SOCIEDAD
Villa Devoto

La lucha de los vecinos por rescatar del abandono la histórica casona de Francisco Beiró

Preocupados por la preservación del patrimonio arquitectónico siguen luchando para que el lugar sea protegido por el Estado. En 2020 un proyecto del radicalismo llegó a la legislatura, pero no hubo respuestas.

Casa de Francisco Beiró en Villa Devoto 20220222
Casa de Francisco Beiró en Villa Devoto. | CEDOC

Francisco Beiró fue candidato a vicepresidente de Hipólito Yrigoyen casi cien años atrás, pero no pudo asumir porque falleció pocos días antes de que se oficializara su cargo. Vivía en Villa Devoto, barrio al que le invirtió su tiempo y afecto y actualmente el que fue su hogar está cada vez más destruido por el paso del tiempo y el abandono. Los vecinos no se dan por vencido y buscan que el estado garantice su restauración.

Quienes vieron la serie “Locas de amor” pudieron conocer la casa ubicada en calle José Luis Cantilo esquina Marcos Paz en buen estado. El lugar fue el escenario elegido para que viviera Leonor Manso, la madre en la ficción del personaje interpretado por Julieta Díaz. En esa tira de 2004 el hogar emulaba un recuerdo poco grato de la infancia de una de las protagonistas de la tira, un caserón enorme en el que una mujer se había retirado completamente de la vida social y se refugiaba con sus gatos.

Casa de Francisco Beiró en Villa Devoto 20220222

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Sin embargo, la casona supo ser un espacio vital. Allí pasaban largas veladas dirigentes de la Unión Cívica Radical y desde allí el entrerriano Beiró se integró al barrio como uno más, tal es el reconocimiento de su aporte que una calle de la zona lleva su nombre. Desde 1960 solo queda una parte de lo que fue la totalidad de la propiedad original del funcionario.

El lugar llama la atención de inmediato por su deterioro, pero también por sus detalles de época que aún se pueden descifrar, a pesar de su estado. Los portones de hierro conservan las iniciales de Beiró y en los enormes ventanales todavía se pueden apreciar restos de los pintorescos vitraux que teñían la casa de tonos multicolores cuando asomaba el sol.

Durante los últimos años, y sobre todo los pasados meses, se intensificó la curiosidad por esta casa debido a la difusión de los vecinos y de cuentas en redes sociales creadas para compartir estos rincones históricos de la ciudad. “La comunidad patrimonialista que hay en las redes está creciendo muchísimo, pero el caso de la casa de Beiró superó las expectativas, muchísima gente expresó su apoyo”, contó a PERFIL Yamila Rambaldi, creadora de @BuenosAiresperdida.

“Incluso me contactaron familiares de Beiró que conocieron la casa y lamentan mucho el estado en el que está”, compartió. “Fue todo muy positivo, la gente tomó la causa como propia y difundió por todos lados, espero que los funcionarios escuchen a los vecinos”, agregó Rambaldi.

El derrotero de la casa histórica

Francisco Beiró vivió en la casa de Villa Devoto hasta el día de su muerte el 22 de julio de 1928. Durante los siguiente 80 años el inmueble perteneció a familiares directos y en 2007 las bisnietas de Beiró se vieron obligadas a venderlo. El comprador “se cree que era un testaferro de una inmobiliaria conocida de la zona”, contó Rambaldi.

Casa de Francisco Beiró en Villa Devoto 20220222

Los planes de lucro de estos compradores se vieron frustrados, sin embargo, cuando en 2008 le otorgan a la casa la protección estructural con la ley 2858. “A partir de entonces se abandonó la casa a su suerte y no se le hizo ningún tipo de mantenimiento”, lamentó la mentora de @Buenosairesperdida.

A partir de entonces se presentaron en 2009 y 2011 dos proyectos para que la casa fuera considerada de utilidad pública y se la cuidara del deterioro. Estos fueron aprobados por la comisión de Cultura, pero en la comisión de finanzas se les dio marcha atrás. Algo similar ocurrió en 2016.

Todos los proyectos fueron impulsados por la junta comunal y los vecinos y el actual que es de agosto de 2020, lo presentaron legisladores de la UCR, después de una intensa difusión de la que formamos parte con la gente de Basta de Demoler y con agrupaciones barriales de la ciudad”, detalló Rambaldi.


Quién fue Francisco Beiró

El Doctor Francisco Beiró nació en Rosario del Tala, Entre Ríos en 1876, estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se integró al partido radical. Fue presidente de la Convención Nacional y del Comité Nacional de la UCR y entre los años 1918 y 1922 fue diputado nacional. 

Casa de Francisco Beiró en Villa Devoto 20220222

Durante los últimos meses del primer gobierno de Hipólito Yrigoyen ocupó el cargo de ministro del Interior y fue el candidato a vicepresidente en la segunda candidatura presidencial del dirigente radical. La fórmula Yrigoyen-Beiró ganó con 840.000 votos frente a 440.000 de los antipersonalistas (UCR-A) de Melo-Gallo, pero el entrerriano falleció antes de poder asumir su cargo

Durante su estancia en Devoto, Beiró participó de la creación del Club Estudiantes de Buenos Aires que en esa época se llamaba Sportivo Devoto, dio impulso al empedrado de las calles y la colocación de alumbrado público.

Los rincones de la ciudad como lazos afectivos

Los vecinos de Devoto todavía esperan que exista un vínculo más fluido entre los funcionarios y ellos, porque no recibieron respuestas y ni siquiera fueron avisados cuando se presentó el último proyecto de ley. “Silencio absoluto”, dice Rambaldi.

Ella le dio vida a Buenos Aires perdida pocos días antes de que se declarara la cuarentena obligatoria en marzo de 2020. “Lo hice para enfocarme en algo positivo en momentos de mucha incertidumbre”, contó. 

Casa de Francisco Beiró en Villa Devoto 20220222

Tanto en Twitter como en Instagram ofrece un amplio repertorio de diferentes rincones de la ciudad que tienen un significado histórico o afectivo para los habitantes. “En algunos casos se puede tratar de grandes mansiones, edificios icónicos, pero también me interesa recuperar la memoria de los lugares más cotidianos, de esos que no pensás que van a desaparecer y de un día para el otro no están más y no quedaron registros, no hay fotos, no hay prácticamente nada. Como podría ser la pizzería del barrio, el almacén de la esquina, una zapatería, una librería, esos lugares que recordás con cariño y que de repente no están más”, explicó.

Devoto, por ejemplo, es lo que es por sus casas bajas con jardín, por su arbolado, por el trazado tan característico que tiene de las calles, de los bulevares, por sus estaciones de tren y si le sacás algo de eso, ya no es el mismo barrio y los vecinos de toda la vida sufren un desplazamiento”, concluyó.
 

RB/FL