El Gobierno porteño modificó su postura y dio el visto bueno para que Lotería Nacional prorrogue otra vez los contratos vencidos a las empresas que explotan los cinco bingos de la Ciudad. De esta manera, y luego de casi tres días de negociaciones y conflictos las alas vuelven a abrir sus puertas y funcionarán normalmente por 30 días hábiles.
La situación se destrabó luego de una reunión entre los representantes del Instituto de juegos y Apuestas de la Ciudad, Lotería Nacional y los gremios del Juego y Gastronómicos. Allí, los representantes del GCBA aceptaron extender las concesiones de los bingos (Belgrano, Caballito, Congreso, Lavalle y Flores) hasta el 3 de junio.
La noticia llevó tranquilidad a los casi 400 trabajadores que habían quedado virtualmente en la calle el domingo pasado, día en que venció la prórroga con la que las salas ya funcionaban desde diciembre de 2014, pero al mismo tiempo genera incertidumbre de cara al futuro, ya que aún no está resuelto qué pasará una vez que se cumpla el plazo.
La opción que suena con más fuerza es que Lotería llame de nuevo a licitación. La convocatoria ya estaba hecha y habían quedado en carrera dos sociedades en las que confluyen Cristóbal López y Federico de Achával (socios en el Hipódromo de Palermo), Cirsa (Casino Flotante de Puerto Madero) y el grupo Libermann (que opera un casino en Mendoza). Pero el Gobierno porteño frenó el proceso, con una denuncia penal de por medio contra la cúpula de Lotería.
“Más allá de la alegría por este logro de los trabajadores, tenemos como misión que se transparente esta actividad, para que a ningún político se le ocurra que hablando mal del juego puede juntar un voto más sin importarle lo que pasa con los que viven dignamente de ella”, explicó Ariel Fassione, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar.
Los bingos, que fueron un negocio importante durante la década del '90, están en retroceso. Las máquinas tragamonedas del Hipódromo de Palermo, los casinos flotantes de Puerto Madero y la proliferación de salas en el conurbano, colaboraron para llega a este presente. Las empresas que explotan las cinco salas de bingos porteños no pagan el cánon desde 2009 y acumularon una deuda de $ 140 millones con Lotería Nacional.
(*) Subeditor de Política de Diario Perfil. Especial para Perfil.com