La vida sentimental de Alberto II, príncipe soberano de Mónaco, ha generado varias polémicas. La más grande sucedió cuando tuvo que reconocer a dos hijos ilegítimos. Uno de ellos es Jazmín Grace Grimaldi, que lleva el apellido de la familia pero no tiene ningún derecho sobre el trono ni espacio en la línea sucesoria. Hace unos días la joven cumplió años y aprovechó la oportunidad para lanzar The Jazmin Fund, una iniciativa humanitaria que planea construir focos artísticos en Fiji. Sí, en ese minúsculo país y paradisíaca isla del Pacífico.
Un romance pasajero. Corría 1992 cuando Alberto II conoció a Tamara Rotolo en Costa Azul, un destino turístico de la riviera francesa. Según contó la mujer, ella recién se había separado y “él fue muy caballero durante las dos semanas que se relacionaron”. El romance entre ellos duró poco, pero tuvo como resultado el nacimiento de Jazmín. El miembro de la familia real de Mónaco no reconoció a su hija a pesar de que su madre estuvo diez años en los tribunales pidiendo que lo hiciera. Solo cuando quedó a cargo del principado monegasco decidió otorgarle el apellido.
De todas formas, al nacer por fuera del matrimonio, la niña no tiene derecho a formar parte de la familia monárquica. Por ese motivo, todos los encuentros con su padre fueron privados hasta 2016. En ese año se presentó junto a ella en el Gran Premio de Fórmula 1 que se organiza en su territorio. “Estoy lista para salir”, fueron las palabras de Jazmín.
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Estudiante de Economía, vive en Nueva York y se destaca por sus iniciativas. Es por ese motivo que en el día de su cumpleaños decidió dar a conocer la organización. “Me siento orgullosa. Agradezco a todos los que vinieron a celebrar mi cumpleaños y a respaldar el lanzamiento de The Jazmin Fund”, escribió la joven.
En las imágenes se la puede ver difundiendo su iniciativa y presentando un video con imágenes de las primeras construcciones que se están llevando a cabo. “No puedo esperar hasta que llegue el verano para estar en Fiji inaugurando el complejo”, señaló la chica que no será princesa de Mónaco pero sí hedereda de una considerable renta de por vida.
