El vicepresidente Julio Cobos ya tiene decidido jugar su figura en la campaña electoral. Su alto nivel de popularidad, según reflejan las encuestas, es codiciado por su propia tropa del ConFe y también por sus aliados que ven cada vez más cercano el 28 de junio.
La principal batalla del cobismo es su pago chico, Mendoza. Allí apuntarán todos sus cañones. El acuerdo con el radicalismo dejó heridos en ambos lados y no se logró la armonía que los más optimistas pronosticaban. Sin poder consensuar una lista de unidad, la UCR y el ConFe deberán resolver el orden de las candidaturas con una interna. El senador Ernesto Sanz, jefe de la bancada radical en la Cámara alta, pretende encabezar la boleta y los cobistas proponen en su lugar a la actual diputada Laura Montero.
“Para evitar la ruptura, Julio podría dejarle el lugar a Sanz”, confían cerca del mendocino. La lista tendría un guiño a Felipe Solá, ya que los cobistas pretenden ubicar como tercer candidato a diputado al peronista Enrique Thomas, un dirigente cercano al bonaerense que pretende renovar su banca en el Congreso.
En el cobismo no dudan de que el ex compañero de fórmula de Cristina Kirchner enfrentará al kirchnerismo de frente. “No es nuevo, ya lo hizo en 2007, cuando el Frente para la Victoria apoyó a (Celso) Jaque y nosotros a (César) Biffi”, recuerdan en la Presidencia del Senado.
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