Ernesto Sanz: "El liderazgo de Mauricio Macri es en el PRO, no en el resto de la coalición"
El dirigente radical aseguró que está de acuerdo con la postura de neutralidad que comunicó la UCR de Mendoza pero indicó que todavía resta tomar una decisión institucional en el partido.
Ernesto Sanz |
Agencia NA
Ernesto Sanz, excandidato a presidente por la UCR, afirmó que Juntos por el Cambio debería priorizar el debate sobre el futuro de la coalición. “Lo que queda es lo que hay y es ser una oposición seria, responsable y que equilibre un sistema político que todavía no sabemos cómo va a quedar configurado”, remarcó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Me gustaría rememorar los esfuerzos que usted hizo y recuerdo la frase de "tragarse el sapo para que el radicalismo se recompusiese", algo que sin duda ha sucedido ahora que cuenta con centenas de intendencias y cinco gobernaciones. ¿Cuál es su reflexión en estas horas tan tensas para la coalición?
Está claro que son momentos muy difíciles y definitorios. Las razones que llevaron a la conformación de Cambiemos en el 2015 han ido mutando. En aquella época la aspiración del radicalismo era construir un equilibrio y una alternancia en un sistema político que venía con una hegemonía por parte del kirchnerismo.
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Eso se logró a medias porque el sistema político nunca fue demasiado equilibrado. El sistema de ahora ya no es de dos, es de tres, y eso también obliga a nuevos debates. De hecho, el debate de estas horas habla sobre este nuevo sistema político de tres en el que una fuerza derrotada como Juntos por el Cambio analiza qué hacer en un balotaje.
Pero más que eso, también hay que debatir qué hacer después del 10 de diciembre, cuando haya un nuevo gobierno en la Argentina. Las democracias colocan a los sistemas políticos en tres lugares: se es oficialismo, o se es oposición, o se es una mera organización testimonial.
Juntos por el Cambio no puede ni debe ser testimonial, tampoco vamos a ser oficialistas de acuerdo a lo que nos dijo la gente el domingo pasado, por lo que nuestro rol implica ser opositores.
Si alguno desea ser oficialista, no debería serlo por una manifestación individual de a quién le gusta, sino por un acuerdo programático y de gobernabilidad con alguno de los contendientes.
Yo hoy no veo esta posibilidad porque ninguno de los contendientes han hablado de acuerdos programáticos, sólo hablaron de cooptaciones individuales de lo que ellos consideran "los mejores".
Si está desechada la opción del "testimonialismo" y del oficialismo, lo que queda es lo que hay y es ser oposición seria, responsable y que equilibre un sistema político que todavía no sabemos cómo va a quedar configurado.
Para eso, el radicalismo tiene mucho más de lo que tenía en otras épocas, tiene gobernadores, intendentes y legisladores nacionales. Eso hay que preservarlo y protegerlo. La mejor salida tanto para el radicalismo como para Juntos por el Cambio, es declarar la neutralidad institucional para el 19 de noviembre, más allá de la libertad que ya tienen los ciudadanos comunes para ejercer su voto.
¿Hoy el radicalismo está en condiciones a ser oposición a quién fuese?
Sí y la pregunta es si ese rol lo quiere hacer de forma individual o lo quiere seguir ejecutando en el marco de una coalición para lo cual habría que discutir nuevos liderazgos.
Está claro que la coalición llega a esta instancia luego del fracaso de la última elección. Esta es la discusión que hay que dar y no creo que haya que darla antes del balotaje. La discusión es mucho más profunda que un eventual apoyo a Javier Milei o a Sergio Massa.
Hay que poner el caballo adelante del carro y pensar si queremos seguir siendo una coalición y si hay espacio en Argentina para que siga habiendo una coalición de esta naturaleza, liderada como hasta ahora y con los mismos defectos institucionales, o bien, ser una coalición en serio, poner en la cancha 11 gobernadores, 500 intendentes, etc.
Esto todavía no está en discusión y me parece que se está eligiendo un atajo de resolver estas cuestiones por vía de las preferencias en una balotaje. Me parece que no corresponde.
Claudio Mardones (CM): Hace un rato el radicalismo mendocino planteó en un comunicado que no acompañará ningún proyecto político de los candidatos a presidente. ¿Hay un consenso con el resto del radicalismo sobre el planteo en la provincia cuyana?
Comparto totalmente el pronunciamiento del radicalismo de Mendoza y me siento incluido. Esto no tiene que ver con ninguna especulación, simplemente es un aporte que se hace al debate interno y que tendrá definición en el radicalismo nacional durante las próximas horas.
Es muy saludable que los distintos distritos que componen un partido federal vayan expresando sus opiniones y eso va a enriquecer mucho el debate y la definición nacional. Habrá que ver si en el medio ocurre alguna definición por parte del PRO.
¿Usted cree que cierto sector del radicalismo que ya apoya algunas leyes oficialistas en el Congreso podría volcarse por Massa?
El radicalismo es un partido de 140 que tiene una institucionalidad impresionante que no tiene ninguna otra organización en Argentina y que ha sabido resolver colectivamente los problemas más profundos. Confío en que mi partido va a saber resolver democráticamente y disciplinadamente estas cuestiones que se vienen encima.
Alejandro Gomel (AG): ¿Cómo ve los movimientos de Mauricio Macri en los últimos tiempos?
Está claro que él ejerce en el PRO, y no en el resto de la coalición, un liderazgo que en los últimos tiempos ha sido puesto en discusión.
Así como soy respetuoso de la organicidad de mi propia fuerza y estoy esperando que haya una definición colectiva, prefería que la definición del PRO también sea orgánica y no a través de la opinión de una persona.
Apuesto a la institucionalidad, a la sensatez y al sentido común de una coalición con sus respectivos componentes. La Coalición Cívica ya lo hizo, se expresó de forma orgánica y está en una posición muy similar a la que proponemos algunos de nosotros.
¿El acercamiento que tuvo Mauricio Macri hacia Javier Milei rompió el acuerdo programático de Juntos por el Cambio?
Si analizo las conductas individuales de cada uno de los componentes de Juntos por el Cambio, sus preferencias y sus humores, estaría poniendo por delante el carro del caballo.
Yo soy orgánico y me gusta analizar las definiciones colectivas. En todo caso, las conductas individuales de cada uno de los líderes de Juntos por el Cambio que hayan tenido influencia en todo este proceso electoral debería someterse a un debate dentro de la coalición para determinar las causas de la derrota.
Para poder hacer ese análisis, lo primero que hay que determinar es si estamos dispuestos a seguir juntos. Esto sigue siendo una película y no una foto.
Creo que Juntos por el Cambio perdió, pero el Radicalismo ganó porque ahora es mucho más fuerte que el que usted tomó de las cenizas. Sea cual fuera la decisión que termine tomando el partido, no cabe ninguna duda que el radicalismo se ha desarrollado en los últimos años.
Le agradezco mucho las palabras, porque en los últimos años me tocó pasar momentos muy amargos por críticas de gente que no entendía cuál había sido la decisión en Gualeguaychú que primero tuvo que ver con un sistema político que excedía al radicalismo y con la decisión de incorporar al radicalismo en el debate de los partidos de poder.
