Fue la frase que sintetizó el pensamiento de Deng Xiaoping, el líder chino que logró que el país con más pobres del mundo, se aproxime este año a la meta “pobreza cero”. Durante su gobierno 700 millones de chinos salieron de la miseria.
En la cultura oriental suelen expresar frases sencillas pensamientos más elaborados. Deng defendió que para superar la pobreza hay que generar riqueza, ricos, pensamiento, científicos, técnicos, unirse a la Revolución de la Internet. Le fue bien.
Según Bloomberg de los 2.754 multimillonarios que hay en el mundo, 680 (25%) viven en los Estados Unidos y 338 (12%) en China. Este es el país en donde aparecen mas ricos: cada dos días aparece un nuevo multimillonario.
Los dirigentes chinos son mucho más acaudalados que los norteamericanos. La Asamblea Popular Nacional tiene 2.987 miembros y el patrimonio declarado de sus setenta integrantes más ricos fue el año pasado de 78.800 millones dólares. En promedio, cada uno tiene una fortuna de 1.125 millones. Los 660 máximos dirigentes de Estados Unidos suman un patrimonio neto de 7.500 millones de dólares, en promedio cada uno tiene ocho millones y medio de dólares, cien veces menos que los setenta líderes comunistas más ricos de China.
Los que viven del dolor de los pobres desean cuidarlos, y que no desaparezcan
Capitalismo. Deng Xiaoping organizó en 1980 zonas económicas especiales que se regían por leyes capitalistas. Shenzhen, un pueblo de pescadores situado frente a Hong Kong fue una de ellas. Se convirtió en una de las ciudades más importantes de China, el corazón de la innovación tecnológica y uno de los puertos más importantes del mundo. El esquema capitalista se extendió paulatinamente a todo el país, la pobreza se redujo más que en ninguna otra experiencia, la economía china se fue a las nubes.
El capitalismo llega a su máximo esplendor, empujado también por el éxito de China.
Internet cambió al mundo: Aramco, la petrolera Saudita, era la compañía más cotizada del mundo hasta que empezó la pandemia. El mes pasado le superó Apple, cuando superó la barrera de dos billones de dólares de capitalización. Microsoft, Amazon y Google son las otras empresas que pasaron en el mercado bursátil sobre el billón de dólares. Son datos concretos que permiten afirmar que la Internet es el eje del crecimiento del conocimiento y de la riqueza. Lo que se haga para obstaculizar su desarrollo es reaccionario y hace que nuestra economía atrase.
En el otro extremo estuvo Hugo Chavez que cuando fue presidente dijo que “ser rico es malo”. Fue un gobernante eficiente: logró que el 20% de la población huya del país por el hambre, que los pobres lleguen a la santidad por la indigencia y que algunos militares acepten el sacrificio de ir al infierno, amasando enormes fortunas y viviendo en palacios. Ocuparse de los pobres fue siempre un buen negocio del que se habló en escenarios muy ricos.
Progreso. El progreso es bueno. En 2004 me alojé varias veces en un hotel situado detrás de las Galerías Pacifico. La ciudad estaba mal. Era imposible cruzar la avenida Cordoba por las montañas de basura que bloqueaban la calle. En estos catorce años ha cambiado. Terminaron las inundaciones, se construyeron estaciones de tren propias del primer mundo, que no usan los ricos, se hicieron cargo de un subterráneo que funciona mejor, los espacios públicos son hermosos, la cultura ha florecido, se promovieron servicios para que los porteños y quienes vienen a la ciudad vivan mejor. Construyeron ciclovías y el bus articulado, obras que conectan a Buenos Aires con el futuro. No es perfecta, pero es una ciudad mejor. Lamentablemente otros municipios, que contaron con recursos, no hicieron algo semejante. No me apena que una ciudad esté bien, sino que otras estén mal. Los partidos que gobernaron municipios que fueron al desastre, no conformes con generar pobreza en sus circunscripciones, tratan ahora de dañar a la ciudad, de quitarle las rentas, de que todos estemos mal.
Esa es la filosofía del pobrismo. Sus profetas combaten a quienes trabajaron bien para quitarles lo que consiguieron. Predican que la pobreza es gloriosa y se debe evitar el consumo para ir al cielo, mientras se aseguran su sitio en el infierno coleccionando coches, joyas y relojes.
Visiones. La visión antigua de la política choca con las ideas contemporáneas. Los que viven del dolor de los pobres, desean cuidarlos y que no desaparezcan. Dicen que estamos condenados a vivir en un valle de lágrimas, que esta vida no tiene remedio. Desprecian las capacidades de la gente. No explican porqué uno de los países más grandes del continente, con menor densidad poblacional, con recursos naturales, con una población educada, es el único que está en emergencia alimentaria y tiene el mayor porcentaje de pobres desde hace décadas.
Dicen que el país no es bueno si existen migrantes que buscan un mejor destino en las grandes ciudades y solo encuentran marginalidad. Esto es cierto, pero el remedio no es empobrecer a las ciudades que funcionan bien, propiciar la invasión de tierras, entorpecer el desarrollo de Internet, chantajear a las empresas de punta tecnológica rodeándolas con camiones, ahuyentar capitales, perseguir a los ricos, formar una alianza internacional con países famélicos.
Sería bueno saber si la mayoría cree que los delincuentes son víctimas de sus víctimas porque necesitan quitarles lo poco que tienen. Para algunos si tres maleantes se introducen en el hogar de un anciano para torturarle hasta que entregue sus magros ahorros, ellos son las víctimas de este imperialista que los obliga a la violencia. Ni siquiera hay mucho que robarle, es viejo, reaccionario y encima menesteroso.
Mapuches. En el sur actúa una organización que asalta a los argentinos de la zona para controlar un territorio y formar un estado independiente. Tienen el apoyo de organizaciones que quieren atentar en contra de la unidad nacional como The Mapuche Nation, domiciliada en Bristol, con un directorio integrado por europeos, cuyo Secretario General es el mapuche Reynaldo Mariqueo, Conde de Lul-lul Mawidha, canciller del Reino de la Araucanía y Patagonia, que trabajó para la libertad del dirigente Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), y la aparición de Santiago Maldonado.
La RAM se financia con fondos “recuperados” por la extorsión a empresas, asaltos, invasiones de tierras y tráficos ilegales. Ha reivindicado cientos de actos terroristas en Neuquén, Chubut y Río Negro. Rechaza la religión de los invasores, ha quemado iglesias católicas tanto en Chile como en Argentina. Activistas de extrema cualquier cosa, monárquicos, marxistas, o alienígenas apoyan a estos grupos, a los que rechaza la mayoría de los habitantes de las provincias del sur, incluidos los mapuches.
El 13 de noviembre del 2014 la RAM anunció el inicio de la “guerra” contra Argentina y Chile con el fin de formar una nación propia. Atacan a los enemigos winka capitalistas (los argentinos no mapuches), a sus empresas y al estado opresor. La RAM rechaza a la Argentina, ha quemado su bandera en movilizaciones en Bariloche y en el Bolsón. Su líder Facundo Jones dijo: “quiero ver cómo entre todos podemos echar a esas asquerosas mineras, petroleras e hidroeléctricas, porque los vamos a echar a lo que sea, a sangre y fuego, si es necesario”.
La RAM no reconoce la autoridad del estado argentino sobre “sus” territorios, no colabora con las autoridades, el poder judicial o las fuerzas de seguridad que, según ellos, forman parte de un ejercito invasor. Han tomado importantes extensiones de tierra en las que no producen nada, a diferencia de miles de mapuches que son ciudadanos argentinos y que trabajan en la misma región.
Hace pocos días tomaron tierras en Villa La Angostura, una región que podría ser un centro de desarrollo para todos si no cae en la violencia. Los mitos que usan estos mapuches para justificar sus atropellos se mezclan con intereses económicos de funcionarios y traficantes que siempre están detrás de las invasiones de tierras. Es desde hace mucho tiempo uno de los mejores negocios ilícitos del continente.
Tomas. Algunas autoridades del estado argentino justificaron esta toma de tierras porque ayuda a “combatir el deficit habitacional” y pretendieron detener a los que protestaban por la invasión, con una excusa sanitaria. Cuando hacen eso desvirtúan su trabajo frente a la pandemia y la hacen aparecer como una burda manipulación. La gente sabe que le quieren engatuzar.
Seguramente un argumento parecido servirá para justificar la invasión de casas y terrenos en otros sitios del país, que serán más apetecibles para los traficantes si están bien situados. Si mañana se produce una ola de asaltos, se los podrá justificar por la pobreza provocada por el Covid y se pedirá a la gente que colabore con estas expropiaciones revolucionarias. Eso fue posible en la antigua sociedad de obedientes. Con Internet ha surgido una población libre, que se comunica directamente y que se defenderá. Las consecuencias pueden ser terribles.
Deng Xiaoping demostró que el país con más pobres de la tierra pudo ir hacia la pobreza cero, enseñando a la gente a trabajar y a valerse por sí misma. Los países capitalistas, encabezados por Estados Unidos, Japón, China, Europa, Corea del Sur, avanzan hacia una era de riqueza y sabiduría sin límites. ¿Será que los latinos somos inferiores y estamos condenados a vivir en el pasado porque somos incapaces de afrontar esta revolución?
*Profesor de la GWU. Miembro del Club Político Argentino.