MODO FONTEVECCHIA
ARGENTINA Y EL CONFLICTO EN MEDIO ORIENTE

Tertulia Sperling-Szlajen: La fe de Milei, los riesgos del uso de la religión como discurso político y las amenazas para la Argentina

Los prestigiosos filósofos coincidieron en que las expresiones antisemitas no son un fenómeno actual y celebraron la postura de Javier Milei frente a los Estados terroristas.

Milei Muro
Milei Muro | Agencia NA

Diana Sperling y Fishel Szlajen conversaron con Jorge Fontevecchia en una nueva tertulia de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) sobre el antisemitismo y la visita del presidente a Israel.

Diana Sperling es filósofa, escritora, docente, autora de numerosos artículos y ha brindado conferencias en las que analiza diversos temas desde la perspectiva filosófica.

Fishel Szlajen es rabino, doctor en Filosofía, también tiene un doctorado en bioética, y es miembro titular de la Pontificia Academia para la Vida.

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Uno de los motivos por el cual convocamos a esta tertulia es que hay cierto temor que existe en la colectividad judía en Argentina de las consecuencias que puede tener la sobreidentificación que tiene el presidente con el judaísmo en la medida que el mandatario no tenga éxito.

Diana Sperling: Este asunto me recuerda a la famosa frase de Ernesto Sábato cuando decía que, hagan lo que hagan, los judíos siempre van ser culpables de algo. Desde la izquierda se los acusa de imperialistas, desde la derecha se los acusa de comunistas, etc. No hay ningún motivo para fomentar o estimular la judeofobia, antisemitismo, o el antisionismo. 

Lo que Javier Milei haga o deje de hacer no agrega ni quita. Los temores de la colectividad judía se justifican porque hemos sido víctimas de dos atentados gravísimos en el país que iban dirigidos a la comunidad judía y a la sociedad Argentina en general. Hay que dejar de pensar en términos de disculparse por ser judíos o defender al Estado de Israel. No me parece que el acercamiento de Milei al judaísmo sea un motivo de preocupación. 

Fishel Szlajen: La visita del presidente de la Nación a Israel tiene dos aristas, la política y la religiosa y siempre es bueno separarlas, más allá de que se vean entrelazadas. El presidente siempre manifestó que su primer viaje iba a ser a Israel, así como también su deseo de mudar la embajada de Argentina a Jerusalén, tal como ya lo hicieron otros países, entre ellos, Estados Unidos, y otros tantos expresaron la voluntad para hacerlo. 

La visible emoción con la que se lo vio al presidente en el Muro Occidental, conocido vulgarmente como Muro de los Lamentos, es porque hace dos años había prometido que, en caso de ser presidente, iría allí. El presidente no está haciendo nada que no haya dicho en su campaña, lo mismo sucede con su declaración de Hamás como un estado terrorista, algo que además, es un acercamiento con las ideas de un mundo democrático y libre

Yo celebro que el presidente argentino no sólo exija la inmediata secuestrados por Hamás, algo en lo que fue muy tibio el gobierno anterior. También celebro que haya dejado ciertas posiciones ambiguas y encubridoras con los peores regímenes políticos tanto en latinoamérica, como en el mundo árabe y en Eurasia donde hay falta de libertades individuales y colectivas. Dicho esto, también cabe aclarar que en materia de política exterior, la prioridad no es Israel, sino la unidad nacional para generar confianza internacional, la apertura al mundo y la relación con la región. Desde el punto de vista de su relación con el judaísmo, tiene derecho, como cualquier ciudadano argentino, a tener la afinidad que desee con cualquier religión

Él es católico, apostólico, romano y, si bien tiene una afinidad con el judaísmo, su afinidad es con la fe en general. Desde Alfonsín para acá, es el primer presidente que se arrodilla cuando ingresa a la Catedral. Tener por primera vez un presidente que manifiesta su afinidad simbólica hacia una religión que no es la católica, apostólica, romana, es una gran prueba para la Argentina que es un ejemplo del mundo de convivencia interreligiosa. 

No hay un motivo especial que justifique el judaísmo porque no es una cuestión racional. Dicho esto, distingo el uso de la religión como estrategia para el discurso político respecto del discurso religioso que interpela el pensamiento y la religión política. El que podría llegar a ser preocupante es el primero de estos dos tipos de discursos, aunque esto le cabe a todas las religiones. A ese sí le prestaría atención porque genera muchas tensiones, agrava tensiones existentes en lo social. Además, los políticos saben que la religión tiene un factor unificador y movilizar de masas como casi ningún otro. Hoy no se está dando, pero es necesario prestarle atención.

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Tanto en Europa, como en Argentina, se han producido muchas manifestaciones antisemitas. Una de las explicaciones tiene que ver con la importante inmigración en Europa de ciudadanos provenientes de países árabes. También hubo manifestaciones en contra de la respuesta del ataque terrorista de Hamás a Israel en Europa y en América Latina, a excepción de Argentina. ¿Cuál es la visión que tienen de este crecimiento del antisemitismo?

Yo no creo que la comunidad judía o que Argentina esté blindada contra ningún ataque. El antisemitismo existe como algo latente que puede volver a aparecer en cualquier momento. El hecho de que existan tantos motivos para su existencia, significa que no existe ningún motivo real. Son excusas, racionalizaciones o justificaciones. La cercanía del Milei al judaísmo puede usarse como motivo, pero eso no quiere decir que lo sea.

Diana Sperling: En Argentina han habido pintadas de esvásticas, profanaciones en los cementerios, tanto en Buenos Aires, como en el interior, y lo más terrible es que también la hay de parte de algunos judíos. Nosotros sabemos bien que ser judío no es una vacuna contra el antisemitismo, el autoodio es inherente a la existencia misma del sujeto humano y yo prestaría muchísima atención al periodismo, a los reportes en los que hay una visión extraordinariamente parcial, falsa y mentirosa que engaña sobre la situación. Muchos periodistas toman como cierta las cifras que da Hamás con respecto a los muertos en Gaza, acusan a Israel de perpetrar un genocidio. Hay que estar muy atentos a cómo esta información llega al público y como se estimula esta versión engañosa y falsa sobre lo que pasa en Medio Oriente donde el genocidio que comete Hamás no aparece, o aparece muy al margen. Israel vuelve a aparecer asociado a todos los males. Estamos muy acostumbrados, tenemos 3500 años de lidiar con esta situación. Como dice Fishel, hay que separar lo político de lo religioso.

El alineamiento de Milei con Israel es un hecho político de primera magnitud que pone al país del lado de los E

Tertulia Sperling-Szlajen: La fe de Milei, los riesgos del uso de la religión como discurso político y las amenazas para la Argentina

stados democráticos de occidente. Esto es muy importante y más en un país donde se ha hecho la vista gorda con los culpables de los atentados. Esta contrapostura de Milei es para celebrar. Respecto a lo religioso, hay que aclarar que el judaísmo no es una religión, tiene un aspecto de práctica religiosa que puede estar o no. Los fundadores del estado de Israel no eran religiosos. Esto es importante tenerlo en cuenta porque, independientemente del acercamiento espiritual de Milei, rescato la postura política como hecho fundamental de la política exterior. O se está del lado de la democracia, o se hace la vista gorda con el fundamentalismo.

Fishel Szlajen: El antisemitismo como aversión contra el pueblo judío data de la época bíblica. Luego se transformó en un antisemitismo secular, étnico en el siglo XVII, posteriormente en un antisemitismo racial en el siglo XIX y ahora es un antisemitismo político denominado antisionismo. Siempre el denominador común es la imputación hacia los judíos de todos los males, la traición, las conspiraciones, los asesinatos. Esto provocó una gran cantidad de persecuciones y matanzas cuya mayor expresión fue la Shoá. Soy ciudadano israelí, hice el ejército en Israel, y soy el primero que a veces critica ciertas políticas del estado de Israel. Pero lejos de toda legítima crítica, el antisemistismo aboga por la demonización y la destrucción del estado de Israel, concibiéndolo como colectivo judío y recurriendo a todas las narrativas antisemitas y con el fin de negar todo el derecho a la existencia del estado de Israel. Esto también es aprovechado por ciertos Estados musulmanes para desafiar a occidente sin nombrarlo y con el pretexto de un imperialismo sionistas que no existe.

Hoy, el antisemitismo tiene que ver con una omnicompresión del Islam, de forma social, gubernamental, religiosa, judicial, etc que hace de teocracia de los Estados. Esto aplicado al conflicto pelestino israelí deviene en las mismas narrativas que antes comentábamos, pero ahora por parte del Islam. Estos países cercenan derechos, especialmente para las mujeres, donde hay falta de libertad de expresión, que someten a los ciudadanos que no son musulmanes a través de impuestos y que cometen una serie de delitos por orden institucional. Los partidos de izquierda en Argentina están del lado de estas ideologías con la contradicción de que esos partidos serían exterminados por los propios Estados musulmanes.

Esto muestra a las claras que el verdadero propósito es el antisemitismo y condenar a Israel por lo que sea. Dentro de estos partidos se encuentra el fenómeno del autoodio que es el más lacerante, lo vimos en la discusión de candidatos presidenciales en la que todos estuvieron de acuerdo en mostrar su repudio y su solidaridad para con las víctimas del terrorismo y, sin embargo, la única que se opuso fue la candidata de izquierda Myriam Bregman, que es judía. Eso es el autoodio que también está relacionado con la presión social para adaptarse a las normas de la mayoría de determinado político o determinado contexto social o profesional. Lo mismo sucede con algunos periodistas, tal como bien lo marca Diana, que dan noticias sesgadas con el denominador común de que siempre están en contra del estado de Israel. Se requiere una opinión pública con un sentido crítico para poder ser objetivo. Argentina ya sufrió el atentado de la embajada de Israel, de la AMIA y el asesinato del fiscal Nisman y no nos podemos dar el lujo de ser indiferentes frente al antisemistismo y frente al terrorismo.

ADP  FM