La vacunación contra el COVID-19 es lenta en todos los países del mundo. Con más o menos recursos, con más o menos vacunas, cada nación tiene sus propias dificultades para enfrentar al virus que mantiene a todo el planeta en vilo desde hace más de un año. En el Líbano, encontraron un método para compensar la lentitud de la vacunación gubernamental y establecieron un sistema paralelo y privado con la vacuna rusa Sputnik V.
Las empresas que lo deseen, y que dispongan de medios, pueden hacer que sus empleados se vacunen, independientemente de su edad o de sus condiciones de salud. En el Hospital Monte Líbano, un establecimiento privado de Beirut, Christine recibió su primera dosis contra el coronavirus. Sin embargo, esta joven madre está lejos de tener la edad suficiente para ser vacunada gratuitamente por el gobierno. Tampoco pertenece a una empresa que vacune a sus empleados. No, Christine simplemente echó mano a sus contactos, como hicieron algunos argentinos en lo que se llamó el Vacunatorio VIP.
Larreta: "Se rompió una forma de trabajo, es inentendible que el Presidente no dialogue"
"Soy joven, tengo hijos y trabajo, así que no puedo esperar y correr riesgos. Hay que conocer a alguien para vacunarse", dice la mujer. Conocer a alguien y tener 38 dólares en el bolsillo. En el Líbano, que se encuentra en plena crisis financiera, eso supone la mitad del salario medio. "Hay mucha gente que está enferma y espera su turno porque 38 dólares ahora es mucho. Pero es por mi salud y la de mis hijos”, se justifica.
Inquieta, Christine reconoce la injusticia de este proceso de vacunación reservado a los más ricos. Nazih Gharios, director del Hospital Mont Liban, está de acuerdo. Para el médico, no hay otra solución. "El Líbano está en bancarrota. No podemos vacunar a todos rápidamente. ¿Qué opción tenemos? ¿Esperar a vacunar a todo el mundo de forma gratuita? Eso podría llevar varios años. Así que los que pueden pagar, pagan. No tenemos otra opción", dice.
Es difícil discutir con este director. Sin la campaña de vacunación de pago en la que participa su hospital, el objetivo del gobierno de vacunar al 80% de la población para finales de año será sencillamente imposible de alcanzar.
Un mes y medio después del lanzamiento de la campaña de vacunación, sólo el 1,6% de la población ha recibido hasta ahora sus dos dosis. Al mismo tiempo, el número de contaminaciones y muertes sigue siendo muy elevado, los hospitales están llenos y el sistema sanitario no da abasto.
CP