El tema de los "presos políticos" divide aguas en el propio seno del Frente de Todos, y el presidente Alberto Fernández se animó poco antes de asumir a considerar que "en la Argentina lo que hay son detenidos arbitrarios, un preso político es otra cosa...". Hace unos días, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, salió al cruce de esa frase y con su frontalidad habitual, le reclamó al Mandatario "que defina de qué lado está, instándolo a que "diga si está con el Poder Judicial, mayoritariamente corrupto, o con los presos políticos". Bonafini citó específicamente el caso del ex vicepresidente Amado Boudou, pero los cuatro años que se cumplen de la detención de la dirigente jujeña Milagro Sala mantuvieron el tema en agenda y este jueves 16 de enero fue el senador neuquino Oscar Parrili, estrecho colaborador de Cristina Kirchner, el que también se paró en la "vereda de enfrente" de Alberto Fernández, indicando "acá hay presos politicos".
"Que me disculpe el Presidente, yo respeto su opinión, pero hoy en la Argentina hay presos políticos. Amado Boudou, Julio de Vido y Milagro Sala son presos políticos" sostuvo Parrili, agregando "no busco condicionar a nadie, pero yo no tengo dudas de que hay presos políticos, es una opinión mía, hay presos políticos...".
Fernández se había referido al tema hace un tiempo en una nota de Radio Colonia, admitiendo que tenía "una diferencia conceptual sobre qué es un preso político, que en todo el mundo es un preso sin proceso, alguien que queda a disposición del Poder Ejecutivo". Luego de esa indicación, consideró que "en Argentina lo que hay son detenidos arbitrarios, que es otra cosa: es gente que podría soportar sus procesos en libertad, pero solo los detienen porque son opositores. ¿Cómo es posible que gente, que pudiendo estar en libertad soportando el proceso, tiene que estar detenida?", recalcó.
El contrapunto con Fernández ocurre días después de la reunión entre Fernández y referentes de movimientos de Derechos Humanos en la Casa Rosada, donde el Presidente les pidió que dejen que decir que en Argentina y bajo su Gobierno hay presos políticos, ratificando lo que había dicho de los "detenidos arbitrarios".
Esa definición, que generó cierta inquietud en los numerosos organismos de Derechos Humanos presentes ese día, hasta que Bonafini se encargó de maniestarlo públicamente, reprochándole al Mandatario la ambigüedad de sus términos, para evitar hablar lisa y llanamente de "presos políticos".
Tras Bonafini ahora se anotó Parrilli en la lista de representantes del kirchnerismo que discrepan abiertamente con la mirada del jefe de Estado. "Hoy hay presos políticos, no tengo dudas. Más allá de si hubo hechos de corrupción o no, la manera en que están detenidos, tanto en el caso Milagro Sala como el de Julio De Vido y Amado Boudou no hay elementos suficientes en los expedientes para condenarlos", afirmó el ex secretario general de Presidencia y ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia en declaraciones a Radio Con Vos.
Parrilli solo diferenció la situación de ellos con la del ex secretario de Obras Públicas José López. "Es otra cosa, lo agarraron in fraganti", dijo sobre su detención luego de que se registraran imágenes del ex funcionario kirchnerista ingresando a un convento religioso los célebres bolsos con 9 millones de dólares en un convento.
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