A lo largo de su gestión, el presidente Mauricio Macri muchas veces se mostró más cómodo en el plano internacional y rodeado de sus pares que al frente de la Casa Rosada. Tras su derrota en las elecciones generales del domingo 27 de octubre, el líder de Juntos por el Cambio podrá incursionar en ese ámbito por última vez antes de traspasarle el mando a su sucesor, Alberto Fernández. El jefe de Estado saliente viajará a Brasil el 5 de diciembre, cinco días antes de dejar su cargo, para participar de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur.
El encuentro se realizará en la ciudad de Bento Gonçalves, unos 125 kilómetros al norte de Porto Alegre, en el estado de Río Grande del Sur. Allí, Macri traspasará la presidencia pro témpore del Mercosur a su par Jair Bolsonaro, quien apoyó al argentino en público durante la campaña y en los últimos meses escaló las tensiones con su rival del Frente de Todos. De hecho, el brasileño adelantó la fecha de la Cumbre para coincidir con el mandatario saliente y evitar cruzarse con Fernández.
Bolsonaro lamentó la victoria de Alberto Fernández: "Argentina eligió mal"
Bolsonaro mantiene una línea ideológica dura sobre Argentina. Desde antes incluso de llegar a la presidencia, elogiaba a Macri por "terminar con la Dilma Kirchner" y luego advertía que un eventual triunfo de Cristina Fernández de Kirchner transformaría a nuestro país en una "Venezuela del Sur".
El paracaidista retirado anticipó también que podría retirar a su país del Mercosur frente a un triunfo del peronismo o "si se crean problemas". "No creo que quiera seguir los principios de libertad y democracia", dijo Bolsonaro sobre Fernández tras las PASO del 11 de agosto. La advertencia se ubica en una línea pro-mercado y liberalizadora del presidente brasileño y de su ministro de Economía, Paulo Guedes: ambos desprecian el bloque regional y aspiran a alcanzar acuerdos de libre comercio entre Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea. La relación con la UE (que firmó un acuerdo con el Mercosur en junio pasado) se dificulta por el rechazo de sectores agropecuarios europeos, el repudio al manejo de Brasil de los incendios en el Amazonas y los exabruptos de Bolsonaro hacia Emmanuel Macron y su esposa.
El brexit de Latinoamérica: la posible retirada de Brasil del Mercosur
Alberto Fernández tiene otra visión de la política regional e internacional. En campaña, anticipó que abandonaría el Grupo de Lima —que mantiene una línea dura de rechazo a Nicolás Maduro y reconoce como presidente legítimo de Venezuela al opositor Juan Guaidó— para adoptar la postura de Uruguay y México. Estos países proponen "buscar un punto de acercamiento que devuelva la convivencia democrática y la plena institucionalidad" a Venezuela y rechazan la posibilidad de una intervención extranjera. Precisamente a México será el primer viaje del exjefe de Gabinete como presidente electo. Fernández además se referencia en el bloque progresista conocido como "Grupo de Puebla" y en su discurso triunfal reclamó la libertad del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, ícono de la izquierda latinoamericana de principios de siglo, detenido desde abril de 2018 por presuntos casos de corrupción.
Las tensiones entre Bolsonaro y Fernández crecieron esta semana luego de que el brasileño "lamentara" el triunfo electoral del argentino, al decir que nuestro país "eligió mal". El exabrupto, a su vez, generó problemas al Gobierno de Macri, cuyo canciller tuvo que reclamar, en una carta "a título personal", que el exmilitar modere sus opiniones. El enfrentamiento incluso llegó a sus hijos: el diputado Eduardo Bolsonaro se burló en redes sociales de Estanislao Fernández, más conocido como "dyhzyx", por su afición al cosplay.
Agenda accidentada. La agenda internacional de Macri antes del traspaso de mando incluía otras dos actividades, ambas en Santiago de Chile: la cumbre de países del Asia-Pacífico a mediados de noviembre y la de Cambio Climático el 5 y 6 de diciembre. Los dos eventos fueron cancelados debido a la crisis social que atraviesa Chile.
FF