Después de 10 horas de tensión, la toma de rehenes en una funeraria de la zona de Berazategui finalizó cuando el joven de 23 años se entregó voluntariamente al grupo Halcón. El motivo no fue más que, según el ministro de Seguridad Bonaerense, Carlos Stornelli, un “problema psiquiátrico” del sospechoso, que se había atrincherado a las 8 en la sala velatoria armado y vestido de gendarme.
En declaraciones ala prensa, Stornelli afirmó que se trató de " un muchacho desequilibrado lo cual hacía más peligrosa la tarea”. Y explicó que, al parecer, tuvo un desengaño amoroso” que lo llevó a realizar la toma de rehenes. Un modo, según dijo, de “llamar la atención”.
Según el ministro, los rehenes se encuentran en “perfecto estado” y el sospechoso, ya detenido, “se entregó voluntariamente” gracias a la intervención del negociador del Grupo Halcón y de un grupo de psicólogos. “Le dieron mucha charla para entretenerlo y convencerlo de que se entregue”, relató.
El captor, identificado como Leandro Gustavo Arteaga, se había disfrazado de gendarme y hacia varios días que iba a la funeraria, donde convenció a los empleados que estaba haciendo una investigación. Por eso, el ingreso a la sala velatoria no fue violenta, aunque sí golpeó a una mujer policía que custodiaba el lugar y que luego dejó ir, a cambio de dos rehenes policías que se ofrecieron como rehenes a cambio de ella.
Durante las 10 horas de las negociaciones, el joven sólo pidió pizzas y gaseosas y ropa para cambiarse. “Es un hombre que no está bien de la cabeza y que recibirá la atención necesaria”, señaló Stornelli. Y agregó: "Tuvimos un final feliz".