CICLO DE ENTREVISTAS
Prefil Educación

Gloria Romero: “Todos preguntaron dónde estaba Maldonado, pero nadie preguntó por Cecilia”

La madre de Cecilia Strzyzowski participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de Perfil. El encuentro con Capitanich y el femicidio en medio de la campaña. La falta de apoyo de Ni Una Menos.

Gloria Romero, la madre de Cecilia Strzyzowski.
Gloria Romero, la madre de Cecilia Strzyzowski. | Reperfilar

Gloria Romero participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil USAL en la que lamentó la falta acompañamiento de organizaciones feministas como Ni Una Menos y la falta de apoyo de gran parte de la sociedad, ya que comparó la repercusión que tuvo la desaparición de Maldonado con el caso de su hija. “Todos salieron con el cartelito '¿Dónde está Santiago?', pero nadie tuvo el cartelito de '¿Dónde está Cecilia?'. Todos preguntaron dónde estaba Maldonado, pero nadie preguntó por Cecilia porque mi hija tuvo la mala suerte de que la asesinen en época de campaña”, sentenció.

La madre de Cecilia Strzyzowski también se refirió a la reunión que mantuvo con el gobernador chaqueño Jorge Capitanich en la que le cuestionó duramente por no comunicarse con ella desde el primer día, por deslindar responsabilidades sobre su vínculo con la familia de Emerenciano Sena e incluso por no referirse a la joven fallecida. “Me dijo que era macabro el hecho, pero de Cecilia no me dijo nada”, manifestó en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—¿Por qué el gobernador Jorge Capitanich se demoró tanto en recibirla?

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—Fue la primer pregunta que le hice. Le pregunté por qué no me había llamado desde el día uno. Y respondió que no tenía mi teléfono y que había dejado que la vicegobernadora se encargue. Después le cuestioné que me haya pegado en los medios, diciendo que se trataba de una persecución política. Me dijo que él nunca se refirió a mí, sino que dijo que la oposición me quería usar a través de los medios para hacer campaña. Después quise saber por qué Emerenciano Sena era dueño del Campo Rossi y su explicación fue que eso ocurrió durante el gobierno de Roy Nikisch, y que él no tenía nada que ver. Entonces le dije si era nabo o corrupto. Porque le había dado todas las casas y se supone que, si uno le da plata a alguien, va a preguntar qué hace con ese dinero y si hace casas, tiene que saber qué destino les da. No es lógico darle plata a alguien, sin saber nada. Y me dijo que ya se estaban haciendo cargo del tema.

—¿Qué más le dijo Capitanich?

—Contestó todas mis preguntas, porque la reunión se basó en preguntas que yo le hacía. También Fernando Burlando, que es mi abogado, quiso que nos diera explicaciones por un montón de cuestiones técnicas que se necesitaban. Le reclamé el tema de los rastrillajes, que se cortaban por falta de linternas. De lo cual tampoco se hizo cargo, argumentando que eso no le correspondía y que era por una mala administración de los insumos. Cuando lo conocí, daba charlas prometiendo un Chaco pujante y terminó siendo un Chaco miserable y piquetero. Y le pregunté por qué la gente que trabajaba en administración pública no podía marchar ni poner ni siquiera el pañuelito que dijera “¿Dónde está Cecilia?”. Les dije que se los perseguían y me dijo que no era así, que él era democrático y pluralista y que se bancaba todo. Entonces le comenté que, en la localidad de Selva del Río de Oro, a las enfermeras que iban a marchar les dijeron que quedaban todas despedidas y tuvimos que amenazar con hacerles un juicio si las despedían. Otra vez dijo que él no tenía nada que ver. Le di más ejemplos, el de mi sobrina, que trabaja en docencia, le dije que la obligaban a ir casa por casa diciendo que él era divino, porque si no, la amenazaban con sacarle el contrato. Su respuesta fue que no dependía de él, que eso eran los intermediarios. Le pregunté por qué Sena decía que Capitanich era su padrino y su jefe y decía que si lo tocaban a él era lo mismo que tocarlo a Capitanich. Ahí contestó Juan Manuel Chapo, el ministro de Gobierno, y dijo que hay gente que para hacerse la importante dice que es amigo del gobernador pero que el gobernador ni siquiera los conoce o que apadrina a cualquiera, pero no significa que tenga relación.

—¿Del asesinato de su hija Cecilia no le dijo nada?

Me dijo que era un hecho macabro. Pero no me dijo nada de Cecilia. Lo único que me dijo es que no me llamó porque no quería usarme políticamente y yo le contesté entonces que así podría ser con esta reunión.

—Capitanich dijo que Sena y Marcela Acuña no eran presos políticos ¿Qué opina al respecto?

—No son presos políticos porque no están presos porque andaban con el Che Guevara, sino porque mataron a una persona.

—El gobernador también dijo que usted estaba siendo utilizada por la oposición. ¿Cuál es su respuesta?

—Yo me siento utilizada por todos. Porque noté que la gente acá es muy fanática. Si me reunía con Capitanich, me reclamaban de la oposición. Cuando me acerqué a Leandro Zdero, el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, se enojó la gente del oficialismo. Cualquier cosa que digo es política. No veo la hora que termine la campaña y la votación a la cual no pienso ir porque detesto a todos los políticos y a la política. Porque cuando termine la campaña mi hija va a seguir muerta, molida y quemada. Y eso es lo que la gente tiene que entender con su fanatismo.

Estudiantes Posgrado Periodismo de Investigación Perfil USAL
Estudiantes Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil-USAL en el Ciclo de Entrevistas con Gloria Romero

—¿La contactó alguien el movimiento feminista de Ni una Menos o del colectivo de Actrices Argentinas?

No, desde el espacio feminista no me llamó absolutamente nadie. Algunas vinieron a las marchas con banderas de Ni Una Menos, pero fueron muy pocas. Algunas diputadas y senadoras de pañuelo verde me llamaron. Pero el colectivo no marchó conmigo ni me llamaron.

—¿Por qué cree que no la llamaron?

—Supongo que ellas creen que es una persecución política y responden a un partido. Pero no fue siempre así porque todos salieron con el cartelito '¿Dónde está Santiago?', pero nadie tuvo el cartelito de '¿Dónde está Cecilia?'. Todos preguntaron dónde estaba Maldonado, pero nadie preguntó por Cecilia porque mi hija tuvo la mala suerte de que la asesinen en época de campaña. Haga lo que haga, es campaña política. Me fui a marchar a Santa Fe, a Formosa, a Corrientes porque no me importan quiénes son los que gobiernan. Pero le ponen un tinte político a todo lo que hago por mi hija.

—¿Cristina Kirchner, o alguien de entorno, se comunicó con usted?

—No.

—¿Si el asesinato de Cecilia hubiera sido en un contexto distinto, considera que el abordaje de la Justicia también hubiera sido diferente?

—Yo creo que la protección política hubiera estado. Le dije a Capitanich que cuando lo veo, veo a Emerenciano Sena. No sé si es porque Sena me repitió tantas veces que si lo tocan a Emerenciano, lo tocan a Coqui o por qué será. Pero yo tengo una herida que me precede. Creo que hubo mucho manoseo y me atacaron demasiado. Se crearon cuentas falsas para que me ataquen y me digan que estaba haciendo política. Que si me paga Larreta, que si me paga Bullrich.. Me pagó tanta gente que no sé qué estoy haciendo acá en Chaco y no estoy en las Islas Bahamas con mi hija. No quisiera vivir un día más en este país, me quedo porque no tengo otra opción.

—¿Cómo cree que va a terminar este caso?

Los tres implicados tienen que terminar con perpetua, porque hay suficientes pruebas. Y si se consigue el ADN que se está buscando de los huesitos y sale negativo y no era de mi hija, se tendría que comparar con los 53 desaparecidos que hay en Chaco. No quiere decir que sean inocentes, quiere decir que, aparte de mi hija, hay otro muerto. Esa gente es una maquinaria de matar. El día que 47 millones de argentinos levanten un cartel de Justicia, esto va a cambiar. Pero acá se preguntan qué hizo la víctima, en qué andaba, por qué se vistió así. Siempre la víctima tiene la culpa de que le maten o la violen, eso tiene que terminar. Hay chicas que ya no quieren denunciar las violaciones porque las maltratan. Yo me tengo que bancar todo eso, que ensucien a mi hija y a mí.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas con estudiantes de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final.

—El compromiso ciudadano tiene que empezar por participar en las marchas de Justicia. Llenamos el Obelisco, las ciudades y plazas por un Mundial, pero matan a una persona y no hacemos nada. ¿Un partido de fútbol vale más que una vida? Nos están exterminando. ¿Cuántas tenemos que morir para que la gente se levante y se involucre? Lo que hay que hacer es participar. Hay que ver las prioridades de la Argentina.

Por Nicolás Paniagua, Delfina Cáceres y Salomé Aneo
Estudiantes de Perfil Educación
Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil-USAL