Un análisis sobre la posición del precandidato presidencial frente a los dos bloques políticos más importantes de la Argentina, y cómo pasó de aliado a enemigo.
Javier Milei. |
Captura LN+
"Comenzamos el programa escuchando “Mi perro dinamita” de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, para contextualizar la mirada que tienen Juntos por el Cambio y el Frente de Todos sobre el diputado liberal. La banda habla premonitoriamente de lo que dijo ayer Javier Mileisobre querer dinamitar todo. El perro dinamita es Milei”, sostuvo Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) del jueves 13 de abril.
El legislador comenzó siendo funcional para las dos coaliciones más importantes, ya que cada uno lo veía funcional a quitarle votos al oponente. Para el oficialismo, era quien lograba dividir el voto opositor, y permitía que, en la Provincia de Buenos Aires, donde no hay balotaje, el candidato del Frente pudiera ganar por dos o tres puntos, dividiendo el total de los votos de la oposición en lugar de concentrarlos sólo en el candidato de Juntos.
Desde el PRO se lo veía como un rompehielos que abría temas inaplicables, por ser políticamente incorrectos, en la agenda de manera exacerbada e hiperbólica, pero permitía que detrás viniera la aplicación parcial de esas ideas que pudiera llevar adelante la parte más ortodoxa económica de Juntos por el Cambio.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Ambos veían a Javier Milei funcional electoral y gubernamentalmente, por lo que podía afectar al enemigo, pero en la medida que Milei fue creciendo y dejó de ser un personaje excéntrico que funcionaba para dividir o instalar temas, comenzó a preocuparles.
“La frase con la que hoy titulamos la usaba Juan Domingo Perón, lo que es una frase clásica de la estrategia militar. Lo que en su momento Mao Zedong llamaba las divergencias primarias y secundarias. Con las diferencias secundarias se podía convivir por un tiempo y a no a largo plazo. Pero, en el arte de la guerra, en determinados tiempos había aliados coyunturales que luego se convertían en enemigos estratégicos”, explicaba Fontevecchia.
La confusión respecto de aliado táctico y no verlo como enemigo estratégico es similar a los oponentes de Jair Bolsonaro en Brasil o Donald Trump en Estados Unidos, es decir, inicialmente se lo ve como alguien que no tiene posibilidades de ser un gran problema, y luego se convirtió en un real contrincante.
Ayer, por primera vez, Mauricio Macri habló sobre Milei, dando a entender que sería su posible competidor en una segunda vuelta. El ex mandatario, en el almuerzo con el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), dijo que “vamos a ir a una segunda vuelta con esta versión más liberal, rupturista y de enojo con la frustración que arrastra la Argentina, y va a ser un desafío para nuestro candidato, para demostrar que tenemos experiencia”.
En un balotaje donde el candidato opositor sea Javier Milei, ¿quién podría ser el mejor competidor ante esa eventualidad? ¿Sería Patricia Bullrich? Quien representa mejor y tiene ideas más cercanas a Milei, ¿o una persona como Larreta? Qué es lo opuesto desde una perspectiva más dialoguista y de centro.
Milei afirmó, en La Nación+, que es más afín a Bullrich y Macri, y que “de hecho propuse hacer un acuerdo, y plantee que no puedo estar dentro de Juntos, porque para mí es una construcción inviable” y sostuvo que dentro de la coalición opositora más importante hay un grupo que quiere ir para un lado y uno que quiere ir para otro. “Creo que Macri quiso hacer las cosas bien porque quienes lo acompañaban querían otra cosa” declaró el candidato a presidente.
“Si el ala estuviera dispuesta a ir por fuera de Juntos por el Cambio, estaba para hacer un nuevo espacio, ir a unas internas y que si la gente los elegía a ellos, yo acompañaba. Mi mundo ideal hubiera sido ir con Mauricio Macri”, confesó el legislador liberalista.
Desde esta hipótesis, ya ganó Juntos y Milei acompañaría los cambios. ¿Esto implicaría que los legisladores de Milei, fundamentalmente diputados, terminen siendo orgánicos y representando las ideas del liberal? ¿Ocurrirá que sus legisladores pasen a integrar uno de los dos grandes bloques?
Patricia Bullrich, por su parte, sostuvo que “Milei ha tomado su decisión, tiene su fuerza política y espero que nos acompañe en segunda vuelta”, una hipótesis contraria a la de Macri, donde la ex ministra cree que en la segunda vuelta no habría enfrentamiento con el diputado sino contra el Frente de Todos.
Mahatma Gandhi para intentar explicar de manera emocional la relatividad que tienen muchas cosas de la vida, y en este caso de la política, a los hindúes, decía que al meter el brazo en un balde con agua a temperatura ambiente primero y en agua caliente después, el primero parecía frío, en cambio, al poner primero el brazo en uno a temperatura ambiente y luego en uno de agua fría, el primero parecía caliente”.
Horacio Rodríguez Larreta también se pronunció, y dijo que “no creo que un cambio antisistema sea el camino. Hay que buscar gente con experiencia, yo la valoro muchísimo".
Al recurrir al archivo, tanto del Frente de Todos como de Juntos, notamos que estaban de acuerdo sin siquiera intentarlo, sobre que Milei era un aliado táctico. Alberto Fernández decía en Modo Fontevecchia que “Milei es una amenaza a la democracia”, declarando que muchas veces los totalitarios se agarran de la democracia para llegar al poder.
Desde la oposición, Carlos Melconian, ex presidente del Banco de la Nación, sostuvo que “Milei es el rompehielos Almirante Irizar”. Esto último fue hace un año, ¿hoy es la Armada completa de toda una potencia que llevará a la presidencia algo que resulta inimaginable como Bolsonaro en Brasil? ¿O Trump en EE.UU?
Está claro que a esta altura Milei se coloca en el centro de la escena, del oficialismo y la oposición.
