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INFORME MUNDIAL

La desaceleración de la economía prevé menos y peores empleos en 2023

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo alertó sobre las particularidades que tendrá el empleo para este flamante 2023. En términos generales, se prevé una economía mundial que crezca menos, y por lo tanto, habría menos generación de empleo. Esto golpearía más a las mujeres, porque tienen menos participación que los hombres en el mercado laboral, siendo la tasa de inserción cercana al 47%.

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Más afectadas. La necesidad insatisfecha de trabajo mundial afecta especialmente a las posiciones femeninas, y además, se suman las tareas no remuneradas de cuidados a terceros. | telam

Las perspectivas para 2023 en materia de empleo no son alentadoras, pero además tendrían un impacto desigual en materia de género.

La desaceleración de la economía internacional durante este año provocará también un menor crecimiento del empleo respecto de 2022.

Eso obligaría a muchas personas a tener que aceptar trabajos de menor calidad, una situación que afectará particularmente a las mujeres.

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Los datos se desprenden del más reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), titulado “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2023”, en el que se prevé además que el empleo mundial crezca un 1,0% en este año, una caída importante con respecto al período anterior, en donde esa tasa se situó en el 2,3%.

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El informe tampoco es alentador respecto del futuro, y advierte que no se avizora “ninguna mejora importante para 2024, cuando el crecimiento del empleo subirá tan solo al 1,1%”.

El impacto de esta caída en la creación de puestos de trabajo afectará de manera desigual a las mujeres cuya situación será, según el documento, “particularmente adversa”. Esto se debe a que la realidad desde la que se parte es muy diferente: mientras las mujeres tienen una tasa de participación del 47,4% como fuerza de trabajo, en el caso de los hombres esta cifra asciende al 72,3%. “Esa diferencia de 24,9 puntos porcentuales conlleva que por cada hombre económicamente inactivo haya dos mujeres en la misma situación”, advierte la OIT.

La desaceleración no será el único problema. En cuestión de calidad, el panorama para 2023 se vaticina complejo. “Más allá del déficit de empleo, la calidad de los puestos de trabajo sigue siendo una preocupación fundamental. Muchas personas no pueden permitirse estar sin empleo si no tienen acceso a mecanismos de protección social. En esos casos, suelen aceptar cualquier tipo de trabajo, a menudo muy mal remunerado y con horarios incómodos o insuficientes. Por lo tanto, es probable que la desaceleración prevista obligue a los trabajadores a aceptar empleos de peor calidad que los que podrían disfrutar en mejores condiciones económicas”, asegura el informe.

Teniendo en cuenta la experiencia previa en ese tema, la situación también plantea desafíos desiguales. Las mujeres fueron las más afectadas por la pérdida de empleo en 2020, producto de la pandemia, asegura el texto. Sin embargo, y si bien fueron las que más rápidamente recuperaron el empleo en 2022, lo hicieron en condiciones de mayor informalidad que los hombres. “La intensidad de esa recuperación estuvo impulsada principalmente por el empleo informal: cuatro de cada cinco puestos de trabajo de mujeres creados en 2022 eran informales, frente a solo dos de cada tres puestos de hombres”.

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La informalidad lleva a otro problema que es, en palabras de la OIT, el de la justicia social. No solamente porque los hogares dependen de los ingresos generados con el trabajo, sino también por el acceso a los derechos de protección: una obra social, licencias por enfermedad, jornadas menos extenuantes, entre otras.

Según el informe, en 2022, 2 mil millones de trabajadores y trabajadoras tenían un empleo informal en el mundo. La tendencia hacia la informalidad fue particularmente importante después de la crisis del covid-19.

En total, la organización afirma que solamente el 47% de la población mundial está efectivamente cubierta con al menos una prestación social, lo que equivale a decir que 4 mil millones no acceden a estos derechos.

El documento de la OIT también afirma que el déficit mundial de empleo ascendió a 473 millones de personas en 2022, “lo que corresponde a una tasa de incidencia de déficit de empleo del 12,3%”. Lo que mide este déficit de empleo es precisamente la necesidad insatisfecha de trabajo en el mundo.

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En el caso de las mujeres, es especialmente elevado, sobre todo en los países en desarrollo. Si el promedio general es del 12,3%, esa tasa asciende al 15% para las mujeres, una diferencia importante respecto del 10,5% de los hombres.

El motivo de esa diferencia, asegura el documento, está relacionado con las responsabilidades personales y familiares, “incluido el trabajo de cuidados no remunerado, así como el desánimo por la falta de oportunidades de empleo decente y de formación y reconversión profesional”.

De esta manera, con la prevista caída de la actividad económica, la desaceleración del crecimiento de los puestos de trabajo y la menor calidad de la oferta laboral, las mujeres tendrán desafíos específicos.

Frente a un panorama desalentador, algunas tendencias se mantienen. “Las diferencias entre hombres y mujeres están presentes en todos los ámbitos del mundo laboral”, asegura el informe.

 

*Empresaria, fundadora y presidenta de GlobalNews Group. Presidenta del comité de negocios del World Innovation and Cha.