OPINIóN
Autocuidado personal

Entender y gestionar la frustración ¿Cómo afrontar de manera sana esta emoción tan displacentera?

La frustración es una reacción natural, generada por la capacidad innata de las personas de anticiparse y esperar ciertos resultados

Frustración
Frustración | Agencia Shutterstock

La frustración es una emoción universal que todos hemos experimentado alguna vez en la vida, aparece cuando tenemos expectativas positivas y luego no se cumplen. Es una reacción natural, generada por la capacidad innata de las personas de anticiparse y esperar ciertos resultados. Si no se gestiona apropiadamente, puede convertirse en una gran fuente de ansiedad y depresión.  

 

Existen 3 motivos que provocan frustración:

El primero sucede ante la demora de lo esperado. Por ejemplo, es habitual que tengamos que esperar uno o dos años antes de recibir ganancias por un negocio nuevo. Sin embargo, muchos emprendedores novatos se desalientan por las dificultades que aparecen y no son compensadas por beneficios inmediatos. Entonces, se frustran y terminan abandonando sus proyectos. 

El segundo motivo ocurre cuando se obtiene menos de lo esperado, ya sea en cantidad o en calidad. Un caso puede ser el de un estudiante que dedica muchas horas y esfuerzo a preparar un examen. Por ejemplo, si tuviera la esperanza de obtener un 10, puede sentirse frustrado si su calificación final es un 8. Es importante prestar atención al tamaño de nuestras expectativas, porque no siempre es posible obtener el máximo resultado. Bajo esta mirada dicotómica, corremos el riesgo de invisibilizar cualquier otro resultado que también sea válido

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Cuando hay un mal clima de trabajo, es frecuente que aparezcan otras emociones como el enojo.

El tercer motivo se presenta ante obstáculos que impiden concretar lo deseado. Por ejemplo, muchos empleados sienten frustración ante situaciones de ingratitud, indiferencia o desvalorización en ambientes con jefes autoritarios. Esto se debe a que los trabajadores esperan recibir un mínimo reconocimiento ante el esfuerzo prestado, además de su salario. Cuando hay un mal clima de trabajo, es frecuente que aparezcan otras emociones como el enojo y el resentimiento, que terminan agravando la frustración laboral. En los últimos años se empezó hablar del salario emocional como una estrategia para mejorar la motivación de los trabajadores. 

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¿Cómo gestionar la frustración? 

Uno de los principales desafíos a la hora de gestionar la frustración es reconocerla, sin caer en el victimismo o la derrota. Incluso, puede convertirse en algo positivo si aprendemos a gestionarla de manera adecuada.  Por definición, esta emoción se produce ante expectativas que no se cumplen. Por lo tanto, el primer paso para afrontarla es identificar si la expectativa es realista. En muchas ocasiones, nuestras metas y objetivos son elevados, fantasiosos o improbables. Frente a esta situación, se recomienda readecuar aquello que esperamos desde una mirada razonable y sensata. 

Por otra parte, la expectativa puede ser realista y lo que falla es la estrategia que implementamos para alcanzarla. En estos casos, conviene identificar cual fue el problema y buscar soluciones alternativas para superarlo. Por ejemplo, reconocer los errores, establecer objetivos intermedios, aprender nuevas habilidades, hacer una tormenta de ideas, buscar ejemplos de casos exitosos, saber delegar, pedir ayuda, etc.  

Frustración
La expectativa puede ser realista y lo que falla es la estrategia que implementamos para alcanzarla.

La manera de afrontar la frustración es una cuestión muy personal. Como toda emoción, podemos aprovechar la vivencia de cada una de ellas para reflexionar, aprender y ser más conscientes sobre quienes somos.

En vez que juzgar que una emoción es mala o perjudicial, podemos reinterpretarla como una señal que nos indica si debemos continuar o replantear nuestras acciones. En el caso de la frustración, es una oportunidad para evaluar cuales son nuestras metas y como conquistarlas. 

*Psicólogo Clínico  MP1366 (Chubut) @rodrigojaldo