INTERNACIONAL
polemica por el embajador

Choques entre París y el Vaticano por gays, aborto y suicidio asistido

La Santa Sede lleva cuatro meses sin responder a la postulación de un diplomático homosexual hecha por el presidente Hollande.

Francisco. Incómodo con la propuesta que llegó de París.
| AFP

Desde Ciudad del Vaticano

Un diplomático gay es el último dolor de cabeza del papa Francisco. Hace cuatro meses ya que el secretario de la Santa sede, Pietro Parolin, el jefe de la diplomacia vaticana, rechaza las credenciales del embajador francés elegido por París para la legación francesa en el Vaticano. Se trata de Laurent Stefanini, homosexual declarado, que conoce personalmente al Papa, a quien incluso acompañó en el avión el año pasado durante el viaje del Pontífice a Estrasburgo, para hablar ante el Parlamento europeo.
La designación de Stefanini, 54 años, soltero y sin hijos, fue decidida por el presidente François Hollande el 5 de enero. Stefanini, ex jefe de protocolo del Quai d’Orsay (el Ministerio de las Relaciones Exteriores francés) y ex funcionario de la representación ante la Santa Sede entre 2001 y 2005, obtuvo la aprobación oficial del arzobispo de París, el cardenal André Ving-Trois, además de la bendición del influyente cardenal Jean Luis Tauran, el mismo que anunció al mundo la elección de Francisco. Hubiera tenido que llegar a Roma el 1 de marzo, pero aún espera en París.
La noticia del insólito rechazo salió de las secretas salas vaticanas estos últimos dos días. Causó un revuelo diplomático en Francia y algún desconcierto entre los defensores más liberales de Francisco en Italia. ¿Dónde está la revolución de Francisco y su famoso “quién soy yo para juzgar”?

Veto. Quienes habrían vetado la llegada a Roma de Stefanini  serían representantes del movimiento francés Manif pour tous, un lobby antigay que organizó en París las manifestaciones contra la aprobación de la ley que reconoce los matrimonios homosexuales.
Todo indica que Hollande se tomó muy a pecho el rechazo de Stefanini. Según el diario católico francés La Croix, el presidente no tiene ninguna gana de retirar el nombramiento. “Se trata de uno de nuestros mejores diplomáticos, tiene toda la calidad para este papel. No vamos a cambiar candidato”, habría dicho, según el diario.
En el Quai d’Orsay no confirmaron la decisión presidencial de seguir intentando con Stefanini. Dicen que “el caso está todavía abierto”.  De todos modos, nadie espera un “no” rotundo de la Santa Sede: en casos como éste, el Vaticano se limita a no contestar. Y quien quiere entender, entiende.

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En 2008, por ejemplo, la sede diplomática francesa en el Vaticano quedó sin embajador por casi un año. Entre los candidatos que no terminaban de gustar en la Santa sede, en aquel entonces, había un luterano, un divorciado y otro homosexual.

Incómodos. La noticia de la falta de aprobación del embajador francés hizo recordar la atmosfera de incomodidad y la cara sin sonrisa del papa argentino, que se notó durante la visita que Hollande le hizo en enero de 2014.
Hollande estaba en el ojo del huracán. Acababa de explotar el escándalo por su relación secreta con la actriz Julie Gayet y la gran escena de celos que le había hecho en pleno palacio del Elíseo su mujer oficial, la periodista Valerie Trierweiler. Como recordó hoy el diario La Repubblica: “El presidente llegó aquel día al Vaticano poco después de haber defendido en Francia posiciones laicas sobre aborto, eutanasia, matrimonios homosexuales y suicidio asistido. Todas materias consideradas muy delicadas por la Iglesia”.