Uno de los pedidos que le hizo el presidente Mauricio Macri fue el de tener un rol que a Daniel Scioli lo hace sentir cómodo: que participe de distintas cuestiones de Estado y su presencia se convierta en un símbolo de “unidad”, sobre todo ante el mundo exterior.
El ex gobernador de la provincia de Buenos Aires está dispuesto a mostrar una “convivencia pacífica”, pero tendrá el desafío de lograr convertirse, al mismo tiempo, en líder del peronismo y de la oposición. Para ello serán clave dos ámbitos: el Congreso y el Partido Justicialista.
Por el Congreso pasarán otros de los temas conversados ayer con el mandatario, como la reforma política, para lo que le pidió acompañamiento. Pero Scioli cuenta con apenas una diputada nacional propia (Cristina Alvarez Rodríguez) de las 112 bancas que posee el Frente para la Victoria.
Sin sesiones extraordinarias, el ex motonauta apuesta a las próximas semanas para conquistar el respeto de distintos diputados y transformarse en el hombre que puede controlar la votación de un puñado de legisladores de su bloque. “Marzo será un mes clave. Depende sólo de Scioli convertirse en líder o no. Si no lo logra, ahí sí será el momento de irse a su casa”, se sinceran en el sciolismo sobre su supervivencia política.
La discusión de autoridades en el Partido Justicialista podría ser su sostén. La elección de un nuevo titular que debería asumir en mayo le abre las puertas al peronista que quiera estar en una boleta electoral en los comicios de 2017 y 2019. En ese escenario, Scioli vuelve a sentirse cómodo: deberían votar tres millones y medio de afiliados, y cree poder ganar la interna ante cualquier otro dirigente que quiera competir, incluso con quienes hoy están fuera, como el ex gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota.
El futuro del PJ fue otro de los temas de una conversación distendida de cuarenta minutos entre Macri y Scioli en el salón Eva Perón de la Casa Rosada. Scioli se comprometió a colaborar pero pidió gestos y medidas concretas, como el 82% móvil y que se respete el fallo de la Corte sobre coparticipación.
Horas después de este encuentro llegó el turno del ex candidato presidencial de UNA, Sergio Massa. “No somos opositores, somos propositores, una fuerza constructiva. Vamos a apoyar cuando haya que apoyar y vamos a oponernos con propuestas cuando estemos en desacuerdo”, dijo sobre el rol de su bloque. Para la reunión, Massa preparó los proyectos por los que pedía acompañamiento: reforma del Código Penal, Ley de Emergencia y Ley de Seguridad Ampliada, Ley De Imprescriptibilidad de los Delitos contra la Administración Pública, Ley de Primer Empleo y ley de regulación de la pauta oficial.
Para controlar la votación en la Cámara de Diputados se debe contar con 130 legisladores. Los 94 de Cambiemos obligan a negociar, por lo que los 40 legisladores de Massa serán protagonistas en las votaciones. Sin embargo, en el Senado, el peronismo mantendrá la mayoría y Cambiemos no podrá sin él.