—¿Llegan con más confianza o con más incertidumbre que en las PASO?
—Soy de las que cree que, más allá de las encuestas, la gente elige. Uno tiene que trabajar de la misma manera, con un camino trazado, haya o no campaña electoral. Y después seguir escuchando a la gente no solamente con el equipo de Gobierno sino con Esteban (Bullrich), Gladys (González), Graciela (Ocaña), Toty (Flores), Guillermo (Montenegro) para ver qué cosas hay que mejorar. Las campañas ayudan a tener más tiempo con la gente, más allá del resultado electoral. Igualmente el domingo es muy importante: se define si seguimos apostando por un cambio o si volvemos al pasado en la Provincia. Por eso es una campaña a la que le hemos puesto mucho el cuerpo.
—¿Y respecto a las primarias?
—Esta elección define y por eso es muy importante que la gente vaya a votar. No se trata de formalizar un candidato como en las PASO. Si hubiéramos tenido 15 diputados más, Julio de Vido no estaría hoy en la Cámara de Diputados. Entonces, un diputado te puede hacer una diferencia.
—¿Cómo ve el futuro de Cristina Kirchner?
—Me importa más el futuro de los bonaerenses. Me gusta pensar que después del 22 vamos a estar todos más fuertes y dejar un sistema que durante 25 años nos estafó.
—De los gobernadores, ¿quiénes la avalaron en el reclamo del fondo del Conurbano?
—Hay un reconocimiento unánime de que la Provincia está en una condición de desigualdad. No está en discusión que el reclamo sea justo, lo que está en discusión es de dónde se sacan los recursos. Y hay un temor de algunos gobernadores de perder recursos. Las instancias de diálogo se plantearon y se llevó el reclamo a la Corte. Son fondos que podrían resolver obras de la Provincia, no tendríamos que endeudarnos. Es muy importante que el resto de los candidatos diga cuál va a ser su posición sobre este tema.
—¿No es muy alta la inflación de 1,9%?
—Estoy tranquila porque siento que no se trata de cuánto da un mes sino un proceso. Confío que a fin de año vamos a estar cerca de la mitad del 2016. Lo importante es que la inflación está bajando. Y se va a cumplir el compromiso de Mauricio (Macri) de un dígito en 2019.
—¿Por qué subió la indigencia en la Provincia?
—La pobreza bajó y subió unas décimas la indigencia. Pedí un desagregado en el Indec para ver exactamente en qué lugares subió, para trabajar específicamente y focalizar ahí. En la medida que se esté generando empleo, con el sostén social del Gobierno, que invertirá ocho de cada diez pesos en lo social, el trabajo en comedores escolares, todo eso empieza a mejorar. Pero va a ser de a poco, gradual. El problema de la pobreza no empezó en diciembre de 2015, ojalá fuera así porque sería más fácil de resolver, pero lleva décadas. Y en la Provincia lleva más de 25 años con el mismo sistema que sólo hizo a los pobres más pobres.
—¿Imagina un Gobierno con mucho poder si gana el 22?
—El voto no es un cheque en blanco. El error de muchos políticos es obnubilarse por una encuesta o una elección. Solos no podemos nada. El cambio no es un presidente o una gobernadora, es un cambio que necesita a todos, cada uno desde su lugar. Peleo todos los días contra los egos contra el mero riesgo de que alguien crea que “ya está”.
—¿Macri está de acuerdo?
—Totalmente, si alguien que tiene plena conciencia en este espacio de que solo no puede es Mauricio. Por eso instaló el concepto de equipo en la Argentina. Además, no vamos a tener mayoría: vamos a tener que dialogar con otras fuerzas.
—¿Por qué se autoexcluyó de la carrera presidencial?
—Lo que dije es que como gobernadora no trabajo para ninguna candidatura y que le ha hecho mucho daño a los bonaerenses tener un gobernador que trabajaba para ser presidente. Hoy todos los candidatos buscan otra cosa: fueros, poder tener un capital político para el 2019.
—¿El Presidente irá por la reelección?
—No hablamos del tema, pero a mí me encantaría que vaya por la reelección. El proceso que está encarando de transformación necesita mucho años de trabajo arduo.
—¿Y usted?
—¡Uf! (resopla). Cada día acá es como un mes. Como todos los demás cargos que me tocaron ocupar en la vida, ninguno me definió primero. Primero nos definió el trabajo, y después la consecuencia. No es una decisión que vamos a tomar ahora, lo definiremos en equipo.
Chocolate y culpa
—¿A quién votó por primera vez en las PASO su hija Camila?
—No me dijo (risas). Como hija independiente, con la libertad que tiene, no me dijo. La quiero como hija, no como militante.
—¿Cuándo fue la última vez que se enojó?
—Anoche (el jueves), con mi hija Camila. Llegué a mi casa tarde (cerca de la una de la mañana, tras Intratables y TN) y me enojé con ella porque es adolescente y tiene 16. Y cuando una es madre tiene discusiones. Ella es brava (la apodaron “la cabra montesa”) y yo también soy brava. Para que el resto de las madres sepan que a mí también me pasa.
—¿Qué hace para combatir la ansiedad en campaña?
—Miro series. Ahora estoy viendo Velvet, que no tiene nada que ver con la política, pero tiene una escenografía y un vestuario impresionantes. También como chocolate y después me arrepiento al día siguiente. Me digo: “¡Uy!, ¡cómo va a engordar eso!”. Siempre hay algo dulce porque cuando viene gente a casa a tomar un café, les ofrezco.