Transición día 2: JxC = Juntos por la Coparticipación
Un segundo día de transición que estuvo marcado por declaraciones del presidente electo y reuniones: la de los gobernadores de Juntos por el Cambio, por un lado, y el encuentro entre Cristina Kirchner y Victoria Villarruel, por el otro.
Transición día 2: JxC = Juntos por la Coparticipación |
CEDOC
“Antes de la reunión de Cristina Fernández de Kirchner y Victoria Villarruel, los gobernadores de Juntos por el Cambio se encontraron para definir los pasos a seguir en medio de una transición que, hasta el momento, parece organizada y democrática. Aunque todavía, todo puede ser”, indicó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) del jueves 23 de noviembre de 2023.
Ayer fue el segundo día de transición y se ratificó un contraste entre el shock de las medidas anunciadas por un lado, el orden y cordialidad en el traspaso de funciones por el otro.
Mientras Javier Milei planteó que privatizará YPF, AySA, los ferrocarriles, Aerolíneas Argentinas, puso en duda el cobro de los aguinaldos, habló sobre la detención total de toda obra pública, del otro lado hay un protocolo intachable y una actitud colaborativa que encarrila el proceso con menos dificultades de las que se podría haber esperado.
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El capital político de Milei es que dijo exactamente lo que iba a hacer. Estamos ante un fenómeno nuevo porque hasta el domingo pasado pensábamos que nadie gana prometiendo ajustes y, como dijo Milei, “se quemaron todos los manuales de política”. Sin embargo, hay que decir que Milei siempre planteó que el ajuste lo iba a pagar la casta política y no la gente y eso es un tanto impreciso, porque la casta política no gasta el 15% del déficit fiscal como quiere recortar el presidente electo.
El hecho político más significativo de ayer fue la reunión de los 10 gobernadores de Juntos por el Cambio. Radicales “halcones”, como Alfredo Cornejo o Gustavo Valdés se mostraron junto a “palomas”, como Maximiliano Pullaro. Lo mismo ocurrió con los representantes del PRO, estuvieron Jorge Macri y Nacho Torres. Todos se mostraron como un bloque de poder frente al nuevo gobierno nacional.
Por un lado, se manifestaron dispuestos a acompañar el rumbo económico del nuevo gobierno y, por el otro, plantearon la necesidad de una compensación por los problemas que, según ellos, generó la eliminación del impuesto a las ganancias por la cuarta categoría, que era coparticipable.
Nacho Torres indicó que “es imposible quitar la coparticipación”. En palabras del nuevo gobernador de Chubut se escuchó la doble condición de este bloque. Por un lado su volumen parlamentario le da la posibilidad de acompañar al nuevo gobierno y, por el otro, puede ser un músculo político para ponerle un freno.
El gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, sostuvo que “queremos contribuir a representar fielmente el cambio del modelo económico”. Mientras que Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes, manifestó que “necesitamos un gobierno nacional que no se nos caiga por la cabeza”.
Es interesante el grado de unidad que lograron articular en sus planteos. Se ofrecen dar gobernabilidad y viabilidad al nuevo gobierno a cambio de un cierto respeto a los grados de coparticipación que no haga inviable sus provincias.
Otro de los momentos más importantes del día fue la reunión entre Cristina Kirchner y Victoria Villarruel.
Se podría decir que se reunieron los dos extremos políticos del poder y, según cuenta la vicepresidenta electa, la reunión fue cordial. Uno de los elementos más atractivos para el análisis es el silencio de CFK, la ausencia de fotos, en contraste con las declaraciones de la vice electa.
Es curioso el contraste entre este orden y colaboración del gobierno saliente y los gobernadores de Juntos por el Cambio con las declaraciones de Milei.
El presidente electo habló en A Dos Voces, se refirió a quienes tomaron créditos UVA y se preguntó “¿El gobierno le puso una pistola en la cabeza para que lo tomen?”.
El planteo de Milei es transparente, más allá de las sorpresas que pudiera suscitar. Los créditos tomados eran para poder acceder a una vivienda, quienes los tomaron no son especuladores financieros internacionales. ¿Deberían haber previsto el acuerdo con el FMI, la disparada del dólar y una inflación del 150% anual? Esto marca la mirada evolucionista, biológica, que tiene de la humanidad el presidente Milei.
Hablando sobre las nuevas privatizaciones, a lo Darwin, reivindicando la idea de que sobrevive el más fuerte o el que tiene mayor capacidad de adaptación, sostuvo que “todo lo que hace el sector público lo hace mal” .
En relación a la obra pública, Milei en una entrevista con Alejandro Fantino, planteó que no se hará más obra pública, ni se terminarán los proyectos que ya se iniciaron. También se refirió a esto el futuro ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, quien aseguró que “un presupuesto nacional no se puede sostener con 15 puntos de inversión dedicada a infraestructura”.
Todos los argentinos nos beneficiamos de que no tengamos que importar el gas. Los países europeos sufren las consecuencias de la guerra y saben lo que implicaría no tener que importar gas de Rusia. Por otro lado, también hay que advertir algo obvio: la parálisis de toda la obra pública es el fin de miles de puestos de trabajo.
Los presidentes más exitosos de Estados Unidos, desde mitad del siglo pasado, son quienes han logrado reconstruir la infraestructura del país, produciendo un efecto acelerador, tanto en puestos de trabajo como en consumo.
O el desarrollo de China, de los últimos 50 años, se basó en la creación de infraestructura. O el camino de la seda que China quiere promover a través de financiar infraestructura, que es la que luego permite que se realice el comercio en su mayor proporción.
Cada vez que Milei habla del ajuste en general aclara que lo va a pagar la política, no la gente de a pie. Ahora, cuando se especifica el ajuste, las consecuencias son fundamentalmente para los trabajadores y los sectores de menores ingresos.
Es interesante además aclarar algo con respecto al déficit fiscal. Según datos del propio FMI en 2022, de 180 países estudiados, 140 tuvieron déficit fiscal, muchos de ellos, por encima del de Argentina, por ejemplo, Francia, Alemania, China y Japón. En el caso de Estados Unidos, el país modelo, siempre tuvo, aunque en cantidades acotadas, déficit fiscal.
Por otro lado, en el pasado mítico y glorioso en el que, según Milei, éramos la primera potencia del mundo, esto es durante fines del siglo XIX había déficit fiscal y durante un gobierno “decadente”, como dice el presidente electo, fue el kirchnerismo, hubo seis años de superávit fiscal, del 2003 al 2008.
Tanto en temas de privatizaciones como de ajuste fiscal, las creencias económicas del nuevo gobierno se enfrentan a fuertes desafíos. Veremos si el pragmatismo que Milei demostró al incorporar en su gabinete a figuras que vienen de la “casta política”, genera ciertas posibilidades de diálogo y se terminan confirmando en la práctica.
