Aunque las imágenes que se utilizan para hacer diagnósticos médicos son, cada vez más, una herramienta imprescindible para lograr buenos resultados médicos, lo cierto es que las estadísticas indican que dos tercios de la población mundial no tienen acceso a esta posibilidad. Sea por motivos que van desde el alto costo de los equipos -que muchas economías de países en desarrollo no pueden afrontar- o porque cuando cuando cuentan con este tipo de equipamientos solo están disponibles en grandes centros urbanos o para personas con determinadas coberturas, lo cierto es que con el paso del tiempo se vuelve cada vez más necesario "democratizar" el acceso a los mismos para que más personas puedan lograr un diagnostico correcto, en el tiempo indicado para comenzar el tratamiento recomendado.
Justamente, buscando cambiar de raíz esta situación, una compañía de Estados Unidos., diseñó un novedoso ecógrafo portátil, que puede ser llevado en un bolsillo, cuya forma y tamaño es similar a la de una afeitadora eléctrica y que se conecta con cualquier smartphone para mostrar en su pantalla, ecografías de calidad, en cualquier momento y lugar, incluso en el domicilio del paciente. Eso le permite al profesional de salud tener datos para confirmar o descartar un diagnóstico e indicar de inmediato un tratamiento.
Justamente este lunes 9 se presentó en la Argentina esta nueva tecnología, cuya popularización puede llegar a cambiar la prácticas médicas cotidianas. PERFIL entrevistó a Laurent Faracci., CEO interino; John Martin, Chief Medical Officer y a Darius Shahida, Chief Strategy Officer & Chief Business Development Officer de Butterfly Network, la empresa que concretó este innovador desarrollo médico.
— ¿Para que sirve este nuevo dispositivo?
Laurent Faracci: Se trata de un ecógrafo portátil, que tiene una forma y tamaño similar al de una afeitadora eléctrica, se conecta con cualquier smartphone y le muestra al profesional imágenes médicas de diagnóstico de una calidad prácticamente similar a las que ofrecen los ecógrafos que se utilizan a diario en clínicas y hospitales.
John Martin: Lo interesante es que usamos una tecnología diferente a la de los ecógrafos tradicionales. Eso nos permitió miniaturizarlo y abaratarlo. Hoy cuesta apenas US$ 2000, contra los US$ 50 mil a 100 mil que puede costar un ecógrafo tradicional. Y el personal de salud lo puede tener siempre a mano, llevándolo hasta en el bolsillo.
Darius Shahida: Lo mejor es que muestra en la pantalla de celular imágenes de calidad prácticamente similar a las de un aparato tradicional. Por lo que el médico puede usarlas para hacer tener información del estado del paciente al instante, hacer un diagnóstico rápido y efectivo y -muchas veces- incluso eso le permite indicar el tratamiento para que la persona lo inicie en forma inmediata.
— ¿Qué tipo de afecciones y patologías puede ayudar a monitorear o diagnosticar?
JM: Muchas. Desde la tradicional consulta de obstetricia, para hacer monitoreos fetales, a controles renales o consultas por cardiomiopatías. También analizar en el momento lesiones osteo-musculares, determinar la presencia de un abceso o diagnosticar un neumotorax. En definitiva ayuda a resolver en menos tiempo una gran cantidad de problemáticas médicas cotidianas que el profesional puede analizar, descartar, diagnosticar o -eventualmente- derivar a la persona para que se haga estudios más sofisticados.
¿Cómo imaginan que puede incorporarse a la práctica médica?
JM: Está pensado para estar siempre a la mano del médico o del equipo de salud. Se puede llevar en la ambulancia o en un helicóptero de emergencias. Pero también puede servirle al médico tenerlo su consultorio. O llevarlo en una visita a domicilio. La idea es que el profesional pueda tener la imagen de diagnóstico y, muchas veces, ya indicar el paso siguiente. Eso hace que todo el sistema de salud sea más eficiente para resolver las necesidades de la gente.
— ¿El desarrollo es un nuevo hardware?
LF: No. Es un hardware con una tecnología totalmente nueva: un equipo de ultrasonido en un chip. Pero, además, desarrollamos también un software especial que recurre a técnicas de Inteligencia Artificial. De esa manera podemos ofrecer varias mejoras para el profesional o el usuario. Desde indicaciones para que la persona que está usando el aparato tome las imágenes de la manera correcta hasta ayudar al médico a concretar el diagnóstico más rápidamente o con mejor precisión.
JM: Cuando decimos "concretar" es exactamente eso. Este dispositivo de ninguna manera reemplaza al equipo de profesionales médicos. Solo los ayuda a ser más eficientes en su práctica cotidiana. Algo que se vuelve cada vez más importante porque la medicina se está haciendo más compleja cada día, y los expertos piden más estudios de diagnostico o de seguimiento de patologías. La única manera de poder satisfacer esta necesidad creciente es recurriendo a tecnologías disruptivas, como ésta.
— ¿Está listo para ser comercializado en Argentina?
LF: Aun no, ya que recién empezamos los trámites de aprobación en Argentina. Si fue aprobado y los estamos comercializado en Estados Unidos, Inglaterra y otros 15 países de Europa, incluyendo Francia, Alemania, Italia, España y Australia y Nueva Zelanda. Además, con el apoyo de la ONG Bill and Melinda Gates Foundation, hay equipos que ya están usando el dispositivo iQ en varias campañas de salud pública en países de Africa. Y allí dio muy buenos resultados, por ejemplo, a la hora de obtener diagnósticos inmediatos de neumonía para poder iniciar en ese mismo momento el tratamiento con antibióticos. Hay que pensar que sólo esta enfermedad es la responsable de causar el 16% de las muertes de chicos de menos de 5 años y alcanza a los 2500 fallecimientos diarios. Pero obteniendo el diagnostico a tiempo se puede curar.
JM: Volviendo a Argentina, tuvimos reuniones con las autoridades de salud para interesarlos en el tema y pensar -a futuro- en hacer algunos planes piloto para probar sus resultados. Y también nos parece muy importante llevarlo a las escuelas médicas, para que los estudiantes que están formándose hoy sepan desde ahora cuales son las tecnologías que pueden cambiar su práctica cotidiana el día que estén ejerciendo. Por eso estamos muy contentos de haberlo podido presentar antes las autoridades y alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
EG / CP