OPINIóN
Elecciones 2019

El debate no acaba en el debate

La poca práctica en la rendición de cuentas y el desconocimiento de la larga tradición mundial de debates presidenciales hace que en esta primera instancia no se aprovechen adecuadamente.

despedida de los candidatos en el escenario del debate 20191020
Los candidatos se despiden después de concluir con el debate. | Juan Obregón

Argentina tardó sesenta años en sumar el debate al proceso electoral y siendo de las últimas democracias en hacerlo aún sigue sin comprender de qué se trata. Nuestra pobre cultura cívica confunde debate con pelea y, sin mirar la larga tradición de otros países, los equiparamos a los alicaídos programas de tertulia. Pero no es una disputa política sino un examen que rinden los candidatos, como cualquiera que se toma en las facultades donde tiene lugar el debate presidencial. Como en ellos, la exposición oral es indicador de la competencia en un tema.

La credibilidad de la información política es demasiado crítica para la democracia como para dejarla librada a las declaraciones electorales

Estamos tan poco acostumbrados a evaluar a nuestros representantes que a muchos resulta extraño que los postulantes se paren frente a cámara a exponer sobre los temas que la propia sociedad civil les propuso. La poca práctica en la rendición de cuentas y el desconocimiento de la larga tradición mundial de debates presidenciales hace que en esta primera instancia no se aprovechen adecuadamente.

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El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
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Ya que la principal crítica que hicieron los periodistas fue que no pudieron preguntar en el debate, podrían aprovechar esa atención que despertó para hacer las preguntas que no se hicieron a tantos candidatos a los que solo se los escuchó hablar en publicidades. Sería muy valioso para el cierre del proceso electoral que el periodismo retome esos temas y busque profundizarlos.Y no solo en los presidenciales, sino en el resto de las listas. Y que profundice también muchas de las acusaciones que se cruzaron algunos candidatos, que necesitan ser investigadas tanto en la gravedad de los hechos como en las acciones que los que las expusieron realizaron para denunciarlas.

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Las afirmaciones hechas en los debates son más verificables que las que se hacen en los avisos publicitarios. Y quedan más expuestas que las que se deslizan en las esporádicas entrevistas que conceden algunos de candidatos. No hubo evento en esta campaña que convocara mayor atención, superior incluso a la de eventos deportivos populares. Pero no puede quedar en un pico de atención de una noche de domingo. Los votantes merecen una profundización y una contextualización para convertir las expresiones de propaganda en información. Y para eso se necesita del periodismo que empieza a trabajar cuando acabó el debate. La credibilidad de la información política es demasiado crítica para la democracia como para dejarla librada a las declaraciones electorales.

(*) Presidente de Infociudadana, investigadora UADE.