A pesar del aumento del presupuesto para acabar con la violencia de género contra mujeres, niñas y personas de la diversidad, esta no disminuye. Aun muchas mujeres y niñas mueren por el solo hecho de ser mujeres. Si bien el movimiento feminista y los grupos de mujeres decimos basta de muertes, nuestro grito no alcanza. El Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) realizó una investigación en el marco del proyecto Cerrando Brechas II, que desarrolla con otras ONG y el apoyo de la Unión Europea, sobre tres programas del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad según el Plan de Acción contra las violencias 2020-2022: el Acompañar, el Producir y el Acercando Derechos. Los dos primeros promueven la independencia económica. El tercero, intervenciones territoriales para asesorar sobre el acceso a la justicia, pero no incluye patrocinio jurídico. Los tres plantean el acompañamiento psicosocial y jurídico. La investigación se basó en entrevistas a funcionarios nacionales, provinciales y locales, mujeres y organizaciones de mujeres y Lgbtqi+, beneficiarias o no de los mismos, y se realizó en cuatro municipios. Si bien es una primera exploración, aporta elementos para evaluar estos programas y sugerir cambios para que sean más efectivos.
Los apoyos económicos solos, que es lo que aportan el Acompañar y el Producir, no alcanzan para luchar contra la violencia de género, el acompañamiento psicosocial es imprescindible. Muchas beneficiarias plantean la ausencia de acompañamiento, dicen que no se ocupan de sus necesidades, que no son solo económicas. Las áreas municipales reconocen que el Acompañar aumentó la demanda, pero no se acompañó del aumento de recursos, por eso no logran atenderla toda, así que se centran en continuar acompañando a las que ya lo hacían antes, para las otras solo gestionan su beneficio. Estos programas son muy poco conocidos, el Acompañar es el más conocido. Aporta por seis meses un salario mínimo y las ayuda a cubrir lo básico, algo que valoran mucho las beneficiarias, pero es insuficiente para lograr la independencia económica, debe pensarse en extenderlo para ser más efectivo.
Las políticas sociales y la igualdad de género
El Producir y el Acercando Derechos casi no se conocen. El Producir busca fortalecer la autonomía económica de las que terminan el Acompañar, se canaliza directamente desde el ministerio con organizaciones sociales que presentan los programas. Los requisitos son muy difíciles de cubrir, pocos se aprueban y les cuesta lograr ingresos. La coincidencia política partidaria de las autoridades locales y el gobierno nacional juegan un papel determinante para la puesta en marcha del programa y el sesgo actúa con las ONG intermediarias, que son las que pueden acceder al conocimiento que a otras les resulta muy difícil conseguir.
En el Acercando Derechos, creado en 2021, costó encontrar información para esta investigación. Se constituyeron 49 equipos interdisciplinarios que operan en todas las provincias, pero aun el patrocinio gratuito es muy escaso y el cuerpo de abogados existentes solo patrocina 27 casos. La mayoría de las que se acercan espera obtener patrocinio gratuito: al limitarse a una asesoría general, no las satisface. La carga administrativa que generan estos programas es muy grande por el volumen de información solicitada, las mujeres necesitan apoyo para completar la solicitud. A los municipios el aumento de la demanda y la carga administrativa para completar la información que deben aportar de cada caso los desbordó. Esto genera demoras en la gestión, que insume un largo período entre la solicitud y el comienzo del cobro. Debería simplificarse la carga administrativa y reforzar el desarrollo local de las áreas responsables para cubrir la demanda. Sin acompañamiento no disminuirá la violencia de género.