CIENCIA
avances en diagnostico

Un argentino desarrolla tests hogareños para encontrar enfermedades

El físico de la UBA Gustavo Stolovitzky, investigador de IBM, está poniendo a punto kits basados en nanotecnología. Sirven para detectar pistas biológicas e identificar tumores e infecciones en forma precoz.

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carrera. Tras egresar de la UBA, Stolovitzky se doctoró en Yale. Desde 1998 trabaja en IBM. Es coautor de 140 artículos de investigación en revistas de primer nivel y con su equipo logró más de cincuenta patentes. | ibm research

Los kits para detectar embarazos en el hogar son algo común ya desde hace tres décadas. Pero ahora, gracias a los avances en nanotecnología, investigadores buscan aplicar esta misma idea para diagnosticar enfermedades o controlar la salud, siempre en forma simple, regular y desde la comodidad del hogar.

“Estamos haciendo muchas investigaciones para desarrollar una tecnología denominada nanoDLD (Nanoscale Deterministic Lateral Displacement). Y la utilizamos para purificar biomarcadores y poder hacer análisis rápidos y seguros de saliva, orina o sangre, en forma simple. Sirven para identificar pistas biológicas que facilitan una evaluación rápida de la salud de cada persona”, le explicó a PERFIL el doctor Gustavo Stolovitzky. Este físico egresado de la UBA, y doctor por la Universidad de Yale, trabaja –desde hace ya casi dos décadas– en el Laboratorio Watson de IBM, en Nueva York.

Las investigaciones más recientes de Stolovitzky –director de la división Translational Systems Biology & Nanobiotechnology en el Watson– se enfocan en desarrollar nuevas nanotecnologías para la llamada “medicina de precisión”, apuntada al diagnóstico y el tratamiento del cáncer.

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“Estamos desarrollando chips nanoDLD para tratar de detectar en forma temprana diferentes tipos de cáncer. Y hacerlo de manera no invasiva por medio de las ‘biopsias líquidas’ que pueden –por ejemplo– evitar una punción, analizando unas gotas de orina o de saliva”. Stolovitzky enfatizó que esta idea se apoya en algo básico: “En oncología, ahorrar tiempo es clave porque da más posibilidades. Si un cáncer de mama se detecta en fase 1, la probabilidad de supervivencia a cinco años es 98%, pero en fase 4 cae al 26%. Y también pasa con otros tumores”. Justamente, recurriendo a la nanoDLD los investigadores confían en que en el futuro cada persona pueda autoadministrarse estos test en forma periódica y descubrir si hay cambios en sus biomarcadores relacionados con algún cáncer mucho antes de que aparezcan los síntomas.

El chip. La nanoDLD es una herramienta que sirve para analizar diversos fluidos del cuerpo humano. Básicamente permite separar diferentes tipos de partículas de hasta 20 nanómetros de diámetro (5 mil veces más pequeñas que un cabello). Y de ese tamaño son los “exosomas”, moléculas que se encargan de transportar información genética entre las células. Detectar nuevos patrones o mensajes de este tráfico puede indicar la presencia de células tumorales o la reciente infección de un virus, como el Zika. “La presencia y la concentración de marcadores de enfermedades pueden tomarse en forma regular, mientras la persona está sana. Si los números cambian, el chip muestra una alarma y es el momento para ir al médico que puede ordenar otros estudios”.

Lo bueno es que es mucho más fácil recibir este tipo de alertas que la que da, por ejemplo, una mamografía o el análisis del antígeno prostático (PSA). Estos normalmente se miden una vez al año, a partir de cierta edad. Pero usando estos kits sería posible hacer un seguimiento frecuente y con una técnica relativamente económica.

Los nuevos sensores moleculares son pequeñas piezas que aportan al rompecabezas de la salud. “El objetivo final es mirar el conjunto de datos y aprovechar la combinación de estas tecnologías con la información de sensores que aporta la internet de las cosas. Todavía hoy cada pieza del rompecabezas es débil para identificar la presencia de una enfermedad. Pero si logramos leerlas en forma integrada tendremos muchas evidencias sobre nuestra salud”, explicó el experto de IBM.

Entre las opciones más cercanas de llegar al mercado figura “la posibilidad de medir diversos parámetros de la orina en nuestra casa o montar un chip en el cepillo de dientes para que analice si aparecen biomarcadores de cáncer de boca o garganta”.


Inteligencia artificial para la salud

A principios de 2017, IBM publicó un informe donde sus analistas compilaron las cinco innovaciones que –aseguran– transformarán nuestra vida cotidiana en apenas un lustro. Además de los adelantos en diagnóstico del cáncer, desde la compañía aseguran que los sistemas de inteligencia artificial y aprendizaje ayudarán a los psiquiatras en el diagnostico de la depresión o de la esquizofrenia. Por ejemplo, según sus cálculos, hoy un sistema informático puede analizar unas 300 palabras y emitir sugerencias para los médicos sobre la probabilidad de que una persona padezca diversas psicosis. También llegará al mercado “una nueva generación de instrumentos científicos que facilitarán la visión para que complejos sistemas invisibles se vuelvan visibles y ayuden a mejorar la agricultura y o la eficiencia de la generación energética. También podrán detectar partículas de contaminación antes de que se eleve su concentración en forma peligrosa”.