A 500 años de la conquista española de México, de la entrada triunfal de Hernán Cortés a Tenochtitlan, ya pocos se preguntan si hace justicia esa cuenta que habla de 100.000 aborígenes muertos por cada 100 españoles.
No, a cinco siglos de la caída del imperio azteca, ya suman casi 500 personas –una por siglo- quienes se dicen descender del “gran tlatoani”, el rey gobernante que había tanto logrado la grandeza del imperio más poderosa de México como el odio de sus vecinos sojuzgados.
Entre esos 500 presuntos descendientes de Moctezuma, hay algunos muy conocidos que nadie se anima a poner en duda, como el actual embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, y Carmen Ruiz Enríquez de Luna, la XIII Condesa de Miravalle.
Descendientes españoles
En 1690, el rey de España Carlos II otorgó el título nobiliario de Conde de Miravalle a los descendientes de Alonso Dávalos y Bracamontes, sobrino suyo, pero también descendiente directo de Isabel Tecuichpo, la única hija legítima que tenía Moctezuma II cuando se puso a los pies de Hernán Cortés, creyendo que era el mismísimo Quetzalcoalt emplumado que venía desde el este.
Hoy en día, ese título nobiliario recae sobre Carmen Ruiz Enríquez de Luna, la XIII Condesa de Miravalle.
Hace décadas que, los condes de Miravalle reclaman volver a cobrar la pensión vitalicia que les otorgaba el Reino de España desde 1550, al que luego se sumó el gobierno de México. Sin embargo, en 1934 el presidente mexicano Abelardo Rodríguez decidió suspender el pago de esa pensión, que entonces equivalía a la entrega anual de 1.480 gramos de oro 24 kilates, hoy US$ 84.609,85.
Sin embargo, entre los otros (circa) 480 aspirantes a convertirse en descendientes no reconocidos de Moctezuma, distintos móviles fluctúan, desde una indemnización monetaria retroactiva por su sangre noble caída en desgracia hasta una acusación de traición y un extemporáneo principado azteca.
Descendientes mexicanos
"¿Cómo demostrar que desciendo del gran tlatoani? A través del censo de los pagos enfitéuticos", preguntó y respondió la historiadora Blanca Barragán Moctezuma al periodista de AFP que se acercó a preguntarle por su reclamo al gobierno mexicano.
Vive en la Ciudad de México, donde aún guarda y está dispuesta a mostrar a quien lo desee los comprobantes que heredó de su familia, la prueba de que sus ancestros cobraron la "pensión Moctezuma" siglos atrás.
Cuando Moctezuma II cayó en desgracia, tenía 19 hijos. Dicen los cronistas que su favorito era Chimalpopoca y, antes de morir, en 1550, le pidió a Hernán Cortés que lo cuidara. Sin embargo, parece que todos murieron en la Noche triste y sólo Isabel, de 11 años, sobrevivió.
Por entonces, ya la habían casado dos veces. Primero con su tío Cuitláhuac y luego con Cuauhtémoc, el líder de Tenochtitlan cuando el 13 de agosto de 1521 España selló su victoria sobre el imperio azteca.
Cuando su segundo esposo fue ajusticiado, Cortes casó a Isabel con uno de sus militares, Alonso de Grado. Dicen que no tuvieron hijos.
Cuando al fin se pensó que Isabel había alcanzado algo parecido a la felicidad, en nupcias con Pedro Gallego de Andrade, nacido en Burguillo del Cerro (Badajoz), se fue a vivir a Barragán del Valle del Maíz, 418 kilómetros al norte de la actual ciudad de México; y nació Juan de Dios Gallego de Andrade.
Sin embargo, Isabel enviudó por cuarta vez mientras Juan de Dios Gallego de Andrade Moctezuma se hacía grande. A su turno, también tendría vida hasta 1577 y, lo más importante, una prolífica línea descendente de la cual se agarran como cuerda en altamar varios cientos que quieren hacer llegar su mapa genético hasta el noble Moctezuma.
Mientras tanto, Isabel Moctezuma dio a luz a Leonor Cortés, una beba que la princesa azteca siempre despreció, según dos versiones: a.-porque habría nacido al ser violada por el conquistador de México; b.- porque habría nacido sin que Cortés cumpliera su promesa de casarse con ella.
Como fuere, Hernán Cortés se encargaría a su debido tiempo de casar a su heredera con Juan de Tolosa; de esta conjunción nacieron dos hijas, Isabel y Leonor, unidas a su turno con Juan de Oñate y Cristóbal de Zaldívar.
Mientras tanto, le llegó a la despechada Isabel su quinto matrimonio, con otro militar español, Juan Cano de Saavedra, pero por primera vez un extremeño nacido en Cáceres que ella misma había elegido. Así nacieron cinco hijos: Pedro, Gonzalo y Juan, quienes seguirían poblando México; pero Isabel y Catalina fueron monjas en el convento de la Concepción, el más antiguo de ese país. Descendientes de esta rama se dispersaron tanto por México como por España. Cuando Isabel falleció en 1550, Cano Saavedra regresó a Cáceres con sus hijos varones. El menor, Juan Cano Moctezuma, se quedó en Cáceres.
En esa ciudad, sus dieciocho generaciones reclaman el reconocimiento de ser un Moctezuma.
Una entre cientos descendientes
"No hubo argumento legal, quizá no había más dinero, era el México post revolucionario", opinó Jesús Juárez, abogado y esposo de Blanca Barragán Moctezuma al periodista de AFP.
Las pensiones fueron "una compensación por usufructuar las tierras de los descendientes de Isabel", explicó por su parte Alejandro González Acosta, investigador titular del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM), quien dedicó bastante tiempo al tema.
Isabel, hija prolífica
Cuando Gran Tenochtitlan cayó definitivamente el 13 de agosto de 1521, el rey español Carlos V otorgó a la pequeña Isabel el señorío de Tacuba, a perpetuidad. Era sólo una nena. ¿Por qué Carlos V tuvo ese gesto sólo con ella? “Por miedo a una rebelión”, aventura Blanca Barragán Moctezuma.
Isabel Tecuichpo Moctezuma tendría siete hijos, pero la mayoría en su cuarto y quinto matrimonios: los Andrade-Moctezuma y los Cano-Moctezuma.
Pablo Moctezuma, historiador y hermano del actual embajador mexicano en Estados Unidos, desciende de los Andrade, una genealogía de la cual parece no haber estado orgulloso, hasta hace un tiempo.
"No me gustaba Moctezuma, lo tachaba de cobarde", dice al rechazar la actitud del gobernante que intempestivamente renunció a su reino y capituló ante los españoles al tomar a Hernán Cortés como enviado del dios Quetzalcóatl.
"Eso fue un invento", objeta el historiador, que también cuestiona la versión de muerte de Moctezuma en julio de 1520. "Los conquistadores dicen que lo mataron los mexicas, pero cronistas religiosos e indígenas dicen que fueron los españoles", añade el autor del libro Moctezuma y el Anáhuac, una visión mexicana. Pablo Moctezuma fue alcalde de Azcapotzalco, sector capitalino del señorío de Tacuba.
Pedro, el hijo pródigo
Llegamos hasta acá, sin tener en cuenta otra rama de descendientes que se originaría a partir de Pedro Mocztezuma, el hermano de Isabel que Hernán Cortés alejó del polvorín mexicano, llevándolo a España para abortar precozmente cualquier intento de insubordinación.
En 1627, la corona otorgó a un bisnieto de Pedro el título de conde, elevado en 1992 a ducado de Moctezuma de Tultengo.
Su descendiente, el actual duque Juan José Marcilla de Teruel-Moctezuma, critica la exigencia del presidente mexicano, Andrés López Obrador, de que España se disculpe por los excesos en la Conquista. No tiene sentido exigirle al rey que pida perdón por algo que ocurrió hace cinco siglos, y se lo dice alguien que tiene sangre azteca", enrostró.
Descendientes en Granada
Una rama del quinto matrimonio de Isabel se instaló en Granada. Desde su palacio en la comunidad autónoma de Andalucía, los Cano-Moctezuma ostentan el título del condado de Miravalle, creado en México en 1690.
"Son una familia más entre los descendientes", aclara desapasionadamente González Acosta, investigador de UNAM, quien conoció a la XII condesa de Miravalle, Maricarmen Enríquez de Luna, antes de que falleciera en 2014.
Para los periódicos locales de Granada, claro, el linaje Miravalle ocupa el primer lugar en el orden sucesorio del imperio azteca. A su turno, cuando Carmen Ruiz Enríquez heredó el título, El Mundo anunció “México tenía una nueva emperatriz". Para González Acosta, todo esto es "creación" de la prensa española.
Los Miravalle, de todos modos, hicieron dos sonados intentos por recuperar la pensión en 1991 y 2003, junto con los Acosta, otra familia mexicana que también dice ser descendiente de Moctezuma.
"Son pretensiones ridículas", objeta Pablo González Acosta, que es de origen cubano, aunque desarrolló su carrera en México.
Para Blanca Barragán, de la rama Cano Moctezuma, el legado es “histórico”. "Trabajo por la reivindicación de mis abuelos Moctezuma y Tecuichpo, en particular de ella, de quien la historia oficial sabe tan poco e inventa tanto".
Para el historiador González Acosta, el reclamo de muchas ramas y subramas seguirá latente "porque ahí están las tierras y los herederos".