Me hizo acordar al “¿¡Por qué no te callas!?”. Cuando desde su tribuna itinerante del Conurbano bonaerense Kirchner dijo: “¿¡Qué querés, Clarín!?” usó el mismo tipo de pregunta admirativa que el rey de España le hizo a Chávez. Se escribe igual: con cualquiera de los dos signos o los dos juntos, según las preferencias. Pero a mi me sonó distinto, bien diferente a como lo interpretó la bullanguera tribuna de Néstor que estalló en aplausos al grito de “Tomala vos, dámela a mí, el que no salta es de Clarín”. Yo lo leí como un verdadero pedido: “¿Qué querés que te dé para volver a trabajar para mí?”. “¡Si estábamos tan bien juntos!”
¿¡Por qué te fuiste, mamá!? A mí me sonó a súplica disfrazada de agresión, al estilo de la mujer despechada de la canción del dúo Pimpinela que comienza: “¡Me engañaste, me mentiste, me tomaste cuando te hice falta y ahora me tiras. Me usaste..” pero donde la abandonada no quiere asesinar a su ex pareja sino recuperarla.
Clarín tampoco guarda la compostura, después de años de enviar chiquitos, a página par, sin foto, mezclados con policiales y sociedad, los temas sobre libertad de prensa, ahora dedica, al comienzo del diario, páginas y páginas a la reunión semestral de la SIP en Paraguay (en 2004 publicó 75 centímetros contra 1.575 de 2009) y en convertir a la diputada radical Silvina Giudici, presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión de esa cámara, en una especie de Susana Giménez que aparece todo el tiempo.
Da vergüenza ajena, lo mismo que las imitaciones en Canal 13 de Tinelli a Néstor y Cristina Kirchner (ver Espectáculos, página 2) que justo ahora conviene relanzar después de haberlas olvidado prolijamente mientras Kirchner era todopoderoso.
Les vale la misma crítica que al Gobierno: así como muchos piensan que el anuncio del anteproyecto de reforma de la Ley de Radiodifusión fue hecho para extorsionar a Clarín y todos sus artículos pueden ser modificados para licuarle los daños en la medida que se avenga a ser nuevamente funcional con el relato del Gobierno, también hay quienes piensan que las imitaciones de Néstor y Cristina Kirchner que realizarán Tinelli en Canal 13 pueden, dependiendo de las concesiones que se realicen, bajar su tono crítico o hasta extinguirse rápidamente, como ya sucedió con la policía del Valijagate de “Patinando por un sueño”, quien después de entrenarse varios meses quedó fuera del aire antes de debutar.
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(*) Fundador del diario Perfil.