SOCIEDAD
La coartada perfecta

Un policía detenido por el crimen que investigaba

Mario Agustín Romero era uno de los predilectos del fiscal. Fue quien detuvo al único imputado en la causa por el asesinato de Natalia González, en enero del 2000.

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Un policía bonaerense quedó detenido ayer por el crimen de una chica que él mismo investigó en 2000 en la localidad de Moreno, imputado como uno de los autores del hecho y como integrante de una banda que robaba automóviles.

Se trata del suboficial Mario Agustín Romero, quien si bien ya estaba detenido como miembro de una asociación ilícita, ayer quedó imputado por el asesinato de Natalia González, ocurrido el 11 de enero de 2000 en el barrio Las Catonas de Moreno.

Lo curioso del caso es que Romero fue el policía que participó activamente de la instrucción del crimen de Natalia al inicio de la investigación y quien detuvo al único condenado por el hecho.

La detención fue concretada a pedido del fiscal de Moreno, Horacio Chiminelli, quien retomó la investigación del crimen de González luego del juicio en el que en 2004 fue condenado a prisión perpetua Juan Pablo Luna.

Además del policía, el fiscal Chiminelli detuvo a otras dos personas por el homicidio, que fueron identificadas por las fuentes como Cristian Hasel y una mujer de apellido Barberán.

El crimen. El asesinato de Natalia González ocurrió cuando la chica y su novio, David Viltes, estaban estacionados al costado de la avenida Gaona en un auto por Las Catonas.

Dos delincuentes armados se bajaron de un Renault 18, subieron al 147, abandonaron al novio de la chica a unas cuadras y media hora después Natalia apareció asesinada de cuatro balazos en la cabeza a pocas cuadras.

Si bien nunca su pudo constatar científicamente, se sospecha que la chica fue violada porque no sólo se le encontró semen de su novio -con quien tuvo relaciones sexuales-, sino también de otro hombre.

Voceros judiciales indicaron que ahora el fiscal Chiminelli ordenó extraerle sangre al policía Romero y al otro sospechoso, Hasel, para determinar en un estudio de ADN si ese otro semen corresponde a alguno de ellos.

Romero integraba el servicio de calle en las comisarías de Mercedes y fue detenido hace unos años por la fiscal Miriam Rodríguez, de la fiscalía de Delitos Complejos de ese departamento judicial, como miembro de una asociación ilícita junto a otros siete policías.

Según la investigación de Rodríguez, Romero -que fue la mano derecha de la fiscal en la investigación del crimen de Natalia-, conformaba una banda que se dedicaba a robar autos, a venderlos a particulares y después extorsionar a esos compradores pidiéndoles dinero a cambio de no armarles una causa por el robo del vehículo.

Pero quienes involucraron al policía y a los otros dos detenidos en el crimen de Natalia, fueron testigos obtenidos por el fiscal Chiminelli que aseguraron haber visto a los imputados volver del crimen de la chica con sus ropas ensangrentadas y echándose culpas mutuamente por lo que acababan de hacer, según confiaron las fuentes.

"Dejaron de tener miedo y decidieron que éste era el momento de hablar", explicó un vocero judicial respecto de los testigos. "De acuerdo a la investigación, el policía Romero, Hasel, el ya condenado Luna y la mujer, conformaban una banda que se dedicaba al robo automotor y que cometió el crimen de esta chica", agregó la misma fuente.

Cuando la fiscal Rodríguez instruyó el caso, sólo pudo detener a Luna que finalmente fue condenado en 2004 a prisión perpetua por el crimen de Natalia en un juicio ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Mercedes.

Pese a que Romero fue quien obtuvo las pruebas para detener y enjuiciar a Luna, el condenado nunca se quebró, ni delató al policía y siempre dijo que era inocente. Pero en ese debate, los jueces ordenaron seguir investigando el caso y así la pesquisa le llegó al fiscal Chiminelli que hoy efectuó las tres nuevas detenciones.