INTERNACIONAL
tras la navidad

El Papa clamó por la libertad religiosa y recordó a los mártires

Argentino. Ofició el Angelus en la Plaza de San Pedro.
| AFP

ansa
El Vaticano

Tras celebrar su segunda Navidad como papa, Francisco imploró ayer en la Plaza de San Pedro por un “compromiso en el mundo entero para reconocer y asegurar concretamente la libertad religiosa”, en referencia a las persecuciones a cristianos y otras minorías en Medio Oriente.

El pontífice argentino, que ofició el Angelus desde la ventana del palacio apostólico ante una gran muchedumbre, rindió homenaje a “quienes son perseguidos, discriminados, matados” por haber profesado la fe cristiana y recordó a san Esteban, el pimer mártir de la Iglesia Católica y uno de los primeros discípulos de Jesús, que murió lapidado en Jerusalén.

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Perseguidos. El Pontífice sostuvo que, si bien no todos los cristianos “están llamados, como san Esteban, a derramar su propia sangre, a cada cristiano sin embargo se le pide ser coherente con la fe que profesa”. Además, exhortó a “dar testimonio de Jesús en la humildad, en el servicio silencioso, sin miedo de ir contra la corriente y de pagar en persona”.

“Hoy rezamos en modo particular por los que son discriminados y perseguidos y muertos por su testimonio hacia Cristo. Quisiera decirles a cada uno de ellos: si llevan esta cruz con amor, entran en el misterio de la Navidad, están en el corazón de Cristo y de la Iglesia”, agregó Francisco, al celebrar la fiesta de san Esteban.

El religioso argentino citó un fragmento de un discurso de Jesús a sus discípulos. “Seréis odiados por todos a causa de mi nombre. Pero quien haya perseverado hasta el final será salvado”, leyó Jorge Bergoglio, quien sostuvo que “la violencia es derrotada por el amor y la muerte por la vida”.

El Papa ya había fustigado en Navidad la “persecución brutal” contra los cristianos, en particular en Siria e Irak, donde Estado Islámico tortura y asesina a las minorías religiosas. En el tradicional mensaje urbi et orbi (a la ciudad y el mundo), recordó a las víctimas de tantos conflictos en el mundo, entre ellos quienes murieron por profesar su fe. En otro apartado de su discurso de ayer, Francisco agradeció los cientos de mensajes de augurio que recibió estos días por las fiestas.