La guerra sucia

Finalmente, comenzó el año y ya las invitaciones a vernissages, presentaciones, obras de teatro y ferias de toda índole se multiplican en las bandejas de correo.
Pero lo más importante es que el martes 4 de marzo Marte ingresó en Cáncer y su influencia nefasta se dejará sentir, dicen los que saben, hasta el 9 de mayo. El mes comenzó para nosotros, en efecto, con una fuerza inusitada: incendios, trombas marinas, Buenos Aires inundada, cortes energéticos, evacuaciones, paros docentes en varias provincias, el robo de los fondos destinados al pago de jubilaciones, y, no podía ser de otra manera, un loro barranquero (la generosidad de un amigo escritor me regala el apodo) que no duda en lanzarse a una guerra bolivariana, porque seguramente su astróloga de cabecera le informó que el signo del cangrejo rige a Venezuela (como a Colombia y Argentina). ¿Le habrán contado que tanto Uribe como Bush son, ellos también, nacidos bajo el signo de Cáncer? ¡A partir del 9 de mayo, Marte entrará en la casa de Leo, que es el signo de Chávez!
¡Qué estupideces estoy escribiendo! Mucho más estúpida es la irresponsable bravata chavista, y mucho más grave para los argentinos que nuestra Presidenta utilice la excusa de un viaje oficial de contenidos más que inciertos (que debió haber cancelado) para señalar la preocupación de nuestro país por la incursión de Colombia en la soberanía ecuatoriana.
Yo no sé ni quiero imaginar qué desvergüenza obliga a nuestra primera ciudadana, en un momento tan delicado, a pasear su investidura en los campos de Marte. Mejor habría estado acá, atendiendo las catástrofes que no son naturales sino políticas, y reclamando la paz sudamericana, lo único que importa.