Esteban Santiago, un puertorriqueño con formación militar, viajó armado desde Alaska hacia Florida. Al llegar al aeropuerto de Fort Lauderdale-Hollywood, cargó su arma en el baño y disparó contra un grupo de pasajeros que esperaban para recoger su equipaje. El resultado es que cinco de ellos murieron y al menos otros ocho resultaron heridos. A la agresión siguió un caos que se prolongó durante horas, en las que el temor generalizado se entremezclaba con versiones, corridas en el mismo aeropuerto, gestos ampulosos de Donald Trump y transmisión en directo a través de las redes y los canales de noticias.
Es el sexto hecho con armas que llega a los medios que se produce en los seis días que van en 2017. Y, lo que puede resultar más significativo con el curso de las horas: es un latino quien decide el ataque, a menos de quince días de la asunción de Donald Trump,
Violencia y seguridad. Un hecho significativo es que inmediatamente se detuvo al autor de los disparos. Otro elemento para considerar es que Esteban Santiago viajó en un avión con el arma que produjo el atentado. Según consignan las agencias internacionales, Santiago, de 26 años, tenía consigo una identificación militar. Se sospecha que fue un soldado del Ejército de EE.UU. y que vive en el área de Nueva Jersey. Las autoridades no han dado detalles sobre el posible móvil del tiroteo dentro de la terminal 2, que brinda servicio a Delta Air Lines y Air Canada.
Las primeras versiones hablaron de que sucedieron otros tiroteos inmediatamente después de haber reducido al atacante, pero esto fue inmediatamente desmentido. Las fuerzas de seguridad, también señalaron que “aún no estamos en condiciones de hablar de terrorismo en relación a los hechos de Fort Lauderdale”, al cierre de esta edición.
Reacciones. El aeropuerto fue cerrado inmediatamente, mientras Barack Obama y Donald Trump comenzaron a comentar los hechos.
El presidente Barack Obama fue informado de lo que está sucediendo en el aeropuerto de Fort Lauderdale por su asesora de seguridad nacional y lucha antiterrorista, Lisa Mónaco, indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), Ned Price.
Mientras que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo a través de Twitter que sigue de cerca la “terrible situación en Florida”, y habló con el gobernador del estado, Rick Scott. Uno de los mensajes emitidos es la necesidad de garantizar la seguridad para el futuro, en una zona con fuerte presencia de hispanos y latinos, personas que estuvieron en el eje de la campaña de Trump.
La alcaldesa de Broward, Barbara Sharief, también señaló que el atacante fue arrestado, pero aún se desconocen las razones de su acción.
“Era un atacante solitario y no tenemos evidencia por el momento de que estuviera actuando junto a nadie más. Está bajo custodia y actualmente estamos investigando”, dijo Sharief a la CNN.
Por televisión. Uno de los elementos que aportó a la sensación de dramatismo es que apenas sucedido el hecho, las cadenas noticiosas empezaron a transmitir en directo desde el lugar. Imágenes que recordaban a otros atentados, la sensación de pánico, dieron paso a una serie de fotos y videos, también alarmantes, que se sucedieron en las redes, especialmente en Twitter, que funcionó casi como una agencia noticiosa acerca de lo que estaba ocurriendo: el atentado de una persona de origen latino a pocos días de que asuma Donald Trump.