El acuerdo con Irán, la amenaza que plantea Corea del Norte y el temor a que Estado Islámico u otro grupo terrorista acceda a uranio altamente enriquecido para fabricar una bomba nuclear sobrevoló ayer en el cierre de la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington. En diálogo con PERFIL, Justen Thomas, vocero del Departamento de Estado, afirmó que el gobierno de Barack Obama utilizará el ejemplo de las sanciones y la negociación con Teherán para evitar que Pyongyang continúe con un programa nuclear con fines militares.
—¿Es Corea una amenaza mayor que Irán?
—No lo voy a calificar como una amenaza mayor o menor. Corea del Norte preocupa a los Estados Unidos. Su programa nuclear y su deseo de obtener armas nucleares preocupa también a la región y al mundo. Queremos continuar trabajando a través de las sanciones de las Naciones Unidas. Si tomamos a Irán como ejemplo, nos daremos cuenta que la diplomacia funciona a la hora de parar un programa nuclear o asegurar que sea destinado para fines pacíficos. Eso continuaremos haciendo en Corea del Norte con los socios que tenemos en Asia. Implementar las sanciones y evitar que intente conseguir un arma nuclear.
—¿Irán dejó de ser una amenaza tras el acuerdo?
—El monitoreo de la implementacion completa del acuerdo sigue siendo muy importante y estamos trabajando con los demás miembros del P5+1 para asegurar que Irán cumpla con el mismo. Pero obviamente lo que logramos fue un paso importante hacia la paz y la no proliferación.
—¿Qué otros desafíos a la seguridad nuclear inquietan a la Casa Blanca?
—El terrorismo nuclear es una de las mayores amenazas en el mundo. Si alguna de las redes terroristas tiene éxito en conseguir acceder a un dispositivo nuclear, las consecuencias serán globales y catastróficas. Obama planteó a los otros líderes mundiales cómo podemos asegurar que los materiales nucleares que existen estén guardados y sean transportados de una manera segura.
—¿Estado Islámico es una de esas redes terroristas que buscan un arma de destrucción masiva?
—No estimamos que EI tenga hoy en día la capacidad de desarrollar un arma nuclear con los materiales a los que podría eventualmente acceder. Sin embargo, sigue siendo importante garantizar la seguridad de éstos en su uso civil y militar. Si caen en manos de terroristas el riesgo es tan grave que vale la pena trabajar conjuntamente para evitar esa eventualidad. El problema del terrorismo es global, por eso es importante lanzar una solución global.
—¿Qué piensa Estados Unidos que puede aportar Argentina al respecto?
—Argentina es uno de los países que tiene un programa nuclear pacífico y mucho conocimiento sobre el tema. Tiene científicos y técnicos altamente capacitados. América Latina es una región que no tiene uranio altamente enriquecido. Creo que Argentina, Brasil, México y Chile pueden aportar mucho a través de Naciones Unidas, la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) e Interpol.