El Presidente Néstor Kirchner visitó la ex cárcel de Caseros, que será demolida, y en su discurso le dejó una labor a su mujer y futura presidenta argentina, Cristina Fernández, relacionada con la reformulación del sistema penitenciario, que definió como " una tarea central".
"Hay que consolidar profundamente esta política que todos nosotros creemos respecto a los Derechos Humanos, garantías individuales, recuperación, reeducación de muchos presos comunes", afirmó Kirchner, en el acto.
El Presidente recordó que la ex cárcel de Caseros "fue inaugurada con platillos y bombos como si fuera una gran obra, una gran conquista y sólo fue preparada para torturar y quebrar moralmente y espiritualmente a una generación".
Al hablar en un acto, el Presidente dijo que la demolición del ex penal de Caseros "es el triunfo de la dignidad y la idea" y significa "el final del horror".
"Espero que todos los que caminen por este lugar sepan que caminan sobre la historia argentina que estamos derrotando y no queremos nunca más. No hay muros, no hay llaves, no hay hombres malos y sí hay una sociedad que se decidió a tener justicia", enfatizó Kirchner.
El su discurso, el Presidente, afirmó además que "un país sin ideas, sin ideologías, es un país que le pasa lo que nos pasó a nosotros en la dictadura y en distintas etapas después".
"La verdad, la memoria, la justicia, la dignidad nunca se van a poder encerrar en muros como éste, miren como se cayeron", dijo Kirchner, al asistir al acto de demolición de la ex cárcel de Caseros.
Kirchner y Cristina Fernández llegaron a la ex cárcel acompañados por el secretario general de la presidencia, Carlos Parrilli.
Fuente: Télam