Agencias
Tras el revuelo causado por el llamado a declaración indagatoria de Cristina Kirchner, el macrismo buscó tomar distancia y enmarcarlo en una decisión judicial mientras que el kirchnerismo hizo precisamente lo contrario y apuntó hacia el gobierno de Mauricio Macri como el verdadero impulsor de la citación.
Cristina Kirchner mantuvo el silencio. Por ahora demora su regreso a Buenos Aires y alterna su estadía entre El Calafate y Río Gallegos, en Santa Cruz.
El juez Claudio Bonadio, quien tras el fallido intento de reforma judicial de 2013 se transformó en el principal promotor de las investigaciones contra el kirchnerismo, consideró que “el Banco Central ha tenido un quebranto por las posiciones vendidas de futuros de dólar”.
Otros dos ex funcionarios llamados a indagatoria, el ex ministro de Economía Axel Kicillof y el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli, lanzaron críticas hacia el juez federal y lo vincularon al gobierno de Macri
Vanoli, en una entrevista publicada por el diario Página/12, consideró la medida como una “una pantalla para tapar el fenomenal ajuste y la inflación que generó la devaluación que implementó el macrismo”.
La causa comenzó a fines del año pasado por una denuncia de los diputados opositores Federico Pinedo y Mario Negri, ambos de Cambiemos
Negri pidió ayer “no politizar” la causa, mientras que la diputada massista Graciela Camaño pronosticó que “muchas otras cosas más nos van a escandalizar”.
Kicillof, ahora diputado del Frente para la Victoria, consideró que “Bonadio es un caso emblemático del partido judicial y uno de los instrumentos que está utilizando Macri para disciplinar a los políticos”
Otros diez funcionarios también fueron citados como imputados, tres de ellos todavía mantienen sus cargos en el directorio del Central: Pedro Biscay, Juan Cuattromo y Germán Feldman. Cristina es la última de la lista de indagados. Debe presentarse el 13 de abril
La decisión de Bonadio es sólo uno de los frentes que se abrieron para el kirchnerismo en el ámbito judicial, en el marco de una ofensiva contra los ex funcionarios. Allí también aparece la presión para que la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman pase al fuero federal, los avances en la causa Hotesur, las denuncias por el manejo de subsidios al sector energético y decenas de presentaciones que se acumularon durante su último año en el poder.