La comunidad científica está en alerta. El proyecto de Ley de Presupuesto para 2017 que el Ejecutivo elevó al Congreso plantea un recorte de fondos para la mayoría de los organismos que componen el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. El presupuesto propuesto para el ministerio, el Conicet y la Conae es de $13.957 millones de pesos. Esto corresponde al 0,59% del presupuesto nacional total, un porcentaje menor al de años anteriores (de 2009 a 2016 osciló entre el 0,7 y 0,8%). En campaña, el presidente Mauricio Macri se había comprometido a asignarle al área el 1,5% de la inversión total.
Ante esta realidad, el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA emitió una resolución donde manifiesta su preocupación por el “ajuste”: “En la propuesta en tratamiento, el presupuesto del ministerio es recortado en términos absolutos en casi mil millones de pesos, lo que representa una reducción del 32,5% respecto al presupuesto del año 2016”.
Para Luis Baraldo, vicedecano de la Facultad, esta reducción del presupuesto para Ciencia y Tecnología va a impactar negativamente en la financiación de la investigación que se realiza en las universidades y otros centros del país. “El desarrollo de la ciencia depende de la continuidad. Lamentablemente, en la Argentina somos un ejemplo del riesgo de la discontinuidad. En el ’66 tuvimos un cambio de política brusco y eso significó que mucha gente saliera del sistema, lo que se conoce como fuga de cerebros. Tuvimos episodios semejantes en el ’74, el ’89 y 2001”.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, reconoció que la preocupación de los científicos es lógica, pero confío en que los números se van a ir corrigiendo con el correr del año fiscal. “Siempre tuvimos que pelear por el presupuesto. Nunca nos han dado un cheque en blanco de entrada”, le dijo a PERFIL (ver nota). De hecho, el jueves fue a exponer la realidad del sector a Diputados, donde se acordó plantear modificaciones al proyecto para contar con los fondos necesarios.
Números. El físico Fernando Stefani, vicedirector del Centro de Investigaciones en Bionanociencias, realizó un informe que analiza la evolución del presupuesto destinado a ciencia entre 2009 y 2016. Este se fue incrementando gradualmente hasta 2014, mientras que en 2015 sufrió una leve caída y en 2016 la reducción llevó al presupuesto al nivel de 2012. Finalmente, la partida propuesta para 2017, de 13.957 millones de pesos, implica –según el informe–una inversión aún menor, que representa el 0,59% del presupuesto nacional total.
“Este año se notó una fuerte caída del financiamiento, tanto del poder adquisitivo del salario como del presupuesto para los programas de investigación. Lo preocupante es para el año que viene se programa un recorte aún mayor”, le advirtió Stefani a PERFIL. “Las consecuencias ya las conocemos: la más dañina es que se va a fomentar una nueva fuga de cerebros, donde los científicos van a volver a irse trabajar al extranjero”.
También investigadores nucleados en el Grupo Ciencia y Técnica Argentina, entre ellos Adrián Paenza, Alberto Kornblihtt y Roberto Salvarezza, difundieron una declaración donde advierten que “(el presupuesto) pone en riesgo los logros de la última década y atenta contra cualquier política de fomento del desarrollo económico soberano”. La discusión del Presupuesto aún está abierta, y los científicos buscan involucrar a toda la sociedad. Para eso lanzaron en la web el petitorio “Defendamos la Ciencia Argentina”.