POLITICA
cambios con una presidencia de fernandez

En tribunales ya imaginan la Justicia con Alberto

Mientras sobrevuelan todo tipo de nombres para cargos claves, hay quienes aseguran que el candidato podría centrar el vínculo con los magistrados por su know-how judicial. Vacantes que podrían evitar una purga política.

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Pasado. El ex ministro de Justicia, Alberto Iribarne, compartió gabinete con Alberto como jefe. | cedoc

La figura de Alberto Fernández parece responder, para muchos, varias de las principales dudas que hay sobre el futuro devenir de la Justicia poselecciones generales de octubre. Mientras “vuelan” nombres sobre quién podría ocupar cargos claves, como el Ministerio de Justicia o la Procuración General de la Nación, son varios los que ya aseguran saber o haberse juntado con “operadores” o interlocutores de Fernández.

Sin embargo, tanto en gran parte de la Justicia como cerca del candidato presidencial coinciden en asegurar que por ahora, al menos, no hay operadores designados, y que los nombres para los cargos a cubrir que puedan salir publicados solo sumarán errores.

Respecto de los operadores, son varios los que apuestan fuerte a la propia figura de Alberto. Afirman que “no necesita intermediarios, ni mucho menos operadores”. “Alberto conoce a la Justicia por la academia, por la gestión, y hasta por su paso por tribunales”, mencionan otros y hasta evocan el tiempo de labores del candidato presidencial, durante los 80, en el ámbito de la Justicia.

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En efecto, la impresión que hay en vastos sectores judiciales es que Fernández tiene diálogo con buena parte de los magistrados de Comodoro Py 2002 como para necesitar o tener que delegarlo en alguien más.

Nuevos tiempos. Por todo eso, entre otros motivos, en Comodoro Py hay cierta expectativa sobre lo que vendrá después del 10 de diciembre, en caso de mediar un triunfo del Frente de Todos. Con matices, algunos confían, y otros aseguran, que las cosas con el “albertismo no serán como con el kirchnerismo”. Otros, en cambio, explican  que la mayor avanzada del universo K contra la Justicia llegó cuando Fernández había dejado la Jefatura de Gabinete. En esos años, también lo ubican detrás de los movimientos para cubrir varias vacantes que estaban libres en la Justicia.

Cerca del candidato, no obstante, piensan que los poderosos tribunales de Retiro “se acomodarán” a los nuevos tiempos, casi de “forma natural”. Algunas decisiones parecen darles la razón. En tanto que también parecen mirar con expectativa la implementación del sistema acusatorio, cuya dinámica limita y acota la función de los magistrados. Su implementación fue puesta en marcha por el macrismo en Salta y Jujuy, pero recién está pensado que llegue a Comodoro Py en 2025. Algo que se considera demasiado tiempo acorde con el volumen y la intensidad de los acontecimientos en la Argentina.

Cargos pendientes. En ese escenario, se suma la cantidad de cargos claves en la Justicia federal que están vacantes, a los que se añadirían, en poco tiempo más, otros lugares como consecuencia de jubilaciones de magistrados. Una fotografía que, muchos coinciden, generaría una “depuración natural sin tener que hacer una especie de “purga”.

También el posible ascenso del juez Daniel Rafecas a camarista dejaría libre un juzgado federal más.  Y en el medio de todo lo que sucederá están los nombres que surgen como candidatos para los puestos a ocupar. De eso también, se sabe, dependerá gran parte de lo que suceda en la Justicia.

Desde Marcela Losardo, una abogada de buena trayectoria, ex viceministra de Justicia, y de absoluta confianza de Fernández, hasta el ex ministro Alberto Iribarne suenan como algunos de los más firmes candidatos al despacho de Sarmiento al 300, donde funciona la cartera de Justicia. Iribarne estuvo, precisamente durante parte de la gestión de Alberto como jefe de Gabinete.

También suenan León Arslanián y el ex consejero de la Ciudad, Juan Manuel Olmos, para diferentes roles. Todos son de confianza de Fernández, un detalle para nada menor en un ambiente marcado por la cautela y un terreno complejo.