La policía del Capitolio reforzó la seguridad en el edificio luego de que los servicios de inteligencia advirtieran sobre la posibilidad de un nuevo ataque contra el Congreso, en Washington, como el que seguidores de Donald Trump realizaron el 6 de enero, que provocó cinco muertos.
“Hemos obtenido información de inteligencia que muestra un posible complot para irrumpir en el Capitolio por parte de una milicia identificada el jueves 4 de marzo”, tuiteó la fuerza policial que custodia el edificio del congreso.
La policía del Capitolio recibió muchas críticas por la facilidad con la que los manifestantes la superaron. Otras críticas apuntaron a la demora con la que la Guardia Nacional llegó en su apoyo durante el asalto.
El mayor William Walter, jefe de la Guardia Nacional desplegada en Washington, reveló hoy ante un subcomité del Senado que solo fue autorizado a desplegar su fuerza en apoyo a los policías del Congreso más de tres horas después de recibir una llamada de auxilio.
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Ahora, la policía del Capitolio asegura que “ya hemos realizado importantes mejoras de seguridad”, después del ataque del 6 de enero, y precisó que está “alerta y preparada para cualquier amenaza potencial hacia los miembros del Congreso o hacia el complejo del Capitolio”.
Y señaló que toma los informes de inteligencia “seriamente”, y que está trabajando con las fuerzas locales, estatales y federales para “frenar cualquier amenaza al Capitolio”, aunque evitó profundizar en detalles.
Las amenazas parecen provenir de QAnon, el término general utilizado para denominar a un conjunto de teorías de conspiración de internet que alegan que el mundo está dirigido por una “camarilla secreta de pedófilos caníbales adoradores de Satanás”.
El martes por la noche, la policía del Capitolio simplemente indicó que había sido advertida de “preocupantes informaciones relacionadas con el 4 de marzo”, y que había tomado medidas “inmediatas” para reforzar la seguridad.
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El jefe de los servicios de protocolo y seguridad en el Congreso, Timothy Blodgett, envió un mensaje a los congresistas el lunes informándoles que estaba trabajando de cerca con la policía para monitorear la información “relacionada con el 4 de marzo y las posibles manifestaciones en torno a lo que algunos llaman 'el verdadero día de la investidura'”.
Los seguidores de QAnon creen que Trump es el verdadero ganador de las elecciones de noviembre del año pasado, y en un primer momento sostuvieron que el magnate no dejaría el cargo el día de la inauguración, sino que declararía la ley marcial, anunciaría arrestos masivos de demócratas y evitaría que Joe Biden se convirtiera en presidente.
Cuando eso no sucedió, la fecha se trasladó del 20 de enero al 4 de marzo, el día de la inauguración original de todos los presidentes de Estados Unidos antes de 1933.
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Sin embargo, Blodgett, el jefe de Seguridad del Congreso, sostuvo que “la importancia de esta fecha aparentemente ha disminuido entre diferentes grupos en los últimos días”, subrayó, sin embargo, en un correo electrónico publicado por medios estadounidenses.
Hasta 1933, los presidentes estadounidenses tomaron el poder el 4 de marzo, y no el 20 de enero como ocurre actualmente. Durante la presidencia de Trump, seguidores de la teoría conspirativa del grupo QAnon promulgaban, sin evidencias, que el republicano salvaría al mundo de las élites corruptas y pedófilas.
El ataque al Congreso provocó cinco muertos. Al menos 280 personas fueron arrestadas por estar presuntamente involucradas en el asalto al Capitolio y se han presentado cargos contra más de 300, muchos de ellos seguidores de QAnon.
SF