ECONOMIA
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Otra incógnita de la dolarización y eliminación del Banco Central: que pasaría con las tasas de interés

Con el plan insignia del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, el Central perdería la capacidad de tomar decisiones de política monetaria, entre ellas la de establecer una tasa de interés de referencia.

dolarización
Pablo Tigani: “Javier Milei planteaba hacer una dolarización pero la fue descartando" | Télam

A una semana del balotaje, el candidato presidencial Javier Milei ratificó este domingo en el debate presidencial su plan de dolarización y eliminación del Banco Central en caso de llegar a la Casa Rosada. Una de las incógnitas es cómo se definirán y qué factores determinarán las tasas de interés sin la regulación de la autoridad monetaria. La incertidumbre recorre los pasillos de los bancos.

De concretarse la propuesta del libertario, el Banco Central perdería la capacidad de tomar decisiones de política monetaria y, por lo tanto, de establecer una tasa de interés de referencia, entre otras funciones.

Actualmente, la tasa de política monetaria o de referencia alcanza el 133%. Esta influye en las tasas de interés del mercado y, en consecuencia, en el costo del crédito y en la rentabilidad de las inversiones.

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A la hora de fijarla, el Banco Central tiene determinados objetivos macroeconómicos, como el control de la inflación, el crecimiento económico y la estabilidad financiera.

Por ejemplo, para incentivar el ahorro en pesos, la autoridad monetaria dispuso en octubre que la tasa de interés mínima garantizada sobre los plazos fijos a 30 días por hasta 30 millones de pesos se ubique en el 133%, lo que significa una tasa efectiva mensual del 11% y anual del 254,8%. 

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Al mirar los indicadores económicos, es claro que varios de esos objetivos no se están cumpliendo: la inflación alcanzó en octubre el 142,7% anual y los argentinos eligen ahorrar en dólares por la pérdida del valor del peso. El debate es si las malas gestiones justifican su eliminación.

Si se dolariza la economía, las tasas en pesos desaparecerían y se deberían establecer nuevas en moneda estadounidense. A su vez, si se elimina el Banco Central y no se crea ninguna entidad regulatoria, el mercado tendría que encontrar mecanismos para determinarlas. No obstante, hay factores externos que hay que tener en cuenta.

 

Cómo se determinarían las tasas de interés

En este marco, una de las preguntas que surgen es cómo se determinarían las tasas de interés sin un Banco Central.

El abogado liberal Carlos Maslatón, en diálogo con PERFIL, opinó: “En el caso de poder llevar a cabo ese plan estrafalario (que no hay manera de hacerlo), si se consiguieran los dólares para dolarizar y separar la banca en banca de crédito y de depósitos y no existiese un Banco Central, la tasa de interés se regiría como cualquier precio de la economía, por oferta y demanda. Sería un producto de mercado como cualquier otro”.

Desde una entidad bancaria, también señalaron que si no hay regulación que las afecte, las tasas de interés serán determinadas en su totalidad por el mercado (oferta y demanda).

Por otro lado, la analista financiera Elena Alonso, aseguró que la tasa de interés, y su disparidad con la de Estados Unidos, dependerá de algunos factores como la confianza, la credibilidad del sistema financiero y el Riesgo País.

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Asimismo, la especialista explicó que, con la eliminación del Banco Central, el riesgo de devaluación desaparece y la tasa va a variar de acuerdo a la tasa que fije Estados Unidos, que es el piso, más una prima sobre el Riesgo País.  Es decir, la tasa de interés se compondría de la tasa que establece la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), la cual se encuentra en el rango 5,25%-5,50%, más el costo adicional que los inversionistas o prestamistas exigen como compensación por el riesgo asociado a invertir o prestar dinero en Argentina. 

En tanto, el Riesgo País, que según JP Morgan asciende actualmente a 2.475 puntos, dependerá de la confianza en la deuda soberana, de la capacidad de recaudación y de las políticas fiscales, que son las únicas herramientas que le quedarían al Estado como margen de maniobra. En este marco, Alonso aseguró que en una eventual dolarización “los créditos de los bancos nos saldrían caros en dólares porque obviamente no vamos a tener la misma tasa de Estados Unidos ya que tendríamos que pagar la prima de Riesgo País”.

Maslatón, en la misma línea, afirmó que “las tasas de interés de Argentina no van a ser las mismas que en Estados Unidos, van a ser infinitamente más altas por los riesgos propios de un país que no es Estados Unidos”.

Por su parte, Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, dijo: “Las tasas deberían reflejar el riesgo que representa el país y habrá que ver qué grado de confianza deja una eventual dolarización. Por el momento, no hay certezas sobre su implementación”.

 

La influencia de la FED

Cabe destacar que con o sin dolarización “las decisiones de la FED siempre tienen impacto, aún en el actual esquema bajo el peso argentino", dijo Reschini, quien además señaló que "el piso de tasa que establece la FED es base de rendimiento en el mundo, es una referencia".

En perspectiva, luego del ciclo de ajuste iniciado en marzo de 2022, la FED mantiene su tasa de interés de referencia en el mayor nivel en 22 años. La autoridad monetaria estadounidense subió 11 veces la tasa, llevándola desde un rango de entre 0% y 0,25% hasta el 5,25% y 5,50% actual, con el objetivo de bajar la inflación al 2%.

En este contexto, la economista Natalia Motyl aseguró: "Las subas de tasas de interés afectan a los países de la región latinoamericana por igual: incrementan los rendimientos de bonos a 10 años en moneda local, aumentan el riesgo y profundizan la salida de capitales. No obstante, dichas subas afectan menos a países que cuentan con un tipo de cambio fijo".

 

Santiago Casas, economista de la Fundación Libertad y Progreso, consideró: "Las decisiones de política monetaria de la FED serán fundamentales en el desarrollo de Argentina a futuro, independientemente de la dolarización. El país necesita recuperar su mercado de capitales para poder financiar una transición sin altos costos sociales y los movimientos en la tasa de interés de Estados Unidos serán sumamente importantes”

“Una suba en la tasa de la FED actuaría como una aspiradora de flujos financieros para los países emergentes, mientras que una baja quitaría presión sobre el riesgo país y allanaría el camino para cumplir con las obligaciones contraídas con el mercado”, precisó.

 

El riesgo bancario 

Otra de las cuestiones que se plantean desde el sector bancario es que si no hubiera un prestamista de última instancia (no necesariamente tiene que ser el BCRA), el sistema podría quedar expuesto a corridas que afecten su estabilidad y desarrollo.

Al respecto, Casas afirmó: “Países como Ecuador, El Salvador y Panamá pueden acceder a los servicios de prestamista de última instancia a pesar de estar dolarizados. Algunas soluciones son: la creación de un fondo de liquidez de emergencia, que los bancos administren sus propias reservas de emergencia, o acceso a líneas de crédito de bancos internacionales a través de una profunda integración financiera, donde los bancos internacionales utilicen sus casas matrices del exterior como prestamistas de última instancia”. 

Sin embargo, Milei no detalló cómo se instrumentaría su plan en ese sentido. Los economistas de La Libertad Avanza fueron consultados para esta nota pero se negaron a hacer comentarios.

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“Si los bancos locales funcionan sin Banco Central, los depósitos van a puro riesgo. Una corrida bancaria no la puede frenar el Banco Central porque no lo vas a tener, con lo cual el riesgo de la banca argentina es mucho mayor que el riesgo país de la deuda que tiene el Gobierno”, señaló Maslatón. 

“La banca argentina se tornaría, en ese caso, extremadamente riesgosa y propensa a las fundiciones totales para empresas y para individuos sin ninguna clase de asistencia financiera, ni ayuda, ni garantía de nadie. Milei solo ve al Banco Central como financista del Tesoro, pero este es un montón de elementos más”, agregó.

Entre las asociaciones y entidades bancarias reina la incertidumbre y el desconocimiento por la propuesta del libertario y evitan hacer declaraciones públicas de manera oficial. Un analista de un banco internacional indicó a PERFIL: “Si se dolariza, se pierde el manejo de la política monetaria y por ende, el manejo de la tasa de interés de la política monetaria, que es la que usan los bancos para regular la cantidad de dinero. Se pierde el instrumento para administrar la liquidez local con una tasa de interés”.

“Otro problema de la ausencia de un Banco Central es quién maneja la política de encaje de los bancos. No veo implementable la ausencia de un Banco Central, porque hay que regular la liquidez. Es un disparate”, advirtió.

LD / ds