Para el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, “hay demasiado prejuicio y opinión superficial” sobre las pistolas de descarga eléctrica que su gobierno pretende comprar para la nueva Policía Metropolitana. De esta manera, y pese a todas las críticas que catalogan a estas armas como “un método de tortura”, el jefe comunal ratificó su uso.
“Claro que sí vamos a probarla, y la verdad es que hay demasiado prejuicio y opinión superficial” al respecto, aseveró Macri ante la prensa en la Plaza San Martín, donde hoy hizo un balance sobre la política vial en la Ciudad. Y agregó, tal como lo hizo ayer su ministro de Seguridad Guillermo Monetenegro: “No estamos improvisando sino que estamos trayendo tecnología de avanzada que se usa en otras partes del mundo”.
Ayer, pese a las advertencias de Amnistía Internacional y la ONU, Monetenegro utilizó el mismo argumento para defender el uso de las pistolas de descargas eléctricas, que el gobierno porteño compró para que la Policía Metropolitana probara su uso. "Compramos para prueba cinco pistolas (modelo Taser X26) con descarga eléctrica de bajo amperaje, que no puede provocar lesión", señaló Montenegro ayer, y resaltó que fuerzas policiales de Miami, París, Chicago o Nueva York, entre otras, cuentan con ese armamento.
“La probaremos a ver cómo la introducimos, siempre a favor de disuadir, salvar vidas y que la violencia sea la menor posible, protegiendo a nuestros policías", señaló Macri. Sin embargo, admitió que su mala utilización “puede ser letal”.
Amnistía Internacional señaló ayer en un comunicado que “exige al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que suspenda el uso y la transferencia de armas con dispositivos de energía conducida hasta que no se realice una investigación independiente, seria y rigurosa sobre los efectos que provoca su utilización”.