Una foto y un gesto con las manos activaron los rumores de embarazo de Fabiola Yañez. En un viaje oficial a Misiones para el lanzamiento de la segunda edición de un programa de preventa turística, hubo una sucesión de imágenes de la Primera Dama con manos colocadas –estratégicamente– sobre el vientre. Un posición que por motivaciones diferentes provocan en la mayoría de quienes la miran la posibilidad de un embarazo.
Si por caso, alguno creyera que la mujer que así posara podría tiene dolor de panza o trastorno gástrico, la gestualidad facial seguramente lo obligaría a recapacitar. Como sea, las manos sobre un vientre que cierta incipiente redondez ubicaron a Fabiola Yañez y Alberto Fernández como protagonistas de una noticia más que personal, pero dada la investidura, imposible que no concitara atención mediática.
Un ambiguo emoticón. Ayer la centralidad política del oficialismo fue la reunión de gabinete en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. No solamente porque estaban todos los ministros y ministras, con excepción de Carla Vizzotti que estaba en Rusia, sino porque hacía tiempo que eso no se daba. Y más allá de la agenda amplia lógica dada la coyuntura, entre quienes cubrieron ese encuentro la pregunta sobre el embarazo –o no– de Fabiola Yañez era un tema colateral de consulta a los funcionarios.
Qué le dijo Alberto Fernández a Fabiola Yañez en el cumpleaños de Olivos
Oficialmente no hay confirmación o negación del embarazo y se duda que lo haya en lo inmediato. Pero como ha quedado demostrado con la famosa foto tomada en julio de 2020 en la residencia de Olivos, el manejo mediático de este tipo de temas no se tratan con la pericia esperada. Sí fue el comentario coincidente de algunos de los presentes en el Museo del Bicentenario que pocas veces lo vieron a Alberto Fernández tan hermético respecto a un tema que es parte de la agenda mediática. Esto es, nadie se animó decirle algo, a consultarlo sobre el tema, y mucho menos felicitarlo para quizá con ese gesto activar la confirmación. Dicen que hubo quienes le mandaron un mensaje por Whatsapp y todos recibieron la misma respuesta: un emoticón de los muchos que hay sobre el Presidente, pero que en este caso en particular, da pie a por lo menos dos respuestas. La mayoría igualmente, se inclina a pensar que el embarazo es cierto.
Anecdotario presidencial
Mientras se decide la confirmación de la gravidez de Fabiola Yañez, la llegada de un nuevo integrante a una pareja presidencial inauguraría un hecho inédito, al menos a partir de recuperación de la democracia en 1983. En el transcurso de estos 38 años, hubieron otro tipo de sucesos personales que tuvieron protagonistas a los presidentes y presidenta. Carlos Saúl Menem tuvo una separación desprolija de su esposa Zulema Yoma cuyo punto culminante fue en junio de 1990 cuando hizo que el brigadier Andrés Antonietti –jefe de la Casa Militar, órgano responsable de la residencia presidencial de Olivos–, le impidiera el acceso a esa propiedad o la expulsara que por caso es lo mismo sin importarle siquiera que ese hecho se registrara en los medios.
También fue siendo Menem presidente que la revista Noticias descubrió la existencia de un hijo extramatrimonial, Carlos Nair. Y por supuesto, se dio la tragedia que terminó con la vida de Carlos Junior en marzo de 1995.
En este anecdotario con epicentro en Casa Rosada podría sumarse el romance internacional del hijo mayor de Fernando de la Rúa: Aíto conoce y forma pareja con Shakira. Y también la viudez de una presidenta en ejercicio: Cristina Fernández pierde a Néstor Kirchner en octubre de 2010, y el debut como abuela en 2013, con el nacimiento de su primer nieto. A partir de que se sepa de cuánto meses está Fabiola Yañez, podrá sumarse esta situación inédita al anecdotario mencionado. Y quedará para los analistas de turno, analizar las implicancias varias de un embarazo y paternidad en medio de una campaña electoral.
Un vestido, una confusión
No es la primera vez que Fabiola Yañez y la cuestión de un embarazo suyo ocupan parte de la escena. Sucedió hace apenas siete meses en ocasión de un viaje presidencial a Chile en enero de 2021. Nuevamente una foto donde la combinación de una foto al aire libre, la iluminación del momento y un vestido colorado, se sumaron para que se hablara de embarazo.
Para señalar que no siempre, la ausencia de un vientre chato en una mujer es sinónimo de gravidez, la respuesta no oficial que se tomó para cortar de plano una futura paternidad de Alberto Fernández fue la que dio un integrante de la comitiva que dijo: “Es pancita de cuarentena”. Las sucesivas fotos de la Primera Dama, incluso algunas más de ese viaje a Santiago de Chile, fueron prueba suficiente para desestimar el tema. Esta vez, parece, habrá que esperar nuevas fotos.