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Pandemia de coronavirus

Peter Maddens, embajador belga: "Comparar medidas tomadas por países soberanos es un riesgo"

El diplomático explicó por qué la mortalidad por Covid-19 es alta en su país. Y asegura que ver crecer el número de varados en la Argentina tras el cierre de vuelos no era un efecto con el que esperaba lidiar.

Peter Maddens es el embajador del Reino de Bélgica en la Argentina desde septiembre de 2017.
Peter Maddens es el embajador del Reino de Bélgica en la Argentina desde septiembre de 2017. | Twitter | Peter Maddens

Peter Maddens es el embajador del Reino de Bélgica en la Argentina desde septiembre de 2017. Al igual que otros representantes europeos, le ha tocado gestionar el retorno de cientos de compatriotas a su tierra en medio de la pandemia y los cierres de fronteras. Un número que se multiplicó luego de que el Gobierno decidiera suspender todos los vuelos comerciales hasta septiembre. En diálogo con PERFIL, Maddens se refirió a las operaciones humanitarias, a la situación de los argentinos que residen en su país y quedaron atrapados de este lado del Atlántico y a la cooperación con Argentina en medio de la crisis internacional.

—¿Cómo describiría las circunstancias actuales de los "varados" belgas en la Argentina, se puede hablar de distintas situaciones de marzo a hoy?

—Cuando Bélgica y Argentina declararon la cuarentena, teníamos unos 400 belgas que habían entrado en el país en el mes previo y que todavía no habían regresado. De ellos, logramos organizar el retorno de unos 375, tanto con el avión de la compañía “Air Belgium” (que había sido contratado para traer 250 argentinos varados en Guadalupe) como con vuelos organizados por otros países europeos. Desde el anuncio de la suspensión de venta de pasajes para vuelos regulares hasta el 1 de setiembre, se han manifestado otros 200 belgas más. Quizá son gente que ya tenían planes para quedarse un tiempo más largo en el país, dos o tres meses, ¡pero no hasta septiembre! Con ellos estamos trabajando ahora, tratando de informarles de los vuelos que aún se están organizando, como los que anunció la Cancillería en los últimos días, para que puedan volver a sus casas tan pronto como sea posible.

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—Llama la atención que el número de varados europeos y belgas haya vuelto a crecer en las últimas semanas luego de haberse reducido a partir de los primeros vuelos humanitarios, ¿fue contraproducente el anuncio de frenar los vuelos comerciales hasta septiembre?

—La decisión del gobierno argentino de suspender la venta de pasajes en vuelos regulares hasta septiembre es una decisión de un país soberano. No me voy a pronunciar sobre su efecto. Para mí es un hecho con el cual estoy obligado trabajar. Pero, sí, ver crecer la cifra de “varados” de 25 a 200 es un efecto que uno no había esperado.

"Desde la suspensión de venta de pasajes, se manifestaron 200 belgas más. Quizás planeaban quedarse un tiempo más, dos o tres meses, ¡pero no hasta septiembre!" 

Varados en los confines del mundo

— Hay casos de argentinos que residen en Bélgica y quedaron varados en Argentina y aseguran que no reciben el mismo trato por parte de la embajada que un ciudadano de origen belga cuando solicitan ayuda para volver a sus vidas allá: ¿hay algún tipo de prioridades en medio de la emergencia? 

— No sé cómo los argentinos residentes en Bélgica llegan a la conclusión que nosotros les estamos brindando un tratamiento diferente que a los ciudadanos belgas. Cada uno que se ha registrado en la app que utilizamos nosotros (y que hace parte del sitio web de la Cancillería belga) recibe la misma información en el mismo tiempo. Por ahora es más bien información sobre vuelos organizados por otros países europeos, porque hasta hoy, salvo por el vuelo del 21 de marzo, no hemos organizado un vuelo específicamente con destino a Bruselas. En cuanto a la información que brindamos, no hacemos ninguna diferencia.

—¿Registraron varados europeos que requieran de algún tipo de ayuda económica por parte de la embajada o todavía pueden mantenerse por sus propios medios considerando que podrían tener que hacerlo hasta septiembre?

—Por ahora, gracias a Dios, no.

— Bélgica sufrió una de las tasas de mortalidad per cápita por Covid-19 más altas y, en los últimos días, se virilizó la imagen de los trabajadores de la salud dando la espalda a la primera ministra, ¿hay un impacto político que sufren los gobiernos según cómo administren la crisis?

—Son dos cosas diferentes. La tasa de mortalidad en Bélgica es el resultado de la manera en la cual hemos contados las infecciones y los muertos, una metodología que otros no han utilizado. Nosotros contábamos todos los casos confirmados y los sospechosos. ¿Por qué? Contar casos no es por curiosidad o para poder comparar con otros países sino para poder gestionar útilmente la capacidad médica y clínica durante la epidemia o la pandemia. Por eso, tenemos que contar todos los casos que podrían ser tratados por esta capacidad. Y en cuanto a la protesta del personal de salud de un hospital de Bruselas en los últimos días, hubo un debate en el Parlamento sobre este asunto el lunes y la ministra de Salud explicó lo que pasó. Fue un problema de “timing” de un decreto que había sido decidido hace unos meses pero que salió recientemente. No creo que vaya a haber consecuencias de largo plazo. Protestar es un derecho en una democracia y nunca vamos a quejarnos de la utilización de este derecho en nuestra sociedad, siempre y cuando se haga de manera pacífica.

"La tasa de mortalidad en Bélgica es el resultado de la manera en la cual hemos contados las infecciones y los muertos, una metodología que otros no han utilizado"

—Hubo algunas alusiones del presidente Alberto Fernández a países de Europa que han optado por estrategias más liberales o conservadoras en su lucha contra el coronavirus. ¿Qué opinión le merecen estas comparaciones?

—Comparar medidas tomadas por países soberanos siempre es un riesgo. Pero creo que son los gobiernos aludidos por el Presidente Fernández los que deben reaccionar o no. Los especialistas en mi país siempre han pensado que, si hay necesidad de comparar cifras entre países, un dato más preciso y correcto sería la cifra de “sobre-mortalidad”, es decir la cantidad de muertos más en un mes del 2020 comparado al promedio histórico para este mes. Y allí, salimos con muchos muertos, y cada uno es una tragedia para su familia, sus amigos y sus colegas, pero no es tan grave que la cifra bruta de muertos calculados podría hacer pensar. Además, en varios países, ya están agregando casos que nosotros habíamos incluido desde el inicio en las cifras reportadas, como en los geriátricos. Por lo cual es casi seguro que las cifras finales van a mostrar otra situación que lo que estamos viendo ahora.

—¿Mantienen algún tipo de canal de comunicación con el gobierno argentino para compartir información o estrategias de alguna naturaleza en materia de Covid-19 y el impacto económico?

—Por supuesto que utilizamos las redes de contactos para intercambiar información sobre la crisis mundial del Covid-19. Para eso sirven embajadas, ¡para construir redes que pueden servir en momentos como estos! También compartimos mucha información sobre la situación con otras misiones de Europa, tal como datos sobre los vuelos y asientos disponibles y los contactos con la administración argentina ya que, siendo bastante nueva, nos encontrábamos todos en la misma situación de re-hacer la red.

—¿Teme que pueda demorarse algunas iniciativas en común como el acuerdo UE-Mercosur a partir de esta crisis?

—Demoras en iniciativas como el acuerdo UE-Mercosur seguramente habrán pero serán porque la crisis del Covid-19 es una crisis mundial y porque todos tenemos limitaciones en la capacidad de gestionar problemas en la mesa.