La campaña acaba de empezar y todavía nos quedan dos meses. Tenemos que ganarla, afirmó.
Qué medidas tomará el Gobierno después de la derrota
La coalición opositora ganó la provincia de Buenos Aires por 4,4 puntos porcentuales, con el 97% de los votos escrutados hasta el lunes por la mañana. A nivel nacional, la coalición se impuso por el doble de ese margen en la carrera por la Cámara de Diputados y por casi 16 puntos porcentuales en el Senado, según un recuento elaborado por el diario La Nacion.
Aunque es probable que los inversores aplaudan el revés sufrido por la coalición de Fernández, el Gobierno se verá ahora presionado para intentar revertir estos resultados, lo que podría generar más incertidumbre política.
Las posibilidades de que esto produzca cambios de gabinete antes del 14 de noviembre han aumentado significativamente con estos resultados, dijo Lucas Romero, director de Synopsis Consultores, en una entrevista telefónica.
Qué dice Bloomberg Economics
“Los resultados de las elecciones primarias en Argentina son un arma de doble filo para las perspectivas económicas: aumentan la esperanza de un giro hacia políticas más favorables al mercado a largo plazo, pero elevan el riesgo a corto plazo de que el presidente Alberto Fernández redoble sus políticas populistas antes de las verdaderas elecciones del 14 de noviembre”.
-- Adriana Dupita, economista para América Latina
La atención se centrará ahora en las próximas medidas políticas de Fernández dentro de una coalición inestable en la que su vicepresidenta, Fernández de Kirchner, quien gobernó el país entre 2007 y 2015, representa posiciones de izquierda más dura.
Algunos analistas dicen que medidas más poco ortodoxas podrían complicar las negociaciones que sostiene el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional para reprogramar los pagos de US$45.000 millones que debe a la institución. Argentina, que está excluida de los mercados internacionales de deuda, tiene que pagar más de US$4.000 millones al FMI antes de fin de año.
La discusión ahora es “si el Gobierno se inclina por el pragmatismo” o va en la dirección opuesta, escribió Diego Pereira, economista de JPMorgan Chase & Co, Pereira de JPMorgan en una nota a los clientes. “Cualquier cambio creíble del marco político implica costos políticos, lo que, en nuestra opinión, sugiere una baja probabilidad de cambios políticos efectivos y positivos antes de noviembre”.
Alrededor del 67% del electorado votó el domingo, un mínimo histórico para Argentina.