INTERNACIONAL
Pena de muerte

Suspenden la ejecución de Lisa Montgomery, acusada de matar a una embarazada para "robarle el bebé"

Un juez norteamericano aceptó el pedido de la defensa, mediante el cual se declara como "persona insana" a la acusada.

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Suspendieron la ejecución de Lisa Montgomery | AFP

Un juez estadounidense suspendió la ejecución de Lisa Montgomery, horas antes de convertirse este martes 12 de enero de 2021 en la primera mujer a la que las autoridades federales aplicaran la pena de muerte en casi 70 años. La convicta, de 52 años, había sido encarcelada en la prisión de Terre-Haute, en el estado de Indiana, por matar a una mujer embarazada para robarle su bebé hace 16 años.

Lisa Montgomery debía recibir esta noche la inyección letal, pero el juez James Hanlon del distrito sur de Indiana ordenó la suspensión de la ejecución a petición de los abogados de la mujer. Los letrados justifican su pedido por la salud mental de su clienta, incompatible con la ejecución.

"Las informaciones presentadas (...) contienen muchas pruebas de que el estado mental actual de Montgomery se aleja tanto de la realidad que le impide comprender racionalmente el motivo del gobierno para su ejecución", justificó el juez, e indicó que el tribunal fijará una fecha para otra audiencia destinada a evaluar su salud mental. Sin embargo, el caso no está terminado porque el gobierno estadounidense apeló el fallo de inmediato.

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En Estados Unidos ejecutarían a una mujer por primera vez desde 1953

El caso

Abusada durante su infancia y con daño cerebral producto de un violento abuso sexual, Montgomery era incapaz de tener un nuevo hijo. En 2004, identificó en Internet a su víctima, una criadora de perros, y acudió a su domicilio en Misuri con la excusa de comprarle un terrier. En su lugar, la estranguló, le abrió el útero, tomó el bebé -que sobrevivió- y abandonó a la joven de 23 años en un charco de sangre.

Sin negar la gravedad de su crimen, sus defensores pidieron la semana pasada clemencia al presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump. Justificaron el planteo en que padece trastornos mentales fruto de violaciones en manada durante su infancia, según los abogados, que pidieron al mandatario conmutar la pena capital por cadena perpetua.

El saliente Trump, un firme partidario de la pena de muerte, no respondió por el momento a la petición de la mujer, que debía convertirse en la primera ejecutada por las autoridades federales desde 1953.

Aceleración de ejecuciones

Desde la reanudación en julio de las ejecuciones a nivel federal en Estados Unidos, tras 17 años de pausa, a diez hombres se les ha aplicado la pena capital en la prisión federal de Terre-Haute, donde cumple condena Montgomery.

"En las últimas horas de la presidencia de Trump, hay una carrera por ejecutar a personas que han estado en el corredor de la muerte durante años o incluso décadas. Es una locura", denunció en la radio NPR el lunes el senador demócrata Dick Durbin, quien anunció la presentación de un proyecto de ley para detener de nuevo las ejecuciones federales.

Por su parte, antiguos guardias de la penitenciaría de Terre-Haute le escribieron al secretario de Justicia en funciones, Jeffrey Rosen, para pedirle que posponga estas ejecuciones "hasta que el personal penitenciario esté vacunado contra el covid-19". El fiscal general norteamericano había escrito en una columna de opinión publicada en NY Times que la pena de muerte "asegura que se haga justicia".

Una ejecución requiere que decenas de personas permanezcan en un ambiente cerrado, lo que va contra las indicaciones de prevención del contagio del virus. Por esta razón, los estadounidenses han suspendido las ejecuciones durante meses. En contrapartida, el gobierno de Trump se ha mostrado partidario de proceder con las ejecuciones lo más rápido posible antes de dejar el poder.

Trump acelera ejecuciones de penas de muerte y derrumba una tradición de 131 años

La causa Montgomery

La justicia ya había suspendido la ejecución de Montgomery en noviembre 2020 porque sus abogados habían dado positivo al covid-19. En un caso de rapidez inusitada, la administración fijó que la ejecución se podría realizar a partir del 12 de enero. Un juez consideró apresurada la decisión y canceló esa fecha, pero el Departamento de Justicia apeló y ganó.

Helen Prejean, una monja católica conocida por su lucha contra la pena de muerte, celebró la noticia por las redes sociales pero advirtió que esto "no significa que la ejecución de Lisa sea cancelada definitivamente".

El pasado fin de semana respaldó a sus abogados que han "trabajado día y noche" en los últimos meses contra las apelaciones de los convictos federales. "Puede que no huelan el sudor en la cámara de ejecución" pero son responsables de su muerte al igual que los verdugos, les escribió, pidiéndoles que "digan no" a la ejecución de una mujer y dos hombres una semana antes de que Joe Biden asuma la presidencia del país.

El demócrata, que será investido el 20 de enero, se opone a la pena de muerte y ha prometido trabajar con el Congreso, ahora controlado por su partido, para tratar de acabar con esta práctica a nivel federal.

CI/FF