POLITICA
Los días post PASO

Vidal y Larreta se pusieron al frente de la "resistencia" y ya piensan en el futuro

Estuvieron activos para contener a la tropa propia pero también para involucrarse en las decisiones del Gobierno nacional a fin de contener la crisis.

Vidal, Larreta, Macri y Awada en CCK
Larreta, Vidal, Macri y Juliana Awada en la reunión de gabinete ampliado en el CCK, el jueves 15 de agosto de 2019 | CASA ROSADA

Se los vio más activos que nunca. Pasaron horas en la residencia de Olivos, en la quinta familiar del presidente, Los Abrojos y encabezaron reuniones de campaña y de gestión junto a Mauricio Macri.

La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta fueron los actores centrales del operativo “resistencia” que experimenta el oficialismo por estos días, luego de la fuerte derrota en las PASO del 11 de agosto.

El “operativo” consiste en intentar reanimar a la tropa, generar un marco de gobernabilidad, llegar a octubre en condiciones de mejorar el caudal de votos y, sobre todo, colaborar para que haya cambios en el oficialismo.

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De hecho, fue Vidal quien ofreció a su ministro de Economía, Hernán Lacunza para reemplazar a Nicolás Dujovne. La gobernadora pasó el último año y medio despotricando contra Dujovne y fue, justamente, Lacunza quien se ofrecía de mediador. “No pegó una, todavía estoy esperando la reactivación”, comentaban cerca de la gobernadora.

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Pero no solo eso, el jefe comunal y la mandataria colaboraron para que, tras la inestabilidad cambiaria, vuelva a reinar la paz y no haya ni una transición anticipada ni un escenario de mayor crisis económico-social.

También animaron las medidas de “alivio” y estuvieron reunidos con Lacunza y parte del gabinete nacional para dar su visión sobre cómo frenar la devaluación.

¿Avalaron ambos la salida del jefe de Gabinete, Marcos Peña, para un recambio más fuerte que no solo incluya a Dujovne? En ambos entornos lo desmienten de manera “light”. Pero las PASO dejaron en claro que la estrategia de unificar los calendarios electorales de Ciudad, Provincia y Nación generaron una estampida de votos contra Vidal y Larreta que, de otra manera, no hubiera sido tan masiva.

Por ello, por estos días la gobernadora tuvo una maratón de reuniones: intendentes, diputados provinciales, legisladores nacionales y candidatos fueron recibidos por ella y por su mano derecha, Federico Salvai. En las reuniones, ya sea a viva voz, como en voz baja (dependiendo el caso) hubo unanimidad de críticas al Gobierno nacional. Los más osados contra Macri; la mayoría contra Peña y la conducción de la campaña nacional que terminó con una paliza inesperada en el territorio bonaerense. Vidal solo defendió las quejas sobre la fiscalización. Uno de los encargados, el diputado provincial César “el Tuta” Torres, masculló bronca cuando se enteró que Guillermo Dietrich se metería con los fiscales. “Yo no sé hacer rutas pero de fiscalización entiendo”, dijo. La gobernadora asintió.

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Hubo intendentes, tanto en el conurbano como en el Interior, que directamente levantaron de sus carteles al presidente: nadie quiere ir “colgado” de Macri en la Provincia. Incluso hubo más quejas: se viralizaron fotos de grandes carteles de Vidal y Macri con candidatos a diputados provinciales, un cargo menor que no amerita cartelería salvo por ego de ese candidato.

También hubo críticas a los timbreos en la cumbre de esta semana en la República de los Niños, en La Plata. “Hay que dejar de hacerse los boludos, basta de ir a timbreos, sacarse la foto e irse a casa”, planteó uno de los candidatos vidalistas. En esa cumbre la propia gobernadora los calmó ante la estampida de quejas y la bronca por no haber desdoblado la elección bonaerense de la nacional: “Esto no se termina en octubre”, les respondió.

Por ello, en el oficialismo ya se habla del futuro del “vidalismo” como espacio autónomo al macrismo-peñismo. Es decir, quiénes serán los caciques municipales, diputados y dirigentes que seguirán con la gobernadora tras las elecciones de octubre.

“No dejemos sola a María Eugenia”, será el lema con el que se empezaron a mover desde Salvai, el candidato a diputado y ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, pasando por un grupo de jóvenes candidato a legisladores provinciales cuya cara visible es Alex Campbell, hasta María Luján Rey y buena parte del gabinete bonaerense. Muchos de éstos últimos podrían ser parte de los equipos técnicos de Vidal a futuro, a la vez que algunos de ellos podrían recalar en la Ciudad si Larreta consigue reelegir. “Son los que sienten que Mauricio y Marcos la cagaron a María Eugenia y ya piensan en el futuro”, reconocen a PERFIL en las oficinas de Retiro.

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Difícil encuadrar allí a Joaquín de la Torre (ministro de Gobierno bonaerense), quien en su distrito (San Miguel) propició el corte de boleta no solo contra Macri sino contra Vidal. El intendente Jaime Méndez ganó por 10 puntos y la gobernadora perdió por 10: le cortó boleta por 20 puntos a Vidal. Fue luego de un minucioso trabajo territorial con militantes que se hicieron pasar por personal del Anses ante los vecinos para saber a quién votaban. Así, la dupla De la Torre-Méndez repartió la boleta kirchnerista. Para eso, no tuvieron el aval de la Gobernación. Aunque fueron visionarios: ahora sí los candidatos a intendente podrán hacerlo en sus distritos.

Por su lado, Larreta no tuvo respiro esta semana: aunque suele decir que dedica gran parte de su tiempo a la gestión y a reuniones con vecinos, esta vez estuvo con Macri y el gabinete nacional mientras, paralelamente, levantaba el teléfono y hablaba con una veintena de intendentes del conurbano bonaerense para que “no bajen los brazos” e intenten dar pelea. En particular, aquellos que quedaron cerca y tienen alguna chance de dar vuelta el magro resultado generalizado en el territorio bonaerense. Es que, en su proyecto 2023, necesitará una base territorial en la cual apoyarse.